‘Rompiendo Taza’ en el Eje Cafetero, una apuesta de la plástica tolimense

Crédito: Suministrada - EL NUEVO DÍA
Del artista plástico ibaguereño Ángel Ovalle, esta serie escultórica está considerada como una investigación que parte de un elemento popular en el país: el ripio del café.
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Durante casi un mes, en la Capital del Eje Cafetero, Pereira, otra faceta -desde el arte- del café se tomó esta vez uno de los escenarios más importantes de la plástica (Sala de Exposiciones Carlos Drews Castro) para exponer el trabajo del artista Ángel Ovalle con una obra denominada Rompiendo Taza.

Y así como su nombre lo dice, este trabajo parte del café, especialmente de la borra (también conocido como el cuncho) que ya no va directo a la basura sino que toma otra forma y se convierte en esculturas que muestran los deseos del ser humano.

“Rompiendo Taza se refiere a la película de grasa que deja el café cuando se sirve sobre una superficie, y que no permite que los aromas salgan; luego con la parte cóncava de una cuchara, se rompe esa película y hace que los expertos determinen las características del grano a partir de esos aromas”, afirmó el maestro Ovalle.

La serie, que fue inaugurada de manera virtual debido a las consecuencias de la pandemia, llegó a públicos dentro y fuera del país, que rememoraron entre otras, aquellas costumbres que en sus casas se tenían con el ripio de este también conocido ‘Grano de Oro’.

“Borra oscurito”

De la valiosa particularidad que tiene la obra del maestro Ovalle, está su materia prima y la técnica mixta (y natural) con la que consigue esculpir sus esculturas, que describe la narrativa corporal o psicológica de la ciudadanía, que parte de los sentimientos básicos como el dolor o el movimiento del cuerpo.

Por esa razón, las 12 esculturas que llegaron a Pereira se consideraron una radiografía que incluso evidencia lo que este confinamiento ha traído: la reflexión y replanteamiento de la humanidad, desde la individualidad a lo colectivo.

“El concepto de ‘oscurito’ atiende al color de la borra del café; es decir, su color ‘natural’ que le da una configuración real a la obra (...) que pasa por un proceso de recolección de material -que es de uso doméstico-, el secado, un cernido y la elaboración de las piezas junto con una resina que luego permite llevarlas a las salas de exposición”, agregó Ovalle.

No obstante, a lectura de un espectador, también podría considerarse a este concepto como un elemento clave de la obra, al visibilizar que aquellos sentires bien sean positivos o negativos del ser humano, también son crudos, naturales y reales.

Una investigación pionera

Cabe resaltar que al no encontrar referentes que pudieran darle un lineamiento a la construcción de su obra, el maestro Ovalle consideró su trabajo como una investigación que le dio importantes resultados.

“Tenemos la fortuna de ser los pioneros en hacer esculturas del cuncho de café, creo que a nivel mundial; y creo que por el hecho de ser ecológicas tienen un plus grande. Fue todo un éxito.

Las visitas, los escritos de varias partes del mundo. Me escribieron de Europa, Argentina, Brasil, arriba de la Florida… de todas partes. Esto resulta para la imagen de Ibagué y el Tolima positivo. Estoy inmensamente agradecido con todos”, finalizó.

Esta exposición se logró debido a la invitación de la Secretaría de Cultura de Pereira, que ha visto particularmente en el arte tolimense, un importante aporte a la historia del arte en Colombia.

Dato

Todavía continúa la exposición en la web, puntualmente en la página de Facebook de la Secretaría de Cultura de Pereira, con una entrevista especial.

Credito
EL NUEVO DÍA

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