Apenas unas horas después del episodio, Botero Nieto aseguró que el hecho se dio “por un forcejeo” entre el cabo y el exintegrante de la guerrilla y lo calificó de accidental. Su versión fue desmentida con la aparición de un vídeo en el que se ve el cadáver de Torres Arévalo con lesiones en sus genitales, que serían, al parecer, producto de una tortura, posiblemente de una castración. Así las cosas, su muerte no fue accidental como la quiso hacer ver el funcionario.

A la par con esas imágenes apareció la grabación del comandante de la Fuerza de Tarea Vulcano, general Luis Villegas Muñoz, que desde Ocaña le pidió perdón a la comunidad y aseguró que el suboficial tendrá que responder por lo sucedido.

Bajo este panorama hay que precisar que muy rara vez se ha visto a un general que en público ofrezca una versión distinta a la que entregó su ministro de Defensa. “No mataron a cualquier civil, mataron a un miembro de la comunidad. Lo mataron miembros de las Fuerzas Armadas y por lo tanto lo lamento en el alma. En nombre de los 4000 hombres que tengo el honor de comandar les pido perdón”, dijo el oficial.

Tras la divulgación en redes de ambos vídeos (primero circuló el del occiso, luego el del general) el polvorín se encendió al punto de que ya están pidiendo la cabeza del otrora hombre fuerte de Fenalco y que ahora está con las riendas del sector Defensa. Desde el Congreso esperan a que renuncie o, de lo contrario, promoverán una moción de censura.

Angélica Lozano (Alianza Verde), enfatizó que Botero Nieto “no es una persona idónea para el cargo y es un peligro para el país que esté a cargo de las Fuerzas Militares”, por lo que esperan que si no dimite a la jefatura de la cartera radicarán este lunes la moción de censura.