El pasado 23 de mayo, la policía de vigilancia incautó un arma de fuego, en el municipio de Yotoco,  Valle del Cauca, luego de realizarle una requisa a un individuo. El hombre fue capturado por porte ilegal, mientras que el arma fue llevada al  laboratorio criminalístico de la Dijin, donde se determinó que había sido usada para asesinar 27 personas en Yotoco, Buga y tuluá.

El rastreo fue posible gracias a que los expertos en peritos y criminalística, usando microscopios, hacen comparaciones balísticas, para determinar si un mismo proyectil ha sido usado en otros hechos delictivos. Y es que, como explican las autoridades, cada arma de fuego deja marcas características en los proyectiles. Esto es lo que se conoce como huella balística

La incautación se da luego de que el presidente de la república firmará el decreto 771 del 16 de mayo, el cual busca establecer criterios y directrices para la operación del Registro Nacional de Identificación Balística, tales como contar con la información de la huella balística de todas las armas de fuego con permiso de tenencia y porte, y con la información sobre la huella balística de las armas vinculadas en cualquier momento a una investigación judicial de carácter penal.