Se admitió demanda de restitución de tierras, de la comunidad Nasa Wesx

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
Fue admitida por el Juez Segundo de Restitución de Tierras de Ibagué, la demanda de la comunidad Nasa Wesx, de Gaitania, Planadas, que solicita la restitución de sus derechos territoriales, no sólo por las afectaciones que tuvieron durante el conflicto armado, sino, porque se encuentran asentados en un territorio que no está legalizado.

El Incoder en 1992 declaró cuatro mil 900 hectáreas como resguardo indígena, pero, de las cuales, cerca del 76 por ciento se considera zona protegida de parques, por lo tanto no pueden hacer uso de la zona. Actualmente están ubicados en 11 mil 179 hectáreas consideradas territorio ancestral, correspondiente a las veredas Altamira, La Floresta, Las Palomas, La Palmera, San Pedro, La Bella y Agua Blanca, esta última vereda sería la única que hace parte de la zona declarada resguardo indígena.

El resguardo Nasa Wesx, está conformado por cerca tres mil personas, correspondiente a 680 familias, de las cuales sólo 10 residen en Agua Blanca. Esta comunidad en 2010 solicitó una ampliación de las hectáreas, lo que quedó en estudios. Ahora los Nasa esperan que por medio de Restitución de Tierras, la Agencia Nacional de Tierras formalice y amplíe su territorio en aproximadamente seis mil 266 hectáreas más.

Las heridas

El resguardo Páez de Gaitania, del territorio indígena Nasa Wesx, está ubicado a menos de 20 kilómetros de la vereda Marquetalia, donde nació la guerrilla de las Farc; en la zona indígena se establecieron las bases militares, y debido a la presión ejercida por la guerrilla en la zona, hacia 1968 el Ejército inició a proveer arsenal de guerra a esa comunidad, conformándose una autodefensa.

En 1985 se logró la legalización del resguardo, pero los indígenas no podían transitar por las zonas de alta montaña lo que afectó sus prácticas culturales, especialmente los rituales en las lagunas, sitios considerados sagrados por la presencia de espíritus que veneran, además, al ‘The Wala’ se le hizo más difícil conseguir sus plantas medicinales y para rituales, especialmente por la presencia de minas quiebra patas.

En julio de 1996, después de dos años de negociaciones, se firmó un acuerdo de paz entre Virgilio López, gobernador del resguardo, y el comandante del frente ‘Joselo Losada’ de las Farc, Jerónimo Galeano; esto se hizo con la presencia de la Cruz Roja, la Defensoría del Pueblo, el Personero del municipio y otras autoridades, llegando a partir de ese momento la tranquilidad a la zona.

Pese a esto, la ofensiva militar durante los últimos Gobiernos hizo que permanecieran en fuego cruzado, pero ahora la comunidad con el proceso de paz, entre el Gobierno nacional y las Farc, esperan volver a tomar posesión del territorio y fortalecer su cultura.

El proceso

En 2015 la Dirección de Asuntos Étnicos de la Oficina de Restitución de Tierras territorial Tolima, adelantó con la Universidad del Tolima una caracterización de los Nasa Wesx, para establecer el impacto del conflicto político-militar en su cotidianidad, por lo que luego de socializaciones, finalizando el 2016 se interpuso la demanda.

La aceptación de la demanda fue notificada el jueves y ahora deberá desarrollar el estudio procesal para que el Juez de Restitución de Tierras, resuelva si la Agencia Nacional de Tierras (ANT), debe hacer el saneamiento del territorio y la legalización de las posesiones tradicionales.

Ovidio Paya, gobernador del resguardo indígena, precisó: “También estamos pidiendo apoyos para vivienda, la terminación del colegio y de la carretera por el territorio indígena, además de contribuciones en la venta y exportación del café que cultivamos de calidad y contribuir en nuestra economía”.

Los campesinos que habitan la zona, si bien desean, pueden vender sus predios a la ANT de manera voluntaria, para que sean entregados al resguardo indígena.

La Oficina de Restitución de Tierras territorial Tolima, le indicó a EL NUEVO DÍA que continuarán con un proceso de caracterización con la comunidad indígena Pijao de La Sortija, Ortega, para solicitar la restitución de sus derechos territoriales.

Credito
EL NUEVO DÍA

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