No es el oro... es el territorio

Además de monopolizar la producción de mercancías, las finanzas, las telecomunicaciones, entre otros, dos medios vitales como la tierra y el agua para la subsistencia de la humanidad,

están siendo apropiados por grandes multinacionales en diferentes partes del mundo, lo cual ha ocasionado expulsiones de comunidades rurales poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y la soberanía nacional.

En el Tolima nos están arrebatando el territorio a mordiscos ilegales, comienzan buscando oro subterráneo en sobrevuelos, registran sus coordenadas, compran en negocios raros, echan a los campesinos y se apropian los sitios seleccionados… pero la realidad es otra.

Los extranjeros, quienes son adictos al oro, los anglo-golds, son agentes  para apropiarse – para los imperios – de nuestras tierras y aguas.

Así lo hicieron los españoles, los portugueses, los ingleses, con tanto éxito, que nos preñaron y nos sometieron a otras culturizaciones, a sistemas agrícolas de cuatro estaciones, y agregan una estrella en sus banderas como indicadores de crecimiento territorial.
    
Todo comenzó con los españoles

Es que cuando el Mar Caribe estaba organizando la geología costeña, por su influencia oceánica, arreglo un estrato, muy grueso, con carbón mineral de la mejor combustión, como reserva patriótica…

Ya José Santamarta, economista español, ante las protestas de los indígenas guajiros, nos había recomendado, como única salida urgente y decente, que nacionalizáramos las minas de carbón antes que los extranjeros comenzaran a realizar expropiaciones y chanchullos.

Y muy lentamente se han ido apropiando del Territorio, costeño, lentamente han sucumbido fincas, pueblos, ecosistemas, cultivos, comunidades indígenas, culturas, humedales, alcaldías, y todo aquello que se les atraviese…

Lo repetiremos siempre

Un recurso natural no renovable… tiene un origen genético, si nació nuestro es nuestro… su explotación puede entenderse como una declaración de guerra.

Extranjeros tras la tierra y el agua

En cuanto al despojo de tierras, en América Latina, vale mencionar los casos de Chile y Argentina donde la multinacional Benetton, despojó al pueblo mapuche de sus tierras, acaparando 900 mil hectáreas; en Brasil, el conglomerado japonés Mitsui compró 100 mil hectáreas de tierras agrícolas, el equivalente al dos por ciento de la superficie cultivada de Japón.

Esto debe alertarnos, pues en días pasados el presidente Santos estuvo firmando acuerdos con Japón y Corea del Sur, este gran comprador de tierras por medio de la multinacional Daewoo.

El grupo chino Suntime International Techno-Economic, busca tierras en todo el mundo para la producción de granos.

Para hablar del agua, se observa que la presencia de multinacionales en América Latina es numerosa, hay francesas, inglesas, italianas, españolas, alemanas, estadounidenses, las cuales han logrado apropiarse del recurso hídrico.

Las dos multinacionales francesas Suez y Vivendi dominan el agua en América Latina, juntas, poseen dos tercios del mercado mundial de agua privatizada, en Colombia tienen presencia en La Costa Atlántica y Boyacá.

Tal situación debe preocuparnos pues por medio de la Ley de Aguas del 2005, en los artículos 26 y 28, se autoriza la concesión de recursos hídricos para macroproyectos hasta por 100 años, como sucederá con las aguas de muchas regiones de nuestro país.

Para tal fin, se ha venido llevando a cabo un proceso de control de territorios, por parte de actores armados legales e ilegales, para facilitar las ventas o concesiones a las multinacionales, tal vez ello puede explicar en Colombia parte de los planes de guerra y expulsión de población en algunas zonas del país, con riqueza hídrica y tierras fértiles.

Ante dicha barbarie mundial y nacional por parte de estos megamonopolios, es urgente que la sociedad tome conciencia, para construir un proyecto alternativo de país, pues como vamos no se demoran en apropiarse del oxígeno y cobrarnos por respirar.
Tomado de: www.ecoportal.net

La pretensión de la Drummond, de comprar el pueblo y trasladarlo a espacios más allá del carbón, incluye el trasteo del acueducto, construido con tanto esfuerzo y muy querido por los habitantes del Paso.

Credito
EL NUEVO DÍA

Comentarios