Autoridades expusieron motivos para no sentir ‘desconfianza’ por el intercambiador de la 60

Juan Corredor / El Nuevo Día
Crédito: Juan Corredor / jorge Cuellar / El Nuevo DíaEl intercambiador se encuentra contemplado en el Plan de Desarrollo, en el Plan de Ordenamiento Territorial y el Plan Maestro de Movilidad.
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Desde que surgió la embrionaria idea de sacar adelante este proyecto, hasta la materialización del mismo que se hará en marzo, son muchas las cosas que han cambiado y las dudas que se han generado.
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A pocas semanas de que inicien las obras del intercambiador vial de la 60, funcionarios de la Secretaría de Infraestructura, habitantes de los barrios aledaños y comerciantes del sector se dieron cita el pasado jueves en el salón comunal de La Floresta, con el objetivo de socializar el proyecto y expresar las preocupaciones. Entre acuerdos, disensos y expectativas avanzó la reunión, en la cual se dieron a conocer reveladores detalles de lo que se viene para la ciudad en los próximos meses.

La megaobra, que desde un comienzo ha sido la bandera insignia de la administración Hurtado, luego de múltiples adversidades empieza a ver la luz, toda vez que, si las cosas salen de acuerdo a lo planeado, en dos meses iniciará la intervención.

Sin embargo, a pesar de que todo está escrito para que empiecen los trabajos en este remate administrativo, los habitantes y comerciantes del sector coincidieron en decir que la Alcaldía no ha tenido en cuenta a la comunidad, razón por la cual, el espacio resultó perfecto para conocer los pormenores del proyecto, antes de que siquiera se hiciera pública la  licitación.

JUAN CORREDOR

 

¿En qué consiste el proyecto?

Con el fin de mejorar los embotellamientos que se presentan continuamente a la altura de la Carrera Quinta con calle 60, se contrató una consultoría que realizó los estudios y diseños de la intersección vial.

“Hemos realizado una consultoría que costó alrededor de $2.200 millones, la cual tiene este valor porque este es un proyecto de alta injerencia y complejidad, por lo que es necesario evaluar todos los componentes.

“Uno de ellos es el factor de movilidad, en el que se hicieron unas valoraciones con proyecciones a cinco, diez, quince y veinte años. Pero adicionalmente revisamos los aspectos de carácter técnico como la biotecnia, la hidrología, lo eléctrico, lo predial y demás disciplinas de la ingeniería”, aseguró Diego Herrán, director técnico de la Secretaría de Infraestructura.

Tras las etapas de valoración, la consultoría arrojó que este punto debe ser tratado como un intercambiador vial para solucionar las dificultades de tránsito, la cual debe constar de tres niveles. El primero de ellos es un deprimido, que sale del eje de la calle 60 con una longitud aproximada de 300 metros; distancia que se explica debido a la necesidad de que el deprimido termine después de la Carrera Sexta, para evitar así nodos que colapsen la movilidad.

El segundo nivel tiene que ver con una glorieta, la cual es la única que garantizaría el poder hacer giros izquierdos, derechos y retornos. Adicionalmente, se requeriría un puente alzado sobre la carrera Quinta, con una longitud de 100 metros, que permita el flujo libre. 

Sin embargo, si bien en un principio se tenía proyectado ejecutar los tres niveles, hubo un cambio de planes que obligó a postergar para otras administraciones la construcción del deprimido. 

Ahora bien, según lo expuesto en la reunión del jueves, el megaproyecto se restringirá, por limitaciones presupuestales, a la edificación del puente sobre la Carrera Quinta, quedando también relegada la glorieta.

“Sin embargo, las limitaciones presupuestales nos obligan a hacer etapas funcionales, simplificando la intersección, garantizando los flujos libres sobre los dos ejes principales, los giros derechos e izquierdos, pero que, en todo caso, la problemática nodal se pueda solucionar”, aseveró Herrán.

En cuanto a las especificaciones técnicas, EL NUEVO DÍA pudo conocer que el puente, además de tener un desarrollo de 99 metros de longitud, va a estar distribuido en tres cruces, con doble calzada (en paralelo). Asimismo, se pretenderá que la estructura sea tan estable, que se pueda cargar con camiones C3, a máxima capacidad, sin que exista ningún contratiempo. 

Adicionalmente, sobre el eje de la Carrera Quinta, se hará un paso para el giro derecho, el cual afectaría únicamente al predio de Infibagué. A la vez, sobre la paralela existente, se garantizará zonas peatonales.

