Continuando con el programa de reconocimiento de activos ambientales para generar turismo ecológico y de aventura en el Tolima, la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, efectuó un recorrido por la denominada Real de Minas El Sapo, sitio donde según historiadores, inició la Expedición Botánica.

Para llegar a la Mina donde se estableció el sabio José Celestino Mutis, se accede desde el casco urbano de Valle de San Juan y desde allí, hasta la finca de Los Rodríguez, ubicada en la vereda El Capote; una vez en esta vivienda, se pueden apreciar fotografías y recortes de prensa, de lo que es la historia de El Sapo.

Además, existen unos libros que datan de 1954 donde se narra lo que se conoce sobre la Expedición Botánica, archivo documental de Cortolima.

Desde Los Rodríguez hasta la mina real, ubicada en la vereda Vallecito, cerro El Sapo, se puede atravesar la montaña en camioneta o caminando, además cruzar el río Luisa. Un recorrido de por lo menos 30 minutos en vehículo.

Al arribar a este lugar, inicia la caminata por donde se cruzan varios senderos y quebradas, y luego a las ruinas de lo que entre 1770 y 1780 fue una estructura para el procesamiento de minerales, especialmente oro, plata y en menores cantidades, el cobre.

Sin embargo, y aunque se construyó un sitio bien dotado para la extracción de metales, la inversión fue una pérdida para la corona española, pues la casa para efectuar todo el proceso metalúrgico, que tenía acueducto, tanques, molinos, una capilla y un cementerio, no sirvió, debido a una inadecuada exploración.

El geólogo Alberto Núñez Tello, quien estuvo en la visita organizada por la Corporación, señaló que la Real de Minas El Sapo, desde el punto de vista ambiental, es muy importante ya que desde allí aparecieron los primeros vestigios de Mutis en sus estudios de flora y fauna.

“El sabio Mutis llegó enviado por el virrey con el objetivo de recuperar las minas de San Antonio, como se llamaban en un principio, el problema fue la difícil extracción de oro y plata.

“En vista de eso fue abandonado el proyecto minero, pero Mutis adelantó sus trabajos en la investigación de las hormigas

“José Celestino logró identificar en esta zona por lo menos 24 especies distintas de hormigas; después en 1783 el virrey creó la Expedición Botánica y fue cuando ‘El Sabio’ viajó a Mariquita, donde también existía la explotación minera y mientras trabajaba en esto hacia sus investigaciones botánicas”, explicó Núñez Tello.

Caminata ecológica

El director de Cortolima, Jorge Enrique Cardoso Rodríguez, se refirió a la caminata como una estrategia de participación, donde se busca educar y culturizar de manera ambiental a la gente.

“Dentro de la estrategia para establecer mecanismos de participación, creamos las caminatas ambientales, esta vez, en los predios de la Mina Real del Sapo, con el objetivo de reivindicar esta importante estructura arquitectónica y con mucha historia, originada desde la época colonial.

“Se coordinó con la administración local para llevar a cabo una limpieza de área y poder establecer un sendero ecológico guiado, con el fin de que los turistas conozcan esta estructura minera y ambiental”, aseguró Cardoso.

Finalmente el director de la Corporación Autónoma dijo que para que se logre establecer esta zona como un atractivo turístico, es primordial la actitud ciudadana, también la ayuda de las ONG’s que tienen como tarea establecer actividades de ecoturismo, aventura y turismo ambiental.

Los estudios que de allí se desprendan se pondrán en conocimiento a los ministerios de Cultura y Ambiente y a otros estamentos.

Real de Minas El Sapo

Entre 1777 y 1783, el sabio José Celestino Mutis, fue mayordomo de este lugar, luego de que el virrey lo nombrara para adelantar trabajos de explotación de oro, plata y cobre; al no ser productiva, Mutis se dedicó a estudiar la flora y la fauna de la zona, donde reportó 420 especies de plantas, más de 80 especies de animales y clasificó 24 grupos de hormigas.

También efectuó un estudio de maíz cimarrón; esto, mientras esperaba la autorización del Rey Carlos III para emprender la Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada.

Para esta ocasión, donde se planteó la posibilidad de volver a trabajar en pro de la recuperación de este tesoro arquitectónico, la comunidad e invitados, coincidieron en que esta vez sí se debe desarrollar la ruta turística y conservación de las ruinas, pues aseguraron que no es la primera vez que se intenta recuperar la memoria histórica de la región de Valle de San Juan.