El Imdri llevó a cabo ayer la visita técnica al escenario de la Unidad Deportiva de la calle 42, en el marco de la licitación y contratación de las obras para la construcción de los cuatro muros de contención.

El presupuesto es de dos mil 114 millones de pesos, que hacen parte de las sanciones interpuestas al consorcio Escenarios Unidad Deportiva 2015, ejecutor del contrato de 37 mil millones; y a la interventoría del Parque Deportivo.

A la visita asistieron cuatro posibles oferentes: William Pontón Guevara, representante de Dismont Ltda; Hernán Darío Arbeláez, del grupo Arbeláez H&C; Sergio Arango y Godwin Zuluaga de G & Z S.A.S; y Jorge Salazar, en nombre de Mario Gabriel Jiménez.

Las observaciones de los constructores se enfocaron en el tiempo de ejecución de las obras, la expedición de la licencia de construcción, y los diseños para la construcción de los muros en concreto.

El vocero del grupo Arbeláez, Hernán Darío Arbeláez, expresó su preocupación por la elaboración de los diseños y la expedición de la licencia de construcción que en teoría puede tomar 90 días hábiles.

Expuso que se podría haber hecho una modificación a la licencia expedida por la Curaduría Urbana Dos en el marco de la ejecución del contrato 074, pero se encuentra vencida por lo que se debe empezar de ceros.

“La licencia de construcción está vencida y creo que en un mes sería imposible sacar los diseños, a parte que el proceso debe ir a reparto, no se sabe qué curaduría lo tome, creería que se deben tener unos cinco meses. Es mucho trabajo y pensar hacer eso en un mes es empezar a hacer cagadas... la idea es que se metan primero en la parte de diseños y ahí sí mirar y fijar un buen presupuesto, incluso, veo que puede quedar corto para lo que se piensa hacer”, recalcó el empresario.

Y agregó que se deben tener primeros los diseños “para no sacar un presupuesto arbitrario”, ya que no se sabe si toca hacer reforzamiento, porque las obras estuvieron mucho tiempo a la intemperie y hay que evaluar si se debilitó el terreno.

El arquitecto y asesor del Imdri, Edwin Niño, reconoció que el proceso de licitación fue estructurado cuando se decretó la urgencia manifiesta (abril) y aún estaba vigente la licencia expedida a Typsa.

“Tiene razón (el oferente) nos toca tramitar una nueva licencia para poder iniciar la obra. Y así como está la observación, la vamos a evaluar y tendría razón, pero podría postergarse (el proceso) el tiempo que se tome la curaduría en hacer la revisión y otorgamiento de la licencia”, admitió el arquitecto.

La licencia de construcción quedará a nombre del contratista que efectúe el diseño de los muros de contención, que a la vez será el que ejecute las obras.

El vocero de la empresa G & Z reclamó al personal del Imdri, cuáles son las garantías que se le darán al oferente para hacer la intervención.

“Todos sabemos el chicharrón que hay aquí por todo lo que se generó, cómo lo blindan a uno jurídicamente para no salir perneado de esto, porque esto es una vaina ya intervenida, satanizada, investigada y no se sabe qué va a pasar”, expuso el vocero de G&Z.

El abogado y asesor del instituto, Rodolfo Salas, aclaró que el contratista no va a terminar las obras, simplemente los muros de contención que deben quedar de manera independiente.

“Tenemos el peritaje de la SCI que esa es la foto de cómo está la obra. Ya sabemos hasta donde quedó y como está de ahí para adelante podemos intervenir”, argumentó el arquitecto Niño.

Estas observaciones deberán ser presentadas por escrito al instituto con los debidos soportes antes del viernes 16 de junio, recalcó Salas.