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Por
Diego F. Jiménez A
CEO Informa Strategy
Hablar de cultura ciudadana es abordar el comportamiento y hablar de comportamiento en Colombia no es fácil cuando en el año inmediatamente anterior se presentaron 82.177 casos de violencia intrapersonal en el territorio nacional y 1.505 episodios en Ibagué, de acuerdo con el Instituto Nacional de Medicina Legal.
Para las Naciones Unidas, la inseguridad y los conflictos que hoy se viven en el mundo, siguen siendo una grave amenaza para el desarrollo sostenible de los países en vía de desarrollo, un síntoma notable del no cumplimiento del objetivo 16: Paz, Justicia e Instituciones Sólidas, que hace parte del programa Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS).
A pesar de este panorama, la Capital Musical empieza a dar buenas señales. Esto quedó claro con la aprobación del acuerdo municipal por parte del Concejo de Ibagué, que establece los lineamientos para la posterior formulación, construcción y ejecución de la política pública sobre cultura ciudadana y así dar cumplimiento a la Ley 2262 de 2022, que convoca a incluirla en los futuros planes de desarrollo de este municipio.
El surgimiento de este acuerdo y la posterior implementación de la política pública, dará claridad sobre los aspectos técnicos, financieros y humanos que necesita la ciudad de Ibagué para darle paso a proyectos ambiciosos que permitan resolver las necesidades trascendentales que tiene la capital del Tolima en esta materia.
Allí se deberá evaluar tanto las actitudes, los comportamientos, las percepciones, los hábitos y las buenas prácticas que necesitamos los ibaguereños para alcanzar la convivencia democrática, el manejo de las diferencias, la construcción y apropiación social multiétnica y la pluriculturalidad del territorio.
Este trabajo deberá convocar a expertos para el diseño de estrategias de alto impacto que generen conciencia, permitan tomar acción y promuevan cambios a corto y a largo plazo. Además, tendrá que involucrar a distintos actores de la sociedad, tal cual lo ha sugerido el Ministerio del Interior, como por ejemplo el sector interreligioso y su aporte en materia de valores; así como las instituciones educativas gracias al papel que ocupan en la formación de los nuevos ciudadanos del mundo.
En medio de las problemáticas económicas, la ansiedad impulsada por las redes sociales y el estrés habitual que provoca el ritmo de las ciudades, se hace cada vez más necesario que exista un plan integral encaminado a educar para transformar los malos comportamientos en valores humanos, tales como: la tolerancia, la empatía, la solidaridad y la responsabilidad por parte de los habitantes de Ibagué como un compromiso compartido por una mejor ciudad.
Si logramos construir una buena cultura ciudadana que madure en el tiempo, estaremos más cerca de aprovechar todo nuestro potencial a nivel social, económico, turístico e incluso impactar un cambio en la expectativa de vida de los ciudadanos.
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