Padres: el castigo no educa al hijo

ARCHIVO - EL NUEVO DIA
El diálogo y la paciencia son los elementos que deben utilizar los padres cuando sus hijos han hecho algo mal o les quieren hacer entender que no deben comportarse de determinada manera.

Para enseñar al niño o corregirlo por una mala acción los padres deben hacerle entender que no debe comportarse así, para esto es necesario dialogar y explicarle y no pegarle al menor.

De acuerdo con la sicóloga Diana Carolina López Martínez,  las privaciones de los privilegios sí son necesarias, ya que no se puede permitir que el menor actué sin que asuma las consecuencias de sus actos, “son inevitables para ir moldeando la conducta de los infantes”.  

Esta privación de privilegios no es más que la consecuencia que el niño provocó por una acción inadecuada. Para los expertos esta es la medida más efectiva, porque conduce a la autodisciplina, pero tenga presente que no hay que amenazar con castigarle, se debe decir lo que se va a hacer y hacer lo que se ha dicho.

Para modificar conductas

Muchos padres de familia recurren al castigo como una herramienta para modificar una conducta del niño y creen que éste es sinónimo de educación, pero deben comprender que en la formación del hijo es vital el respeto y buen trato.

“La palabra castigo no suele usarse porque siempre se asocia al maltrato físico”, señaló Clara Marcela Mora Sierra, sicóloga especialista en necesidades educativas especiales.

Para López Martínez, los padres deben enseñar lo que no está bien visto, explicarle por qué no se acepta la actitud y por qué no debe repetirse. Asegura que los niños criados en el estilo autoritario son más tímidos y tienen una autoestima más baja.

Recuerde que si desea reprender una mala actuación debe hacerlo inmediatamente y no hay que esperar, ya que el castigo pierde su eficacia si se retrasa y el niño puede no relacionarlo con la mala conducta que lo causó.

VOZ DEL EXPERTO

Clara Marcela Mora Sierra
Sicóloga especialista necesidades educativas especiales

Un castigo busca un cambio o modificación en el comportamiento de un niño o adolescente, explica la experta.

“Los padres deben tener estrategias para el uso de correctivos que permitan cambios o modificaciones en la conducta.

Se deben utilizar es reforzadores positivos y negativos, o privaciones; cuando el niño actúa incorrectamente se deben dar órdenes como prohibir el uso de Internet o la televisión por cierto tiempo, suspender salidas; elementos que permitan o ayuden a cambiar su conducta”, afirmó Mora Sierra.  

Y puntualizó que para que un castigo sea efectivo debe ser entendido por el niño en el momento. “Que comprenda por qué se le esta privando de una cosa. Debe ser retirado en el tiempo que se pactó, no debe prolongarse ni debe levantarse antes. El castigo no debe ser muy extenso ni muy poco, todo depende de la acción que cometió. Después de retirar el castigo debe existir una reflexión”

Credito
EL NUEVO DÍA

Comentarios