Con siete puntos, la Mannschaft ganó su grupo y su clasificación nunca estuvo en peligro, pero la falta de brillo, la poca contundencia y los problemas en ataque han generado debates en torno al equipo de Joachim Löw, que parece haber perdido la frescura que le caracterizó en el Mundial de Brasil.
Ahora el adversario es Eslovaquia, un equipo con un perfil similar al de los rivales de la primera fase, con una defensa fuerte, jugadores muy físicos y hombres arriba capaces de hacer daño al contragolpe, en especial Marek Hamsik.
Pero hay un precedente que está muy fresco en la memoria de todos: la victoria de Eslovaquia sobre Alemania en un amistoso a finales del pasado mes, ya en la preparación para esta Eurocopa, 3 a 1 en Augsburgo, con goles de Marek Hamsik, Michal Duris y Juraj Kucka, que sirvieron para remontar la ventaja previa de los germanos.
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