Comunidad protesta contra instalación de antena

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En pie de lucha continúan los habitantes de la urbanización Rincón de la Campiña, pues afirman que primero ‘tendrán que pasar por encima de ellos a que instalen más antenas”, refiriéndose a la multinacional ATC sitios de Colombia.

La multinacional ATC sitios de Colombia quiere instalar una antena de telecomunicaciones en la calle 80 con carrera 9A, frente a la casa 15 manzana E, en la urbanización Rincón de la Campiña; donde los vecinos se oponen a esta determinación.

Afirman que no van a permitir que les instalen una sentencia de muerte al lado de sus viviendas, puesto que está demostrado que estos artefactos de comunicación están generando daños graves en la salud en otras ciudades del mundo.

En esta oportunidad, los habitantes del sector, quienes en su gran mayoría son de la tercera edad, se reunieron con pancartas frente a la casa donde van a instalar la antena para exigir sus derechos.

Con ello, nombran el principio de prevención y precaución que se ha dictado en la Sentencia T-1077 de 2012 de la Corte Constitucional sobre la contaminación electromagnética, que señala que “la realidad científica actual permite ver que los campos electromagnéticos se clasifican como posibles cancerígenos, motivo por el cual se debe aplicar el principio de precaución y regular la ubicación de las antenas de telefonía móvil celular, de manera que se sometan a unos límites que impidan la exposición imprudente de las personas a la radiación”.

Del mismo modo, Julieth Gómez, vocera de la comunidad, en cuanto a POT (Plan de Ordenamiento Territorial) manifiesta que en las zonas residenciales no se permite la instalación de antenas, entonces, cualquier construcción que se haga junto a la casa, es ilegal.

“Nos ha tocado hacernos frente a la vivienda para evitar que los trabajadores vengan a instalar la antena”, afirmó.

Por otro lado, dice, hubo una mala voluntad por parte de la multinacional, porque ha entregado permisos con engaños, entre esos, al no contar con el aval del señor Luis Fernando Quiroga (dueño de la casa), para la instalación.

“Luego nos dimos cuenta que era una antena porque hemos visto que han entrado herramientas de alto poder, por eso estamos indignados”, aseguró Gómez.

La comunidad se siente indignada y preocupada, ya que no les han prestado atención a las denuncias y peticiones, ya que desde hace un año solicitaron a la Administración municipal y a la Secretaría de Espacio Público que se pronuncien e impidan a la multinacional la construcción de la antena, pero han hecho caso omiso al tema.

“Hace unas semanas llegó Espacio Público, entraron a la propiedad y verificaron que sí era una antena, pero que no procedían a clausurar porque no había venido un ingeniero que debía dar un concepto, entonces que lo enviaba después.

“Ya llevamos días esperando a que envíen el ingeniero y aún no ha llegado nadie”, manifestó Gómez.

Yesid Garzón, habitante del sector, manifiesta que: “nosotros no estamos de acuerdo con la ubicación de la antena, sobre todo porque son de alto poder y forman un campo magnético con las que están cerca; por otro lado, afectaría a la guardería, a los cuatro colegios y al hogar geriátrico que hay en el sector.

“Las antenas tienen radiactividad, son dañinas para la salud, son cancerígenas y aceleran las enfermedades”, aseguró.

Del mismo modo, Ambrosio Cortés, como la mayoría de habitantes del sector, se han puesto a la tarea de desafiar el proyecto de la construcción de la antena porque no quieren que les aligeren sus enfermedades.

Siendo así, El Nuevo Día se comunicó con la dirección de Espacio Público pero no fue posible hablar del tema.

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