Según la encuesta de Ipsos Napoleón Franco llevada a cabo en octubre y noviembre de 2016 para el programa Ibagué Cómo Vamos, divulgada el martes 31 de enero en la capital tolimense, crece el grado de satisfacción con la oferta educativa que se brinda, pero queda la evidencia de que hay problemas de cobertura en la educación básica y media y en la educación superior, problema que ya se ha reportado en varias ocasiones en EL NUEVO DÍA.

Según la encuesta, se refiere que la satisfacción de los ciudadanos en cuanto a la oferta de educación básica y media es del 74 por ciento en 2016, 13 puntos porcentuales por encima de la correspondiente a 2015.

En esta ocasión no se indagó sobre las razones de la satisfacción o insatisfacción. En 2015, la principal razón de la satisfacción era en el 71 por ciento “porque reciben buena educación”, seguido del 26 por ciento porque la metodología de enseñanza era buena.

Como razones de insatisfacción en primer lugar estaba el hecho de que “ha disminuido el nivel académico”, según el 54 por ciento de los encuestados; porque la educación es de mala calidad, lo dijo el 50 por ciento y, “falta compromiso de los docentes”, el 49 por ciento. Son datos que aún son válidos para diseñar estrategias de intervención dirigidas a crear mayor interés por la educación y en consecuencia, mayor acceso a las aulas. Porque, precisamente, la baja cobertura escolar sigue siendo un problema en Ibagué.

Inasistencia escolar en educación básica y media en Ibagué

Un seis por ciento de infantes y adolescentes entre los cinco y los 17 años cuando debiera estar estudiando, no lo hace por diferentes razones. Es un porcentaje relativamente alto que explica fenómenos de disminución de la matrícula, de baja permanencia escolar en las aulas y de infantes y adolescentes fuera de las aulas.

Si nos atenemos a la cifra de 67 mil 743 estudiantes matriculados hasta el 17 de enero de 2017 pasado, divulgada por la Secretaría de Educación municipal, serían 14 mil 140 estudiantes menos en comparación con la matrícula de 81 mil 887 de 2016, en las instituciones educativas oficiales. Además, según cálculos del Dane y del Simat del Ministerio de Educación, en Ibagué eran 21 mil 905 los infantes y adolescentes en edad escolar (cinco a 16 años) los que estaban fuera de las aulas el año pasado (2016).

¿Por qué tanta inasistencia escolar? ¿Por qué sigue decreciendo la población estudiantil en la educación básica media en Ibagué? Son interrogantes que surgen ante estas cifras.

Porque Ibagué tiene como ventaja u oportunidad el hecho de que su población, en un 94.35 por ciento, está ubicada en la zona urbana, lo que facilita la oferta educativa a su población. Por mandato legal (Ley 1450 de 2011), como consecuencia de la sentencia C-376 de 2010 de la Corte Constitucional y según el decreto 480 de diciembre de 2011, se ha establecido la gratuidad educativa y, por ello, no se cobra a los estudiantes derechos académicos y servicios complementarios a partir de la vigencia escolar 2012. A esto se agrega que el Municipio hace aportes adicionales de gratuidad que llegan a los Fondos de Servicios Educativos de cada plantel. Si no son los costos educativos la razón de la ausencia de los estudiantes en las aulas, ¿entonces cuáles son los motivos de este fenómeno?

Habrá que indagar por qué el poco interés por la educación que se traduce en ausencia de las aulas. Posiblemente el modelo educativo vigente está en crisis y no hay pertinencia educativa. No se enseña lo que padres de familia y estudiantes desean, tampoco se enseña como debiera ser para que los estudiantes sientan ganas de asistir a los establecimientos educativos estatales.

¿El ambiente escolar y el clima escolar son inapropiados para la enseñanza y los aprendizajes?

Asistencia y satisfacción con la educación superior

Un 43 por ciento de los jóvenes de 17 a 21 años de edad estudia en Ibagué en las instituciones de educación Superior, según los resultados de la encuesta Ipsos Napoleón Franco. De otra parte, un 37 por ciento de los encuestados respondió estar “muy satisfecho” con la oferta educativa de educación superior que se hace; otro 30% dice que está “algo satisfecho”. Se puede concluir que la cobertura de este nivel educativo tiende a crecer y que, de acuerdo con la encuesta de percepción, la tasa de cobertura es satisfactoria aunque sigue estando por debajo de la nacional, que llega al 50 por ciento hacia 2016.

Según el Sistema Nacional de Información de Educación Superior (Snies) del Ministerio, 22 instituciones de educación superior y Universidades hacen ofertas de este nivel educativo en el Tolima, la mayor parte de ellas ubicadas en la capital. De ellas nueve son oficiales: la Universidad del Tolima, la Unad, el Conservatorio del Tolima, el Sena, el Instituto Tolimense de Formación Técnica Profesional de Espinal, la Dirección Nacional de Escuelas, la Universidad de Antioquia, la de Quindío y la Tecnológica de Pereira.

Hacia 2014, se calculaba en 83 mil 720 el total de jóvenes en edad para este nivel que estaban por fuera de estas universidades y otras de fuera del Tolima. Para entonces, la tasa de cobertura de educación superior en el Departamento era de 36.69 por ciento, y la nacional, de 46.15.

Pero son cifras que están evolucionando permanentemente. Así por ejemplo, con base en tres universidades ubicadas en Ibagué, las cifras relacionadas con evolución de la matrícula nos dicen que Uniminuto, con ofertas de Educación a Distancia, es la de mayor crecimiento de su población matriculada. Tenía seis mil 176 estudiantes en 2015 y pasaron a ser siete mil 810 en 2016, con un crecimiento del 26.4 por ciento. La matrícula en Ibagué es de cinco mil 839 estudiantes en 2016, el resto en Lérida y Fresno.

En la Universidad de Ibagué, la matrícula también crece paulatinamente. Era de siete mil 396 en 2015 y pasó a ser de siete mil 730 en 2016. Caso contrario ocurre en la Universidad del Tolima, donde la matrícula ha decrecido en un 9.3 por ciento entre estos dos años, en cuanto al semestre A. Tenía una matrícula de 21 mil 760 estudiantes en 2015, cifra que pasó a ser de 19 mil 729 en 2016, en el mismo semestre para cada una de estas universidades. Esto implica dos mil 31 estudiantes menos entre un año y el otro.

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