Nómada en apoyo a la paz

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Jorge Barajas, de 45 años, vive en Cali, pero tiene radicada su cédula en Bogotá, por lo tanto decidió el lunes 12 de septiembre iniciar una caminata, según él, no solo para ejercer su derecho al voto, sino bajo una responsabilidad moral, al ver la desinformación que hay en muchos ciudadanos frente a los acuerdos de La Habana.

Por lo tanto consideró que debía hacer pedagogía durante su recorrido en defensa de la paz.

Barajas en Cali es ghostwriter (escritor fantasma), dedicado a la escritura de tesis de grado, artículos científicos, y para revistas indexadas; además se considera defensor de los derechos humanos. En su improvisada travesía, trató de pedir apoyo de líderes políticos pero le fue negada, pero fueron sus familiares, algunos uribistas, quienes aportaron para garantizar su alimentación hasta Bogotá.

La ruta en Cali hasta Yumbo, allí le prestaron una bicicleta, y continuó hasta Buga, luego pasó a Tuluá, Sevilla, Armenia, para llegar a Ibagué; espera continuar su camino por Espinal por la ruta a Bogotá, donde espera estar el 1 de octubre, y poder votar al día siguiente por el plebiscito.

El ‘nómada’ asegura que es en las plazas públicas de poblaciones donde ha tenido mayor receptividad, ya que por el camino son pocas las personas con las que ha podido dialogar; y aunque lleva su carpa para descansar donde la noche lo arrope, algunos líderes de organizaciones sociales le ha extendido la mano.

“Debo decirle a la gente que no nos puede dar pereza votar, así sea por el ‘Sí’ o por el ‘No’, pero que lo hagan de una manera informada, pensando siempre en el bien general y no en el particular, y dejando a un lado las pasiones oscuras que se puedan generar, ya que hay que tomar una decisión que beneficie al país”, afirmó Barajas.

Y complementó: “La apatía a los procesos electorales se ha convertido en una costumbre política. Estas no son unas elecciones comunes y corrientes para elegir personas, es una coyuntura histórica en la que podríamos redireccionar el destino de Colombia, lo que está en juego no es una política de gobierno, sino un tema armado, y debemos ser responsables de lo que hacemos o no, y de lo que permitimos que se haga”.

Credito
EL NUEVO DÍA

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