Suministrada / El Nuevo Día
Juan Corredor / EL NUEVO DÍA. La comunidad expuso sus cuestionamientos.

 

¿Un elefante blanco?

De cara a este megaproyecto, con antelación los comerciantes y habitantes aledaños al lugar habían expresado su preocupación con que la obra quedase inconclusa y no representase ningún beneficio para quienes habitan los alrededores. 

A este respecto, Sharon Guzmán, nueva secretaria de Infraestructura, apaciblemente respondió que no comprendía el fundamento de dicha desconfianza. 

“No entiendo cuando me dicen que hay mucha desconfianza por empezar una obra. Sí, va a haber un impacto a nivel de movilidad, cosa que entendemos, pero que es necesario para mejorar y modernizarse, toda vez que no podemos seguir con las mismas vías y los mismos puentes”, aseguró la funcionaria.

Así pues, con el objetivo de “quitar los sofismas y las malas noticias”, se aclaró a los presentes que el empréstito por $105.000 millones que fue aprobado por el Concejo municipal en 2020 y del cual se desprenden $40 mil millones exclusivamente para el intercambiador vial, son recursos que, en teoría, permitirán culminar la etapa funcional N°. 1.

Asimismo, si bien por las limitaciones presupuestales a las que se había referido Herrán no es posible construir el deprimido y la glorieta, los funcionarios fueron enfáticos a la hora de aclarar que las futuras administraciones que cuenten con el músculo financiero necesario, podrán sacar adelante el proyecto en su totalidad.

“Lo importante es que ustedes entiendan que esto es algo demasiado importante para el futuro de la ciudad, pues esta necesita obras de gran alcance en el tiempo. Nosotros estamos acostumbrados a que queremos proyectos de dos años y no es así, pues hay algunos que abarcan una administración y que se pueden prolongar mucho más”, agregó Guzmán.

Suministrada / El Nuevo Día
Sharon Guzmán, secretaria de Infraestructura de Ibagué.

 

Duración

Por su parte, preocupación adicional genera en la comunidad el tema del cronograma de ejecución de las obras, toda vez que se especulaba que, por presuntos afanes e improvisaciones, la obra se prolongaría a lo largo del tiempo.

Sobre este particular, Guzmán aseguró que, con base a los estudios realizados, los trabajos no superarían los ocho meses y que, incluso, podrían durar menos debido a que se podrían tener tres jornadas laborales: de 6 a.m. a 2 p.m.; de 2 p.m. a 10 p.m.; y de 10 p.m. a 6 a.m.

“Al ingeniero Hurtado no le interesa venir a cortar la cinta de este proyecto e inaugurarlo, sino empezarlo y hacer todo lo posible para que la primera fase la terminemos este año. (...) asimismo, se va a colgar el proceso de licitación y se tendrá 30 días hábiles para adjudicarlo”, dijo la funcionaria.

 

Predios

Asimismo, en el marco del debate de control político que tuvo lugar a mediados del año pasado en el Concejo, los propietarios manifestaron su desacuerdo en lo relacionado con la compra de predios para la construcción del intercambiador de la 60.

No obstante, Herrán ratificó lo que ya se conocía con anterioridad, es decir, que en la ejecución de esta primera unidad funcional, queda descartada la posibilidad de entrar a negociar con los propietarios y comerciantes, principalmente, por el alto costo financiero que ello implicaría.

“Si se quisiera hacer el intercambiador completo, una de las limitantes sería el tema predial, toda vez que se generarían afectaciones por un valor de $87.000 millones. 

“Pero es difícil negociar predios, sobre todo cuando hay áreas tan consolidadas como las existentes en la 60, lo que generaría afectaciones a unos intereses particulares. En ese sentido, y atendiendo esto, se decidió hacer esta etapa, sin afectar los predios colindantes”, dijo el funcionario.

Sin embargo, en el aire quedó sonando el hecho de que, si para futuras administraciones es viable realizar el deprimido y la glorieta, el tema de la compra de predios volverá a retumbar en el debate público. De momento, el único predio que sufriría afectaciones sería aquel donde está ubicado Infibagué.

Suministrada / El Nuevo Día
Algunos de los asistentes se mostraron favorables al intercambiador vial.

 

¿Necesario?

Entre las voces que se oponían al proyecto, se encontraban aquellos que consideran que la obra en la carrera Quinta con calle 60 no solucionaría el problema de los embotellamientos, toda vez que atraería más tráfico y quedaría en la obsolescencia o que existían otros puntos más neurálgicos que requerían prelación.

