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Cada canción, una historia: “El Tolima”. Según Atahualpa Yupanqui, del muy bello poema y con este nombre nació una historia acaecida en el Tolima.

Atahualpa Yupanqui pasó más de medio siglo de su vida convirtiendo en poesía universal sus vivencias personales. Es el cantor que conmueve, porque dice lo que todos quisiéramos decir: “Amo la luz, y el río, y el silencio, y la estrella…”

Difundir la obra Yupanquiana es contribuir al conocimiento y el sostén de la cultura, es acercarnos al manantial de su canto, estudiando y comprendiendo los valiosos afluentes que confluyen al mismo: “La Tierra, el camino, el silencio, la soledad, el destino de dar, el amor, la libertad del hombre”.

Yupanqui, con el signo esencial de su guitarra, su palabra simple y su voz limitada, pero expresiva, y hasta con su presencia de paisano aindiado, logró traducir el canto de la Tierra.

Visitó, le cantó y quiso al Tolima en 1979. Cuentan los amigos que después de su serenata a Ibagué los presionó para conocer los ecosistemas nuestros y ofrecer sus cantos de liberación a nuestros luchadores… y una noche los amigos lo complacieron.

El maestro César Augusto Zambrano tiene como obsesión el rescate del folclor y la ecología que describen la historia del pueblo tolimense. Hace pocos días nos ofreció, con los coros y orquesta de la Universidad del Tolima, la cantata “Tierra” inspirada en la carta del Jefe Seatle, que es una página de la historia indígena de América.

El maestro César Augusto Zambrano en su próximo concierto con el coro y orquesta de la Universidad del Tolima rendirá homenaje a Atahualpa Yupanqui con la canción “En el Tolima”

Hace muchos años, contaba, me regalaron en Popayán, sur de Colombia, dos tomos escritos por un obispo de Bogotá, titulados “La Violencia en Colombia”. Leí el libro con mucha atención. En uno de los pasajes contaba la vida de un muchachito de 16 o 17 años que apresado y herido, contó después al sacerdote muchas cosas.

Yo he sufrido mucho, señor –le decía-; pero uno de los dolores más grandes del alma ha sido cuando me ordenaron tirar mi tiple al Río (era tocador de tiple, el instrumento típico de las montañas colombianas) ¡Pucha que me dolió! ¡Caramba que me dolió el alma!

Yo soy guitarrista, decía Atahualpa. Toda la vida no fui nada más que eso: un sencillo campesino tocador de guitarra. Por eso, aquel sucedido me tocó de cerca: aquella lectura me tocó profundamente. Y compuse esta travesura. Eso pasaba en el Tolima, una de las montañas del sur de Colombia.

(Más información davidgiordano1@hotmail.com)

“Solo una vez he llorado, callado llanto de indio, fue en la sierra del Tolima al tirar mi tiple al río”.

En El Tolima

Atahualpa Yupanqui

Música: Ángel Parra

(Estilo llanero)

Sólo una vez he llorado,

callado llanto de indio;

fue en la sierra del Tolima

al tirar mi tiple al río.

Nos íbamos monte adentro,

era noche de peligro.

Que nadie fume ni hable,

era noche de peligro.

Andábamos silenciosos,

corazón endurecido,

cuando llegó la consigna

como un puñal de dos filos:

El que lleve tiple en mano,

que arroje su tiple al río.

Tal vez otro haya pasado

aquello que yo he vivido:

Ser hombre de causa firme

y no temerle al peligro.

Sentí su queja en las piedras

al rodar por el abismo,

como pidiéndome ayuda

con el último sonido.

La noche creció dos veces:

en el monte y dentro mío.

Y yo me fui monte adentro

y el tiple cayó en el río.

Adiós, compañero fiel

de juventud y amoríos;

tú tendrás que comprenderlo:

era noche de peligro.

Nos mordía los talones

la sombra del enemigo.

