En la madrugada de ayer inició el plan integral de recuperación de la plaza de la 21, una intervención con la que se espera mejorar las condiciones higiénico-sanitarias, de movilidad, seguridad y ocupación del espacio público. Sin embargo, líderes de los vendedores informales aseguraron que no hay garantías para ser reubicados.

En el operativo participaron 125 policías que ahora velarán por el control del sector y evitarán cualquier ocupación indebida. Al respecto, el secretario de Gobierno, Hugo Ernesto Zárrate, indicó que la Alcaldía, a través de Infibagué, ha trabajado con los vendedores “pero no ha sido posible llegar a un acuerdo con ellos para una reubicación”.

“Estamos poniéndole orden a la plaza de la 21, porque una de las principales metas es recuperar el espacio público para la ciudadanía y la sociedad, que es un patrimonio de todos”, aseguró el funcionario.

Vendedores divididos

María de los Ángeles Navarro, una representante de los vendedores que ocupan el espacio público o también llamados el ‘reguero’, indicó que estarían dispuestos a trasladarse a otros puntos de la ciudad, siempre que la Administración garantice las condiciones para comercializar sus productos en unas instalaciones más adecuadas.

“Necesitamos un abasto grande para minoristas y mayoristas, donde podamos trabajar de manera digno. Nos han dicho que podríamos irnos para la plaza de El Jardín, pero allá están igual o peor que acá en la 21. Algunos llevamos muchísimos años de trabajar acá y, si nos vamos, tendríamos que competir con los viejos vendedores que ya tienen su clientela”, dijo la mujer.

Durante el plan integral de recuperación, la gerente de Infibagué, Yolanda Corzo, confirmó que la Administración tiene a disposición alrededor de 220 puestos vacíos en las distintas plazas de mercado que podrían ser adjudicados a los vendedores.

Pero no todos los vendedores comparten la posición de Navarro. Una de las comerciantes minoristas que labora en el centro de acopio celebró el plan de recuperación y aseguró que la mayoría de personas que ocupan la calle tienen arrendado puestos en dicho centro, pero prefieren emplearlos como pequeñas bodegas y comercializar los productos en la calle.

“Los que estamos adentro vendemos poco, muchos de los que están en el reguero tienen su espacio acá. Tenemos que ser ordenados, pero acá uno quiere vender más que el otro y se sale. Los módulos Cinco y Seis están desocupados porque van hasta el reguero, ellos no se amañan acá”, dijo la mujer, quien prefirió mantener en reserva su nombre.

Por ocupar un área de 1.5 metros cuadrados, la mujer paga un arriendo de 32 mil pesos mensuales a la administración de la plaza, a cargo de Infibagué.

La Secretaría de Tránsito indicó que continuará realizando operativos para verificar que los vehículos pesados cumplan con los horarios de cargue y descargue, actividades que se adelantan en horario nocturno.

Entre tanto, Infibagué adelantará trabajos de embellecimiento en las instalaciones con el fin dinamizar este punto. Durante 2016 y lo que va corrido de 2017 ya se han invertido alrededor de $300 millones en la recuperación de este sector.

Cifra

300 vendedores fueron censados por la Alcaldía.