¿Qué tanto invierte en usted?

Más de una persona se pone barreras cuando se trata de invertir en sí mismo. Le cuesta trabajo pagar una mejor salud, comprar un seguro de vida, invertir en un seminario de superación personal, en un libro, en pagar un especialista o un profesional en salud mental. Es más fácil invertir en cosas materiales para seguir alimentando la imagen social.

Prefieren invertir en la bolsa que en sí mismos, prefieren comprar un carro último modelo que pagar una medicina prepagada, les cuesta trabajo pagar un seguro de vida o póliza. Ante eso se niegan rotundamente, pues manifiestan que no es necesaria. Y se les puede caer la mano antes que pagar un especialista, así lo necesiten con urgencia. Nunca pagarían por un seminario para alimentar el espíritu ni visitarían un experto en salud mental, así lo necesitaran. ¿Coaching o entrenamiento profesional? ¿Pagar por que le ayuden a elaborar un proyecto de vida? Jamás.

Este tipo de personas suelen ser tacañas consigo mismas, pero no tanto en lo que concierne a objetos materiales y ostentosos que alimentan su imagen social. Son tacaños cuando tienen que invertir en su propio bienestar.

Para ellos el bienestar está en las propiedades que adquieren, hasta el punto de descuidarse a sí mismos.

Expertos consultados por esta redacción le explican por qué se da ese comportamiento y a su vez resaltan la importancia de invertir en su propio bienestar.

“Yo no invierto en una conferencia o seminario”
Existen personas que no dan un solo peso por un seminario, charla, conferencia o foro que esté ligado a la salud mental, a la motivación personal, a la sanación. Al parecer, les resulta imposible o demasiado costoso, pero sí compran artículos lujosos, pues lo suntuoso los apasiona.

Lo que no saben estas personas es que invertir en su salud mental, en conocerse a sí mismo, los enriquecerá. Hay quienes lo hacen sólo de manera esporádica, y avanzan poco a poco a ese camino evolutivo.

“Otros son muy activos con su transformación personal y realizan actividades múltiples, leen libros”, dijo el profesional Carlos Ruaix, quien invitó a las personas no sólo a asistir y quedarse en esa cortina motivacional y espiritual, sino a trascender la información, a interiorizar el material recibido hacia una experiencia profunda que les brinde los cambios esperados.

“Todo lo que invertimos tiene que llevarnos a un estado emocional que nos mueva desde el corazón a un cambio. Al invertir en un lugar u otro esperamos conocernos más y sanarnos para poder vivir más desde nuestro corazón”, enfatizó Ruaix.

“Para qué eso si yo me las sé todas”
Existen personas que no darían un solo peso porque les explicaran cómo ser mejores parejas, padres, mejores hijos. Tampoco son capaces de invertir para mejorar sus finanzas, su asertividad, su plan de vida.

La respuesta de ellos es que “todas se las saben”, “¿qué nuevo podrán decirme?”, “el que dicta la conferencia es un mortal igual que yo y por qué me va a enseñar a mí a ser mejor persona”.

Frente a esta actitud el psicólogo social Eduardo Navas indicó que “mucha gente no tiene la humildad para aprender del otro. Precisamente el ego es el patrimonio del pobre”.

La invitación del profesional es a no creernos producto terminado. Debemos seguir la frase de René Descartes, “daría todo lo que sé por la mitad de lo que ignoro”.

Por eso no olvide que somos fuentes inagotables de conocimiento. “Cualquier cosa que aprendamos servirá. Y no sólo desde lo económico, sino desde lo emocional, con la pareja, pues conocerse a sí mismo incrementa mejores relaciones personales”, concluyó Navas.

preguntas y respuestas
Carlos Ruaix
Experto en salud emocional y psicopedagogía

¿Por qué algunos seres humanos prefieren gastar en cosas banales, rumba, prendas de vestir lujosas, joyas, y no en su propio bienestar?
La gran mayoría de personas buscan en el exte­rior lo que no son capaces de darse a sí mismo en el interior. Entonces al comprar cosas de moda, ir a ciertos lugares, ser de cierto círculo social, ­crean una máscara de lo que en realidad están buscando: reconocimiento, atención, afecto, que los hagan felices, amor. Para encontrar estas codependencias creamos a nuestro alrededor una máscara atractiva y a su vez diferente a quien se es realmente. Cuando dependes de algo emocional en cosas materiales, personas, situaciones, eres co-dependiente de ellas y por tanto un esclavo a su necesidad.


¿Por qué es importante invertir en nosotros mismos? ¿Qué ventajas nos dan por encima de aquel que no invierte en sí mismo?
Es importante invertir en uno mismo porque hemos venido a este mundo solos aunque interactuemos con otras personas de muchas maneras. Es solo a uno mismo a quien le pertenece crecer y evolucionar emocionalmente en el entendimiento como ser humano. ­Cuando uno experimenta quién es y lo comprende podrá cambiar su vida en todas sus facetas.

¿Qué lecciones puede darles la vida a esas  personas que no invierten en ellas mismas?
Las lecciones pueden ser en todos los aspectos, en personalidad, de tipo psicológico, emocional, energético y físico. Por lo general se busca siempre los culpables de lo que nos está pasado en personas o situaciones de nuestro entorno y creemos no tener­ ninguna posibilidad de control por nuestra parte. A medida que van pasando los años y no se trabaja interiormente, las programaciones inconscientes de la infancia se van haciendo más notorias y con más fuerza en la vida de cada día.

preguntas y respuestas
Eduardo Navas
Psicólogo social y conferencista

¿Por qué algunos seres humanos prefieren gastar en cosas banales, rumba, prendas de vestir lujosas, joyas, y no en su propio bienestar?
Primero por la sociedad de consumo que nos vende esa idea de que lo material es lo importante. Siempre salen nuevos celulares, el nuevo carro, el nuevo reloj y la gente quiere tener sin importar ser. Hay una fórmula que es “ser, hacer y tener”, pero la gente la invierte por “tener, hacer y ser”. Y lo que no saben es que un éxito duradero empieza por el ser. El problema es invertir la fórmula por resultados tangibles y rápidos.

¿Por qué es importante invertir en nosotros mismos? ¿Qué ventajas nos dan por encima de aquel que no invierte en sí mismo?
Hay una frase que resume esto y es de Lao Tse: “La mejor forma de tener es siendo”. Cuando queremos tener algo es mejorando interiormente, y la gente no lo entiende. Si quiero ganar más, debo ser mejor, especializarme, se trata de prepararme en el ser. La ventaja es que quien interiormente invierte obtiene más rápido el resultado, porque primero da ese cambio interno para lograr el cambio externo. Es aceptar el mundo interior primero y no es sólo en lo profesional, sino en emociones y creencias.

¿De qué forma crecemos espiritualmente cuando invertimos en seminarios y en charlas motivadoras, de sanación y demás?
La gran ganancia es que nos conocemos a nosotros mismos, a veces quien se conoce más desarrolla más su potencial y ve los resultados más rápidos, porque sabe que está sembrando para recibir después la cosecha.
Pero muchos quieren el resultado ya, por eso son inmediatistas. El proceso del ser es un camino, no un destino, no es un sitio fijo, no es un llegué, es un camino que hay que disfrutar.

Credito
PAOLA BERNAL LEÓN

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