Luego de una ardua tarea de cuatro años por maestros comprometidos con su fe y su institución y liderados por el educador José Miller Mora Salazar para rescatar el lugar y dar la dignidad a ese lugar de culto y de histórica belleza y al celebrarse un aniversario más del nacimiento de Amina Melendro de Pulecio -fundadora del Bachillerato Musical- el pasado 28 de mayo se hizo entrega de la capilla que llevará el nombre de Santo Domingo Savio.

En el acontecimiento se tuvo la presencia de monseñor Flavio Calle Zapata, arzobispo de Ibagué; así como sacerdotes, padres de familia y estudiantes.

Todos engalanaron este lugar privilegiado, centro de espiritualidad y vivencia cultural para la comunidad educativa aminense. El acto fue engalanado con bellas melodías a cargo de una orquesta y un coro; conformado por estudiantes, profesores y padres de familia.

Reseña histórica

Los Padres Salesianos se establecen en Ibagué en 1904, siendo su primer director el sacerdote Jerónimo Cera, quienes construyen una pequeña capilla en honor a la Virgen del Carmen. Luego inician la construcción de un colegio de artes y oficios entre ellos tipografía, zapatería, carpintería y otros trabajos.

En 1917 se inicia la construcción de un colegio de artes y oficios en las dependencias donde hoy tiene su sede el Conservatorio de Ibagué. Como es costumbre de los Salesianos, las obras fueron dirigidas por arquitectos e ingenieros de la misma comunidad en cumplimiento del espíritu y la mentalidad de su fundador, Don Juan Bosco.

Las áreas se destinaron a un patio para juegos, un teatro para congregarse y poner a prueba sus habilidades artísticas y una capilla para fortalecer el espíritu y proyectar la dimensión espiritual para una formación integral.

En así como en 1918 fundan en este lugar la Escuela Agronómica San Jorge, que se había iniciado como Colonia Agrícola en 1912 para educar a los jóvenes en las labores del campo. Allí se construyó el famoso lago de los lotos; sitio preferido por las familias ibaguereñas para sus paseos dominicales, donde se preparaba comidas al aire libre. En 1974 la Escuela se convierte en el Dormitorio Don Bosco, para proteger a los niños desamparados.

La Sede también ha sido Seminario y sitio privilegiado para la comunidad salesiana. Su estructura física de casi un siglo merece todo el cuidado, por ser patrimonio histórico, de inmenso valor y belleza paisajística para toda la región. Se entregó en 2009 a la institución educativa técnico musical Amina Melendro de Pulecio y está llamado a ser un espacio propio para soñar e imaginar el futuro como un templo de saberes integrados y de espíritu artístico.

Es preciso recordar que la capilla recupera el sendero maravilloso que un día convocaba a cuantos visitaban el lugar, llevándonos indudablemente al corazón cálido y acogedor de encuentro con Cristo Sacramentado, que invita a la oración y al fortalecimiento espiritual. Ha sido costumbre de los padres Salesianos tener en sus capillas u oratorios imágenes que mueven a la piedad y al diálogo interno para un mayor compromiso de vida; con nichos para las imágenes de María Auxiliadora y San José y el Sagrario en la parte central del altar. La capilla es preconciliar, con un diseño acorde a las celebraciones donde la Eucaristía se celebraba de espalda a los fieles.