“La escuela total”

Una obra que describe autobiografías de docentes y estudiantes de las escuelas normales en el Departamento.

Circula el libro “La Escuela Total”, de la autoría de los hermanos Rodrigo y Francisco Parra Sandoval, dos vallecaucanos que han llegado al Tolima para escribir sobre la cultura escolar en nuestro departamento, desde el enfoque de la investigación cualitativa y el método etnográfico que utilizan en sus procesos de indagar sobre lo que ocurre en las organizaciones escolares, incluyendo la vida de los maestros.

En 2015 estos dos investigadores sobre fenómenos educativos y sociales, completaron dos mil 817 páginas publicadas en cinco libros: “La vida de los maestros colombianos. Interculturalidad y ciudadanía en la escuela” y “La escuela total”, al que nos referimos en este texto.

La Universidad de Ibagué, ha hecho la labor editorial de estos libros y otros más en las cuales se registra el nombre de los hermanos Parra Sandoval, cuyo padre nació en el Líbano y su nombre es igual al de uno de los colonizadores y fundadores de este municipio tolimense, Isidro Parra, del cual son descendientes.

Es pertinente decir que Rodrigo Parra Sandoval es doctor en sociología de la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos, autor de más de 15 estudios y ensayos y por lo menos ocho novelas, ganador del premio Interamericano de Educación Andrés Bello de la OEA y de otros premios producto de sus producción intelectual.

Francisco Parra Sandoval, por su parte, es magíster en educación de la Universidad de Caen, Francia, autor de cinco libros producto de investigaciones etnográficas y exsecretario de educación del Tolima e Ibagué. En la actualidad dirige el Semestre Paz y Región en la Universidad de Ibagué.

La investigación “la escuela total”

La investigación y el título del libro de 617 páginas, justifica su nombre en el modelo educativo y de formación de docentes que se desarrolla en las cuatro normales superiores que funcionan en el territorio del Tolima, las normales de Ibagué, la Fabio Lozano Torrijos de Falan, la de Icononzo y la de Villahermosa.

“El conjunto de concepciones pedagógicas, vocacionales, de la aplicación de los conceptos a la práctica y de las relaciones del normalista con su entorno, como lo viven los maestros y los estudiantes de las escuelas normales, conforman un modelo educativo que podríamos denominar Escuela Total”, dicen los autores.

El libro registra 22 autobiografías de docentes y estudiantes de los últimos grados de las normales superiores, en torno a cuatro conceptos fundamentales en torno al cual se desarrolló la investigación: la pedagogía, en segundo lugar, las prácticas pedagógicas y didácticas que se cumplen en proceso de formación previa de los futuros docentes para los niveles de preescolar y primaria; el tema de la vocación que llevó a los estudiantes a estudiar para ser maestros; las características del entorno regional y local en el cual se cumplió la formación de estos normalistas.

“¿Qué hace que una escuela normal sea una escuela normal? ¿Cuándo enseñan los maestros y cuando aprenden los estudiantes de una normal? ¿Será que en las escuelas normales los maestros enseñan y los estudiantes aprenden? ¿En qué consiste la urbanización de las escuelas normales, qué efectos tiene en su trabajo?

¿Qué relación tiene el pacto fáustico de la educación con las escuelas normales? ¿Qué papel juega la organización social y pedagógica de las normales con su adaptación a los grandes cambios sociales como la urbanización de su inicial naturaleza rural y la llegada de lo virtual como un nuevo espacio donde se juega la formación de los futuros maestros?”, son las preguntas de investigación que guían el desarrollo de la investigación etnográfica y de las autobiografías de docentes y estudiantes, consignadas en el libro.

Las normales

Se incluye la información básica sobre las cuatro normales superiores que ofrecen los grados 12 y 13 complementarios y obligatorios para la expedición de los títulos de normalistas superiores. El Ministerio de Educación exige a cada una, la obtención de los registros calificados también exigibles a las licenciaturas en educación.

Se trata de escuelas normales que inicialmente funcionaron como Normales Rurales o Escuelas Vocacionales Agrícolas, luego como bachilleratos pedagógicos hasta llegar a la condición actual de normales superiores con dos grados adicionales a los once del bachillerato académico.

La Normal Superior Fabio Torrijos de Falan, comenzó a funcionar desde 1942 y logró su acreditación como tal en 1998. La de Villahermosa, también al norte del Tolima, ha tenido tal relevancia que se llega a decir que “Villahermosa no es un pueblo con escuela normal, sino una escuela normal con un pueblito alrededor”, funciona como normal desde 1944, desde 1963 hasta 2008, fue dirigida por la comunidad religiosa de las vicentinas.

La normal de Icononzo fue fundada en 1944, en tiempos de la violencia partidista su sede fue trasladada a Guamo y finalmente regresó a este municipio del oriente del Departamento y en la actualidad tiene mil 250 estudiantes y 55 docentes. La Normal Superior de Ibagué, por su parte, es la más antigua de las cuatro, desde 1872, con interrupciones debidas a conflictos de guerra. “Desde 1932 hasta 1949 se vivió un período de inactividad, luego de lo cual fue reabierta bajo el nombre de Normal Nacional de Varones, graduó su primera promoción en 1955”, funcionó paralelamente con la Normal de Señoritas, hasta su fusión en una sola.

La formación de maestros

Los normalistas reciben formación en las disciplinas obligatorias del plan de estudios de educación media y en el ciclo complementario de los grados 12 y 13, enfatizan en su formación pedagógica. A través de la pedagogía, aprenden a enseñar, bajo la orientación de sus maestros.

“Las teorías que circulan y desaparecen con frecuencia y a conservar las prácticas pedagógicas aprendidas, de esta manera las teorías pedagógicas circulan velozmente en las normales y algunas prácticas pedagógicas permanecen incambiantes. Discursos de los maestros que llegan al aula y no se aplican… La vocación del maestro ha ido cediendo paso en la era moderna de la escuela y ha ido transformando su sentido hacia una vocación laica en que la razón y el conocimiento mismo, así como la formación ciudadana, han tomado un papel central”, dicen los autores del libro.

Credito
LUIS E. CHAMORRO RODRÍGUEZ ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

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