Natalia la artillera rosa

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Natalia Rincón Mora, es la mujer que pasará a la historia por ser la primera técnico de vuelo artillero. En sus manos se rinde la ametralladora GAU 19 de calibre .50. La ‘Dama del Aire’ señala que las mujeres continuarán tomando partido en la defensa nacional.

Ama sus uniformes, pero su color favorito no es el azul ni el verde, es el rosa. Los chocolates y las papas a la francesa son su debilidad, sin embargo el consumo excesivo de estos alimentos no han hecho mella en su esbelta figura.

Ella es la aerotécnico Natalia Karely Rincón Mora, orgánica del Comando Aéreo de Combate No. 4 de la Fuerza Aérea Colombiana.

Natalia gracias a su trabajo y dedicación, reconocidos por compañeros y superiores se convirtió en la primera Técnico de Vuelo Artillero de las Fuerzas Militares, gracias a la instrucción recibida por el Escuadrón de Artillería de la Base Aérea de Melgar durante dos meses.

Esta mujer se encuentra capacitada para desempeñarse como tripulante de helicópteros y está presente en operaciones decisivas. En el área enfocará los objetivos y disparará buscando salvaguardar la seguridad del territorio nacional.

“Se siente el poder que tiene el arma, se siente la adrenalina, es una emoción muy grande y una responsabilidad superior”, señala.

Natalia tiene la misión de descargar municiones sobre el enemigo, su papel principal es el cuidado de las armas de fuego y otros sistemas defensivos. Como miembro de la escuadrilla de armamento del Cacom 4 tiene a su cargo una ametralladora GAU 19 de calibre .50 y una MK 19 calibre 40 milímetros.

Recuerda con claridad el primer día en que disparó su arma, el cielo azul y los rayos del sol le daban la bienvenida a este sueño cumplido.

“Fue una experiencia muy bonita, fue llevar a la práctica todas las enseñanzas impartidas, luego tuvimos polígonos nocturnos, cada misión es nueva y enriquecedora”.

Natalia nació en Toledo, Norte de Santander, hace 27 años, destaca con un especial énfasis lo mucho que ama a su hermoso pueblo custodiado por verdes montañas. Contrario a lo que se puede pensar siempre tuvo una niñez de muñecas que se destacaban por su color rosa, color que siempre ha estado en su vida; desde niña odiaba las injusticias, como adolescente demostró su vocación de servicio, por eso para su familia no fue sorpresiva la decisión de dedicarse a la vida militar.

“Las mujeres también podemos, debemos entre todas apoyarnos”, señala.

Inició su carrera en la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea Colombiana en el año 2012, además de ser la primera mujer artillera Rincón Mora es también la primera mujer de la Institución destinada al área de mantenimiento, capacitación que adelantó por tres años y en la cual se actualiza constantemente.

Durante su formación como artillera compartió aula con 16 hombres que a la par se graduaron con ella en ceremonia especial.

El comandante del Cacom 4, coronel Édgar Mauricio Falla Vargas, destacó los valores agregados que le genera la mujer a una institución como la Fuerza Aérea Colombiana: “es sensibilidad, es entereza, es energía, es intrepidez, es heroísmo, es amor lo que le imprimen ellas, su aporte es enorme. Como Comandante me siento lleno de orgullo al ser parte de estos cambios de paradigmas, de estos nuevos espacios que se están abriendo a la mujer y en los cuales la Fuerza Aérea ha desempeñado un gran papel”, destacó Falla Vargas.

La nueva artillera de la Fuerza Aérea agradece a su familia, su esposo, con el cuál está casada hace dos años, por el apoyo permanente.

“Sin ellos no habría podido cumplir estos sueños, son ellos mis compañeros y mis superiores los que con su acompañamiento han permitido mi crecimiento.”

Natalia señala que existen muchas mujeres incógnitas trabajando, entregándose por completo por un mejor país, de un mejor futuro para las nuevas generaciones.

“Soy solo una de esas tantas valerosas mujeres colombianas”.

Desde el cielo se ha enamorado de las planicies, de los desiertos y de los nevados de este territorio.

“El Tolima tiene paisajes muy hermosos y variados, que deben ser motivo de orgullo para todas las personas que tenemos el honor de estar en ellos”.

Natalia prefiere la lechona tolimense más que el tamal; por ahora continúa aprendiendo sobre la cultura de la ‘Tierra firme’ y espera próximamente bailar con propiedad el Sanjuanero.

“Día a día se van conquistando áreas inimaginables, desde el anonimato muchas mujeres hoy integran parte esencial de las Fuerzas Militares, engrosando la lista del coraje y el valor”, dice Natalia, quien está dispuesta a exponer su vida para proteger a los colombianos.

Credito
ORLAN DAVID VARGAS DÍAZ

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