Cada vez es más usual entre las personas que celebran el Halloween acudir a un profesional en body painting o face painting; son artistas que utilizan pinceles y vinilos y otros, como Uriel Cañón Mendoza, quien emplea aerógrafos.

Entre las novedades que se ofrece para este año están las del payaso Pennywisse (‘It’), zombies, demonios, personajes de películas de terror y las populares katrinas.

Cañón, quien administra Lars Tattoo, cuenta que a los 15 años empezó a tatuar y que para que alguna persona decida maquillarse debe verificar que los productos por utilizar sean recomendados y de excelente calidad, para evitar problemas en la piel y garantizar que los resultados sean los mejores.

“En este trabajo efectuado sobre Leandra, utilicé la técnica de aerografía y pincel con mano alzada sin plantillas; de acuerdo con varios modelos de maquillaje, llevé mi imaginación para crear este personaje sobre la cara y el cuello que esta vez se convirtió en mi lienzo”, dice Uriel.

Mientras maquilla, narra que toda su vida la ha dedicado a dibujar y que hace 10 años inició en el arte del body painting. Precisa, además, que su local se llama Lars, como homenaje al baterista de la banda Metallica, Lars Ulrich.

“También va el nombre, gracias a un amigo que en vez de decirme Uriel me llamaba Ulrich, así que me quedé con Lars Tattoo”.

Son cerca de dos horas, mezclando colores en su paleta para dar los acabados. Uriel describe que también trabaja con materiales para dar efectos especiales en la piel, y que el valor de cada trabajo varía dependiendo del grado de dificultad, y estos comienzan en 30 mil pesos.