Tú tendrás que comprenderlo:

era noche de peligro.

Soy hombre de causa firme,

yo no le temo al peligro,

pero me fui monte adentro

y el tiple cayó en el río.

Mañana cuando amanezca

han de oír los campesinos

un nuevo canto en el agua,

mitad canto, mitad grito.

Madera rota en las piedras,

alma que busca un camino.

Lo encuentra, y se va cantando

sobre la espuma del río.

Los invitamos a escucharla:

Cantada por Atahualpa Yupanqui: http://www.youtube.com/watch?v=3FqV-3MoYbM

Cantada por Ángel Parra: http://www.ouvirmusica.com.br/atahualpa-yupanqui/849434/#mais-acessadas/849434

El rastro de

Atahualpa Yupanqui

Cantante, compositor, guitarrista y escritor argentino, nacido el 22 de enero de 1908, Héctor Chavero Haram, más conocido como Atahualpa Yupanqui (nombre adoptado en honor a dos legendarios indios incaicos), es considerado el músico de folclore más importante de su país del siglo XX.

De joven Yupanqui se dedicó a viajar extensivamente por el noroeste argentino y el altiplano estudiando la cultura indígena. Debido a su inclinación comunista, fue censurado, detenido y encarcelado varias veces durante la presidencia de Juan Domingo Perón.

En 1952 Yupanqui partió a Europa, donde Édith Piaf lo invitó a tocar en París en junio de ese mismo año y consecuentemente a tocar por todo el resto de Europa. En 1952 vuelve a Buenos Aires y se aleja del partido comunista, lo que le facilitó conseguir contratos en la radio.

El reconocimiento a su trabajo etnográfico se extendió a lo ancho y largo del país durante los sesentas, y artistas nuevos como Mercedes Sosa grabaron sus composiciones y lo hicieron popular entre los músicos jóvenes, refiriéndose a él como “Don Ata”.

Llevó su música por países tan diversos como Colombia, Japón, Marruecos, Egipto, Israel e Italia durante los años 1963 y 1964. En 1967 tocó en toda España para luego establecerse en París. Durante algún tiempo visitó regularmente Argentina, pero luego sus viajes se volvieron menos frecuentes cuando Jorge Videla subió al poder en la dictadura militar de 1976.

En 1985 obtuvo el Premio Konex de Brillante como mayor figura de la historia de la música popular Argentina. En 1986 Francia lo condecoró como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras. En 1987 recibió en Argentina el homenaje de la Universidad Nacional de Tucumán. Con “Minero soy”, primer LP publicado en Europa obtuvo el primer premio de Mejor Disco de la Academia Charles Cros, en el Concurso Internacional de Folclore en París.

Murió en Nimes, Francia, en 1992 a la edad de 84 años, pero su música sigue viva hasta la actualidad en la memoria y en las canciones de muchísimos artistas actuales argentinos y extranjeros que se inspiran en él.

Violeta Parra

Luis Ángel Cereceda Parra es cantautor chileno, hijo de Violeta Parra y Juan Cereceda Arenas. Su nombre artístico es Ángel Parra en honor a su madre. Uno de los principales representantes de la Nueva Canción Chilena, heredó el interés por las artes que mostraba su madre.

Ángel Parra tiene una fructífera discografía que incluye más de 50 discos como solista, a los cuales hay que agregar los que publicó junto a su hermana Isabel Parra en el dúo Isabel y Ángel Parra, así como los álbumes en los que ha participado como colaborador o bien interpretando junto con otros artistas.

En el último concierto con Atahualpa Yupanqui dijo: “Quisiera cantar ahora una canción que el maestro escribió el texto hace muchos años, por los años 60 y yo tuve la suerte de encontrármelo en el año 1967 en Santiago de Chile y me la entregó para que yo le pusiera la música. Este texto habla del Tolima.

Credito
EL NUEVO DÍA

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