El Covid-19 fue la gota que derramó el vaso en la vida deportiva del atleta tolimense Juan Manuel Quintero Lozano. La crisis económica desatada por la pandemia, sumado a la falta de apoyo en el Departamento, llevó a que tomara la decisión de quedarse en los Estados Unidos, luego de viajar allí con el objetivo de cumplir su más grande sueño: competir en un Ironman.

“Todo se empezó a complicar para mí, y seguramente para muchas otras personas y deportistas, cuando inició la cuarentena obligatoria”, sostuvo.

Y agregó: “Desde principios de 2020, mi mente y cuerpo estaban enfocados en una sola cosa: competir en un Ironman, una de las pruebas atléticas más exigentes del planeta. Mi preparación comenzó en enero, pero se vio afectada por el encierro.

Tuve que hacer mis rutinas en la casa, pero no era lo mismo. Por más que uno quiera adaptarse, es complicado, y el cuerpo eso lo tiene claro”.

El ibaguereño le contó a EL NUEVO DÍA que “cuando se pudo volver a salir, me fui para La Ceja, Antioquia. Allá entrené durante cuatro meses con mi novia, Leidy Johana Tobón Salazar, quien fue medallista de plata en los pasados Juegos Nacionales.

Esa fue mi mejor época, ya que mis registros mejoraron bastante. El problema es que estaba dedicado a entrenar a doble jornada, entonces se hizo evidente el problema económico. No tenía contratación con Indeportes, pero afortunadamente mi pareja me ayudó, pues trabajé con ella en una frutería y me brindó también posada”.

Cambio de planes

Quintero Lozano indicó que “cuando se dio reapertura a los vuelos internacionales, de inmediato viajé a los Estados Unidos, ya que el Ironman era en noviembre, y contaba con la fortuna de tener familiares en ese país, los cuales me recibieron con los brazos abiertos”.

Sin embargo, sus planes terminaron modificándose: “La perspectiva de la vida me cambió por completo en Norteamérica. Al otro día de mi arribo empecé a trabajar en una empresa familiar, porque necesitaba el dinero. Faltaba tiempo para la competencia, y poco a poco me di cuenta de que aquí puedo trazarme nuevos proyectos, pero no estarían relacionados con el deporte”.

Juan Manuel contó que “prácticamente, desde niño mis principales patrocinadores fueron mis padres. Mi papá fue quien me impulsó a ser un atleta, y le doy muchas gracias por eso, pero ya me cansé de tener que estar rogando por un contrato, por un apoyo para un viaje, cuando lo hacía por representar los colores de mi tierra”.

El ‘sueño americano’

Juan Manuel Quintero Lozano, quien cumplió hace poco 28 años, manifestó que “gracias a Dios a mi familia le ha ido muy bien, y veo que se puede hacer realidad el sueño americano. En todo este tiempo me he dado cuenta de que entrenar y trabajar a la vez es complicado, entonces creo que me enfocaré en lo laboral”.

Respecto a su pareja, también atleta de alto rendimiento, dijo que “decidió venirse también, y estamos juntos, planeando cosas a futuro, aunque su intención es seguir activa en el deporte, y representando a su región, Antioquia. Yo seguiré, pero más como algo personal, para no perder los buenos hábitos de salud”.

Eso sí, resaltó que “este 2021 haré un esfuerzo grande en medio de mis labores para afrontar el Ironman en noviembre, pues no pude el año anterior. Quiero cumplir ese sueño que tengo desde hace mucho tiempo. Creo que será un gran punto final para mi carrera, la cual me dejó grandes experiencias”.

No obstante, reconoció que “me queda un sinsabor, pero no por haber dejado de competir en algún certamen, o no poder ganar cierto campeonato, sino más bien por la falta de apoyo, sobre todo para mi disciplina, el triatlón. 

En el Tolima, tras muchos años se logró constituir la Liga, pero siento que fue más por cumplir un requisito en los Juegos Nacionales de 2015. Después de eso el apoyo fue muy poco”.

Finalmente, resaltó que “acá estoy feliz, cuento con el respaldo de mis padres, me están ayudando mis familiares, tengo a mi lado una persona que desea salir adelante conmigo, entonces creo que las prioridades ahora deben ser otras. Es una lástima dejar la alta competencia, pero a mi edad debo pensar en mi futuro, y ya estoy trabajando fuerte por construirme uno excelente”.