"El hambre y la necesidad de tranquilidad no dan espera, marchemos al ritmo, no solamente de los afanes políticos del Gobierno, sino de los afanes que tienen las comunidades por generar una situación distinta y ojalá ese clamor de las comunidades lo escuchemos todos", reclamó Patiño.

Urgió además "celeridad" en las negociaciones, "poner como protagonista principal a la población y desde luego cumplimento en lo que se acuerde", para acallar las voces de aquellos que no quieren o no les conviene la paz.

Patiño insistió en que el "principal protagonista de los cambios" y "beneficiario" de la paz "es la gente", razón por la argumentó que el cese al fuego no debe ser solo entre "los armados", sino que además debe traer alivio a las comunidades.

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"Los ceses al fuego deben conllevar un cese de hostilidades contra la población; no avancemos con un cese al fuego que sea solamente entre los armados, sino una supresión de hostilidades contra una población civil, que a veces se siente agobiada por los enfrentamientos entre los distintos actores armados que se disputan a sangre y fuego esos territorios", argumento.

El Comisionado de Paz habló al cierre del cuarto ciclo de conversaciones entre el Ejecutivo y el EMC en San José del Guaviare, luego de una semana de acercamientos y discusiones de las partes.

Durante esa semana de discusión, ambos bandos recibieron peticiones puntuales de sectores con liderazgo social regional, al tiempo que fueron enterados del segundo informe del mecanismo monitoreo y verificación del cese al fuego.

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Respecto a los logros alcanzados en este nuevo ciclo, las partes sostuvieron que "los acuerdos para transformaciones territoriales han tenido en este ciclo IV un importante impulso con decisiones y rutas de acción concretas que se pondrán en marcha de inmediato en zonas de los departamentos de Norte de Santander, Bolívar, Antioquia, Guaviare, Meta y Caquetá".

Esos "acuerdos para transformaciones territoriales" incluirían "procesos de interlocución con comunidades y sus organizaciones, entidades gubernamentales del orden nacional, gobiernos departamentales y municipales, universidades y centros de pensamiento", además de "fortalecer o poner en marcha planes y proyectos de carácter socioeconómico y ambiental".

Frente a los diálogos, las partes sostuvieron que se aprobaron siete documentos que incluyen un protocolo de comunicación para "evitar incidentes y el contacto armado entre el Estado Mayor Central de las FARC-EP y la Fuerza Pública durante la vigencia del cese al fuego bilateral temporal de carácter nacional con impacto territorial".

También en favor de establecer un "protocolo" destinado a hacer pedagogía sobre lo pactado y otro para informar de los avances de la mesa, así como un acuerdo relacionado con "transformaciones territoriales" en Caquetá, Meta, Guaviare y el Catatumbo, entre otras.

Camilo González Posso, calificó el ciclo concluido como un espacio de diálogo "que ha tenido logros y retos", al recordar que el próximo encuentro se llevará a cabo a mediados de mayo en Ocaña (Santander).