A pesar del frío capitalino, el ambiente futbolero durante los 90 minutos fue caluroso por parte de los aficionados colombianos, quienes alentaron a los jóvenes y demostraron desde las tribunas la cultura deportiva que rodea a la Selección Colombia, en un marco como sólo un Mundial lo permite vivir y con cuatro gritos acompañados del ole en cada toque tricolor.

No pudo ser mejor el debut de los colombianos, pues mostraron la categoría para remontar un marcador adverso y pasar por encima a los franceses con cuatro goles, que les permitió confirmar la chapa para llegar a la final y soñar con el título Mundial. James Rodríguez, Fernando Muriel en dos oportunidades y Santiago Arias fueron los héroes de la noche, al marcar los cuatro goles del triunfo 4-1 sobre Francia, que abrió el marcador con Gilles Sunu, pero después se encontró con la otra figura de la tricolor, el arquero Cristian Bonilla, quien salvó varias opciones en los momentos justos.

Colombia tuvo momentos de debilidad en el partido, pero se supo reponer para encontrar el rumbo y empezar a mandar con autoridad en su Mundial, para que la fiesta sea completa y más que un sueño, para convertirse, de a poco, en una realidad.

Emociones

De arranque el juego tuvo las emociones que se esperaban para un duelo entre dos candidatos al título, pues recién a los dos minutos Michael Ortega soltó un remate de media distancia que lo devolvió el travesaño y Francia respondió con dos lanzamientos de Sunu y Griezmann, que encontraron bien ubicado a Bonilla.

Y la llave para abrir el arco era esa, pues Colombia intentó de nuevo con Didier Moreno, quien controló bien el arquero Ligali de los europeos, mientras Francia empezó a adueñarse del balón, aprovechando los costados, sobre todo el izquierdo, por medio de Griezmann, en sociedad con Sunu.

Por eso un contragolpe de Colombia generó una aproximación, gracias a James Rodríguez, quien se la tocó a Muriel, para que el delantero cafetero fuera al fondo, pero su centro fue cortado por la defensa ‘galla’, pero de nuevo apareció James, para juntarse con Muriel, quien le hizo una pared de taco, que terminó en el ‘Trencito’ con un remate suave a las manos de Ligali.   

Sin embargo, la apertura del marcador silenció El Campín, pues al minuto 20, de nuevo Gilles Sunu, el hombre del Arsenal inglés quedó libre en el borde del área y remató fuerte para que nada pudiera hacer el arquero Bonilla y decretar el 1-0 parcial y un golpe anímico para los juveniles de Colombia.

Pero esa frustración sólo duró ocho minutos, pues de nuevo apareció James, con un pase entre líneas para Arias, quien ingresó al área y fue derribado por Kalidou Koulibaly y el central neozelandés Peter O’Leary no dudó en pitar la falta, que precisamente el 10 colombiano, James Rodríguez, se encargó de cambiar la falta por gol, para levantar a los 40 mil espectadores.   

Colombia recuperó el balón, Francia se notó que sufrió el golpe de la altura y los cafeteros tuvieron para ampliar el marcador, con un remate del ‘Trencito’ Valencia y un mano a mano de Ortega que salvó Ligalí, siempre entrando por la banda derecha del ataque colombiano.

Alegría total

En el primer tiempo, a los dos minutos, Ortega estrelló el balón contra el travesaño, y en la segunda parte se inventó, en el mismo minuto dos, un taco para habilitar a Muriel, quien en el área enganchó para quedar solo ante el arquero Ligali y con una definición perfecta le dio la vuelta al marcador, rápido y un golpe duro para los franceses.

A partir de allí, Francia reaccionó, pero no lo suficiente, ya que se juntaron James y Ortega para dar manejo al balón y los europeos sólo se aproximaron, sin acciones de mayor peligro, hasta que Colombia empezó a cometer errores en defensa y permitieron opciones claras de gol.

No obstante, cuando mejor jugaba Francia y acercaba al empate, apareció la magia de James y Ortega, pues primero James le puso el centro para el tercer gol que anotó Santiago Arias y Ortega de nuevo dejó mano a mano a Muriel, quien definió otra vez perfecto para poner el cuarto y la fiesta total en El Campín.

Y con el cuarto gol llegaron la euforia, la alegría y el ole a las tribunas, con una Colombia muy superior, que hasta tuvo el quinto con un penal sobre Muriel que cobró James y lo atajó Ligali, pero eso no ­opacó el categórico triunfo de los colombianos, ante el campeón europeo, para soñar y confirmar la chapa de ­campeón.