El Megaproyecto de recuperación del río Magdalena, incluido por el gobierno del presidente Juan Manuel Santos en el Plan de Desarrollo 2014 - 2018, como estrategia para reactivar su navegabilidad y fomentar un nuevo medio de transporte fluvial de carga y pasajeros genera un intenso debate por parte de las organizaciones ambientales, que advierten que se avecina una gran catástrofe, pues la construcción de 11 centrales hidroeléctricas, tres de las cuales estarían ubicadas en inmediaciones de Honda, en el norte del Tolima, afectarán los ciclos hídricos, la riqueza ictiológica y los ecosistemas naturales de esta importante vertiente nacional.

Una movilización nacional bajo el lema “Nosotros no solo somos los defensores del río. Somos el río”, inició en marzo pasado por asociaciones ambientalistas que representan a los municipios de las riberas del Magdalena en rechazo al plan de obras propuesto por la multinacional Hydrochina a la Nación.

En esto consiste

Generación de energía, navegación y protección ambiental de la cuenca son los principales objetivos del Plan Maestro que se ejecutaría en 128 municipios, cuya terminación está calculada para 2030. La meta a largo plazo en materia de navegabilidad es tener una arteria fluvial de 887 kilómetros entre Puerto Salgar y el Canal del Dique.

Los gestores de la protesta -Asoquimbo, el Movimiento Ríos Vivos, Movimiento Regional por la Defensa de los Territorios y la Vida, Haca Yu Macu, Planeta Paz, Censat Agua Viva y el Movimiento Eco socialista de Colombia- sostienen que mediante el Plan maestro de aprovechamiento del río Magdalena el Gobierno incurrirá en un proceso de privatización del principal recurso natural de los colombianos, pues se pretende entregar la principal vertiente de nuestro país para que sea explotada por Hydrochina Corporation, Power China bajo la complacencia de Cormagdalena.

Por esta razón se declararon en resistencia pacífica y promueven la movilización de todos los pobladores de la cuenca con programaciones especiales que incluyen foros, paneles, conferencias, recorrido en canoas, rituales, recolección de información en lugares como San Agustín, Pitalito, La Jagua Garzón, Hobo, Neiva, Aipe, Puente Golondrina, Ambalema, Honda y La Dorada.

Los coordinadores del movimiento nacional anuncian marchas de protesta en las ciudades puerto, que concluirán en Barranquilla.

17 hidroeléctricas

Para los defensores de la cuenca del Magdalena, las intenciones del Gobierno van más allá de la simple recuperación de la navegabilidad, porque se proyecta la construcción de por lo menos 17 centrales hidroeléctricas, semejantes al Quimbo y Betania, lo cual representa una seria amenaza para millones de pobladores, pues al ejecutar obras de infraestructura de estas dimensiones se altera todo el ecosistema y la riqueza vegetal y natural de la vertiente que va desde San José de Isnos, en San Agustín (Huila), hasta su desembocadura en Bocas de Ceniza, en Barranquilla.

La gran catástrofe que se pronostica es que sobrevendrían fenómenos de inundaciones y erosión, al tiempo que se atentaría contra la principal riqueza alimentaria de innumerables regiones como es la reproducción de especies tradicionales como el nicuro, bagre y bocachico.

Además de atentar contra la riqueza ictiológica del río, la ejecución del Megaproyecto implicará traslados y reubicaciones de poblados enteros como sería el caso de Honda.

El Plan para el manejo y la recuperación de río Magdalena incluye la construcción de 17 hidroeléctricas de diferente capacidad generadora de energía.

Puntos potenciales 

Los puntos identificados como potenciales para la ubicación de las represas son Guarapo, Chillurco, Oporapa, Pericongo, Quimbo, Betania, El Manso, Veraguas, Bateas, Balsillas, Carrasposo, Nariño, Lame, Ambalema, Cambao, Honda y Piedras Negras.

El estudio propone que es económica y técnicamente viable la construcción de una represa en Honda, porque representa enormes beneficios para la generación de energía en esta zona del país.

En Honda, la subienda de pescado es principal fortaleza de la resistencia ciudadana con tal de evitar la privatización del río Magdalena.

“Colombia está al borde de la catástrofe ambiental y El Quimbo es un caso excepcional”. Con ese llamado de advertencia la Contraloría General de la República pidió al gobierno aplazar el proyecto de la construcción de la represa El Quimbo.

El organismo de control continúa estudiando nuevas denuncias instauradas por las asociaciones ambientales que piden la derogatoria del Megaproyecto en cuanto a generación eléctrica se refiere a través de la explotación de las aguas del río Magdalena por los perjuicios irreparables que traerá para las comunidades la construcción de las 17 centrales hidroeléctricas y microcentrales que serían confiadas para su respectiva ejecución a Hydrochina, bajo la figura de concesión.

Las asociaciones ambientales piden a la Contraloría General de la República detener este Megaproyecto, teniendo en cuenta el ejercicio constitucional que le asiste de velar por la soberanía y la seguridad energética del país.