Al mediodía de este lunes los dirigentes políticos Jorge Robledo, Sergio Fajardo y Claudia López, estarán anunciando al país que ya hay un entendimiento inicial para lograr cerrar una alianza entre ellos tres con miras a la elección presidencial. Y, aunque aún hay aspectos por definir, ésta desde ya se vislumbra como una de las grandes coaliciones para el 2018.

López en este momento goza de una relativa ventaja frente a sus dos compañeros de alianza, pues la semana anterior fue escogida como la candidata presidencial de su partido y, por otro lado, la Registaduría Nacional le confirmó que fueron avaladas más de tres millones de firmas para convocar la consulta popular anticorrupción, la cual es una de sus plataformas de campaña.

En diálogo con Colprensa, la senadora López habla de lo que significa su candidatura, la consolidación de la Alianza Verde y del alcance que tendrá esta consulta anticorrupción.

¿Hace un año se imaginaba que iba ser candidata presidencial, gracias al protagonismo que traía?

Hace un año no lo imaginaba, tomé la decisión en diciembre, hace poco menos de un año y decidí recorrer este camino porque tenía varias convicciones muy claras. La primera, que a diferencia de lo que todos decían, que la elección del 2018 sería un segundo plebiscito entre la guerra y la paz, me quedó claro que esa no es la agenda del país, esa es la agenda de los políticos. La agenda del país era la lucha contra la corrupción, por el empleo, la salud, por otras prioridades.

Segundo, esto es la recompensa a una visión de decir que el caudillismo, los liderazgos individuales, no nos van a servir de nada. Acá se debe construir una coalición ciudadana, más de centro que izquierda, más ciudadana que de partidos. Lo tercero era que si el tema es la corrupción y en el Congreso nos hundieron los proyectos, esta gente no tiene remedio, no se van a reformar nunca, por eso toca desde afuera a voto limpio y saltándose el Congreso porque sino esto no va a cambiar jamás. Y por eso dije que todo esto sólo lo podría lograr siendo candidata presidencial, no tengo nada que perder, soy la más chiquita, la más joven, no tengo nada que perder, pero sí puedo poner esta agenda y ver si sintoniza con el país y lo logre.

¿Por qué es o no es la consulta anticorrupción una bandera electorera suya?

Yo no niego que lo sea, la gente que me dice eso, yo me dedico a la política, ese es mi trabajo, esa es mi obligación, no me dedico a la culinaria. La gente cree que la política es hacer torcidos, negociar contratos, sacar sobornos o comprar magistrados. La política que yo hago es encontrar solución a un problema. Obvio que la consulta anticorrupción es una bandera política.

Yo tengo dos opciones. Una, salir y decirle a la gente que ese Congreso es una porquería o, segundo, decirle que intentamos hacer lo que dijimos para hacernos elegir y que, como no dejaron, debemos convocar una consulta popular como esta. Si la democracia representativa no funciona, hay que tener un camino a seguir y está en la Constitución desde hace 27 años. Yo no me estoy inventando nada, estoy capitalizando lo que he trabajado desde hace 27 años para reformar y renovar la política. La consulta es una bandera. Hace un año le dijimos a los colombianos que este era el tema de la campaña. La gran prioridad en Colombia es domesticar la maldita clase política.

Ya se avalaron las firmas, ¿qué sigue ahora?

Todavía queda lo realmente dificil. Cuando comenzamos la consulta nos decían ustedes no son capaces de recoger dos millones de firmas y recogimos 4.3 millones, esta es la iniciativa popular en Colombia con más respaldo, la que más había recogido con cerca de 4 millones fue para la segunda reelección de Uribe, luego la que más que recogió firmas fue Gilma Jiménez con el referendo de la cadena perpetua para violadores de niños.

Pero este es el primer paso, este Congreso se elige con 15 millones de votos, con toda la maquinaria, con todo el voto de opinión, ahora lo realmente difícil es convencer a más de once millones de colombianos que el 10 de marzo del otro año dejen de quejarse y vayan y voten en la consulta. La consulta anticorrupción va a salir relativamente gratis si la hacemos un día antes de las elecciones de Congreso, el 10 de marzo.

¿Es hoy la Alianza Verde un partido reunificado, que superó divisiones como se vieron hace cuatro años?

Hoy que todo el mundo le está huyendo a los partidos, posando de ciudadanos, hasta Germán Vargas, semejante politiquero dice que es social e independiente. En la Alianza Verde, en todas las encuestas que miden partidos, está de primeros. Hoy ser verde es un orgullo, es una marca que inspira confianza, que representa unas acciones, una agenda concreta, unos liderazgos.

Yo siento que lo que le dio la vuelta al partido fueron las elecciones del 2014 de Congreso porque logramos tener una bancada, que para ser partido chiquito, logró aglutinar tendencias regionales y pasó de ser una marquita de tres alcaldes bogotanos y se volvió que tiene liderazgos en las regiones, en la Costa, en Santander, en Nariño, el Eje Cafetero. En esto consistió la reingeniería del verde, nos desbogotanizamos.

¿Qué van a hacer Ustedes para evitar que tengan ‘colados’ en la listas al Congreso?

En Congreso es más fácil controlarlo, cien nombres en Senado y otros cien más en la Cámara. Donde uno realmente se siente como un arquero al frente de una cancha del tamaño de una catedral es en las locales. Acá hay que revisar las hojas de vida de 10 mil personas, entonces que se cuelen así sea diez con todo el rigor, como lo tuvimos con plataforma digital, declaración juramentada, revisión de los órganos de control, debate local que filtraba y con todo eso se nos colaron algunos. En Congreso es más fácil, los vamos a mirar con lupa, además este ya no es un partido que sale a buscar candidatos, este un partido que tiene militancia y líderes.

Preguntas y respuestas

¿Por qué es imposible ganar ustedes los verdes solos la Presidencia y deben buscar una coalición?

 Estoy convencida que la responsabilidad de quienes tenemos un liderazgo público es ayudar a construir una coalición, una acción colectiva que derrote a las maquinarias tradicionales y eso no lo vamos a lograr ni mesías, ni caciques, eso lo va a lograr es una coalición enorme. Esto requiere mucha acción colectiva, un liderazgo y acción ciudadana, pero masivo. El que crea que esto es el Llanero Solitario no ha entendido este país.

Yo tracé una meta y no fue que se me haya ocurrido un día en la ducha. Con Antonio Navarro decidimos eso, tender unos puentes, buscar esa coalición, tenemos buena relación con sectores de izquierda, de centro, desde el año pasado lo dijimos. Hoy ya tenemos unos compromisarios con Robledo y Fajardo, que llevan dos meses trabajando. Nos deben entregar tres productos: una plataforma programática común, qué vamos a hacer por Colombia sin importar quien gane de nosotros; un mecanismo de selección de candidato único y una eventual coalición para el Congreso, para renovarlo.