¿Replantear la educación?

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
El llamado se dirige no solo a la forma de brindar los servicios educativos en los colegios, sino también a la forma de regular la democracia interna.

Cuando comienza un nuevo cuatrienio de mandato en la Gobernación y en las 47 alcaldías del Tolima, en cuanto a la educación es pertinente pensar cómo transformar y cambiar el ritmo y contenido de lo que se viene haciendo en el sistema escolar. Si pensamos en transformar lo existente para mejorarlo, necesariamente se debe asumir el enfoque y la concepción critico-social.

¿Qué está operando mal, qué funciona bien pero puede ser mejor? Podrían ser las preguntas de entrada. Poner de relieve las situaciones de inequidad e injusticia en la oferta educativa. Mirar dónde y cómo el Estado deja de cumplir los derechos del núcleo esencial del derecho fundamental y de la educación como derecho humano: derecho a la calidad, a la disponibilidad, a la permanencia en el sistema escolar, al acceso sin discriminación. Por ahí se podría comenzar.

Hay un documento de la Unesco (2015) de reciente circulación que da luces sobre las concepciones que se deben tener en cuenta en los momentos de planificación que comienzan en las entidades territoriales en el primer semestre de 2016. ‘Replantear la educación. ¿Hacia un bien común mundial?’ es el título del documento. Comienza por decir que “Hoy es necesario volver a reflexionar sobre la educación de forma ambiciosa”. Así debe ser, si queremos salir del estado de mantenimiento de las tendencias del desarrollo educativo, centradas en enfoques y modelos de control normativo, de búsqueda de la eficacia y la eficiencia, del afán por estandarizar y medir, propio de organizaciones de producción económica y no de formación humana como debe ser en las organizaciones escolares.

Se aboga por “una visión humanista de la educación como bien común esencial”. Porque según la Directora General de la Unesco, “el acceso a la educación no basta, debemos centrarnos en adelante en la calidad de la educación y la pertinencia del aprendizaje”(p.4).

En este libro publicado por la Unesco se desarrolla la idea de que se debe garantizar el derecho a la educación “y la noción de la educación como bien público”.

¿Qué replantear en educación?

En resumen: Hay muchas cosas por cambiar en el sistema escolar del Tolima. En la capital le corresponde liderar esos cambios al Alcalde de Ibagué, y en los 46 municipios no certificados, al Gobernador, con los secretarios de Educación que entren a desempeñar esos cargos.

Los Planes de Desarrollo anteriores han enfocado las acciones de intervención hacia el mejoramiento de la calidad educativa y se ha tomado como patrón de medida los resultados de las pruebas estandarizadas Saber. Hay que comenzar por cambiar esa concepción y enfocar el objetivo de mejorar la calidad hacia otros factores de la calidad, entre ellos la calidad de los docentes, su formación previa y continua.

Hay que invertir más recursos y tiempo en el mejoramiento del nivel educativo de los docentes y en su formación pedagógica y didáctica, principalmente.

En relación con esto de la calidad es pertinente decir que entre los 17 nuevos Objetivos Mundiales del Desarrollo aprobados por las Naciones Unidas en septiembre pasado; Objetivos del Desarrollo Sostenible, ODS, “Transformando nuestro mundo: la agenda 2030 para el desarrollo sostenible”, el objetivo cuarto es “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.

Los gobiernos escolares como remedo de democracia

Es obligatorio que cada institución escolar oficial o privada organice y ponga funcionar las unidades del denominado gobierno escolar para propiciar la participación de los integrantes de las comunidades educativas en la dirección de cada una de estas, para propiciar, de esta manera, aprendizajes de competencias ciudadanas, y para que los estudiantes aprendan a ejercer actividades políticas y, en consecuencia, de acceso al poder en las organizaciones escolares.

Se puede afirmar que el gobierno escolar no está cumpliendo los propósitos para los cuales se ha ordenado su funcionamiento. Porque no se propicia la participación democrática que se pretende y esto ocurre, principalmente en cuanto a los estudiantes. En la mayoría de los casos se convierten en convidados de piedra en las sesiones del Consejo Directivo.

La elección de Personero Estudiantil y del representante de los estudiantes en el Consejo Directivo se ha convertido en una rutina electoral que replica prácticas de la mecánica electoral partidista en cada localidad.

Muchos planes, pero poca acción

En todas las organizaciones estatales, incluyendo las instituciones escolares, predomina el enfoque prescriptivo de planificación. Se tiene la ilusión de que lo que se planifica se cumple, se ejecuta. Así como se pensaba según las Teorías de la Administración Clásica (Tayler, Fayol) de la Teoría de la Burocracia (Weber).

De ahí que se dé excesiva importancia a la planificación, circunscrita a la formulación de instrumentos de planificación que el plantel incluye: los Proyectos Educativos Institucionales, los Planes de Mejoramiento Institucional, (PMI) los Planes Operativos Anuales (POA), los Planes Operativos de Inversión (POAI), éstos últimos como insumo de los prepuestos de los Fondos de Servicios Educativos (FSE). En cuanto a lo curricular, planes de estudio, planes de área, planes de clase y proyectos pedagógicos.

Si fuera tan cierto que lo que se planea se ejecuta, el sistema funcionaría según lo deseable. Pero no es así. En consecuencia habrá que pensar más en el hacer que en el de planificar y evaluar.

Entonces, si la planificación minuciosa no da los resultados deseables, resulta innecesario agregarle los planes decenales o la formulación de políticas públicas para todo, que se convierten en documentos archivados en los anaqueles de las bibliotecas y oficinas de las IE.

En fin, el listado de lo que hay que cambiar es bastante largo en todo aspecto. Por ejemplo, queda pendiente hablar de la utilidad que tienen los Comités, entre ellos los ordenados por el Sistema Nacional de Convivencia.

Credito
LUIS E. CHAMORRO RODRÍGUEZ ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

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