Con relación a lo anterior, los funcionarios argumentaron que a pesar de que el último intercambiador se hizo hace más de cuatro periodos, Ibagué necesita tener infraestructura vial, con un sentido muy claro: reducir los tiempos.

Así pues, según sostiene Herrán, los estudios de movilidad efectuados en la carrera Quinta con calle 60, la carrera Quinta con calle 64 y la carrera Sexta con calle 60, relacionados con cuánto tiempo se demoran los conductores para cruzar de un lado a otro, arrojaron que de los nueve movimientos viales posibles, solamente dos tenían niveles “aceptables”, mientras que los otros estaban colapsados. 

“Adicionalmente, cuando se hace un proyecto vial, no solo se valora la situación actual sino la proyección de crecimiento de vehículos, pues recordemos que del 2005 al 2022, el parque automotor se triplicó. Entonces, esto es algo que debemos proyectar en el tiempo, haciendo una intervención eficiente”, apostilló. 

 

Persisten algunos cuestionamientos 

En la socialización, la comunidad no escatimo en preguntas sobre los efectos más inmediatos que este proyecto traería a los diversos barrios que lindan con este punto, tales como El Limonar, La Floresta y Versalles, entre otros. Particular preocupación causó la intención que tienen las autoridades por garantizar giros y orejas por otras vías secundarias, mientras se ejecutan las obras.

De acuerdo con una de las líderes, existe un déficit en materia de señalización de tránsito al interior de los barrios, por lo que cabe pensar que los accidentes estarán a la orden del día. 

Asimismo, se cuestionó que, ante el actual estado de deterioro de la malla vial, se pueda redirigir sosteniblemente el flujo vehicular, toda vez que las calles que ya están dañadas pueden empeorar, y aquellas que están impolutas se pueden empezar a desgastar.

De momento, aunque no existe un Plan de Manejo de Tránsito terminado, se aseguró que la Secretaría de Movilidad ya se encuentra trabajando en el mismo, para así aminorar estos posibles efectos adversos. 

Asimismo, con incertidumbre quedaron algunos en lo que concierne al tema financiamiento, pues si bien se argumentó que los $40 mil millones cubren la fase 1 del intercambiador, el fantasma de las adiciones presupuestales continuaba inquietando.

“El presupuesto, del que dicen que se tiene asegurado, me temo que tengan que hacerle adiciones porque así es como se vienen manejando las obras a nivel local y departamental, por lo que se necesita más tiempo para su finalización”, comentó uno de los asistentes.

Por último, zozobra generó las declaraciones de Guzmán con respecto a otros proyectos de gran envergadura que se adelantan, como es el caso de las Piscinas de la 42, la cual, según la funcionaria, avanza ‘a pasos de tortuga’ por cuenta del contratista.

“También tenemos el proyecto de las piscinas de la 42 y sí, va muy lento, cosa que no podemos negar, pero es que no somos adivinos para saber con qué contratistas vamos a dar. Quisiéramos tener los mejores, pero llegan unos de otra ciudad que no ‘le meten la ficha’ porque no les duele”, dijo Guzmán

Y es que si bien en un mes se ha de conocer el proponente que se queda con la ejecución del contrato del intercambiador, algunos temen que en la Carrera Quinta con calle 60 se repita la historia. 

“Estoy más que seguro que más de ocho meses se van a demorar, por los diferentes incumplimientos de los contratistas, puesto que, como se ha podido corroborar, no se sabe qué calidad tienen estas personas”, aseveró otro de los líderes.

Suministrada / El Nuevo Día
Ante la preocupación por el estado de las calles secundarias, se aseguró que se ejecutará un plan de acción de intervención de vías barriales. 

 

La primera garantía que les queremos dar, es que la fase 1 es perfectamente funcional, puesto que en las valoraciones de tránsito y movilidad, se va a mejorar la intersección en los flujos de los dos ejes principales. - Diego Herrán. director Técnico de la Secretaría de Infraestructura.  

 

Hay que entender que esta obra también tendrá una colindancia natural con la intervención de la Quinta. - Diego Herrán. Director Técnico de la Secretaría  de Infraestructura. 

 

Datos

- El proyecto contempla la modernización de las redes hidrosanitarias y la subterranización de las redes eléctricas.

- El valor total de las tres fases corresponde a un aproximado de $180 mil millones.

 

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