Habitantes del barrio la Cima II han tenido que recurrir a las cercas eléctricas

JORGE CUELLAR - ELNUEVO DÍA
La comunidad del barrio la Cima ll, ubicado en la comuna 4 de la ciudad, se encuentra sumamente preocupada por los altos niveles de delincuencia que han azotado al sector.

El pasado 6 de febrero Elizabeth Galindo fue víctima de hurto en su vivienda, por lo que tuvo que aumentar las medidas de precaución y seguridad.

El televisor, un computador, la tablet, la plancha, entre otros objetos, fueron hurtados de su lugar de residencia. El hecho ocurrió mientras se encontraba haciendo unas diligencias, por lo que tuvo que dejar la casa sola.

Cuando regresó se encontró con la gran sorpresa. Motivo por el que decidió instalar una cerca eléctrica en el techo.

Al frente de la vivienda que fue hurtada, se encuentra ubicado un gran terreno boscoso que conduce a una quebrada, “allí se encuentra un cambuche donde llevan las cosas robadas”, comentó Galindo.

 

Miedo a hablar

No obstante, aunque algunos vecinos fueron testigos del delito, nadie hizo nada. La comunidad teme por su seguridad, y por eso deciden no hablar o en muchos casos denunciar, porque en situaciones, son familiares de los delincuentes.

Se han presentado casos de personas que al oponerse a ser robadas, fueron heridas.

Asimismo, habitantes que se han atrevido a alzar su voz, sufren de amenazas. “Como siempre he denunciado, me han dicho que me van a matar, que me van a acribillar, o en otros casos que me van a coger la casa a piedra”, afirmó Martha Barrios, esposa del Presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio.

 

Los ‘gota a gota’

Dentro de la comunidad circulan los ‘gota a gota’, por lo que a Galindo se le hizo sospechoso que al día siguiente del robo encontró debajo de la puerta un volante con su nombre, en el que le ofrecían un préstamo, “cómo sabían que me habían robado o que necesitaba un crédito”, afirmó.

 

Microtráfico en crecimiento

La preocupación de la comunidad crece cada día, debido a que a cualquier hora del día se presentan robos. Además de que el microtráfico de estupefacientes se hace mayor.

“A veces uno sale al parque donde colocaron los juegos biosaludables y resulta que están fumando marihuana o están robando. Atracan de día y de noche, estamos desesperados”, señaló Barrios.

Las denunciantes aseguran que han robado alrededor de diez casas en el transcurso de este año, e inclusive hay vecinos a quienes hurtaron en repetidas ocasiones.

 

Solicitud de seguridad

El sábado la Junta de Acción Comunal se reunió con el Comando policial, quienes se comprometieron a colaborar. Asimismo, después del robo se ha notado un acompañamiento más constante de la Policía en el barrio.

Sin embargo, a pesar de que de este servicio, es un flagelo que cada día aumenta.

Respecto al caso de Galindo, consideró que tuvo apoyo de la Fiscalía y la Sijín, quienes iniciaron la investigación y le recomendaron que regresara veinte días después de lo ocurrido.

No obstante, no hay información considerable y sí un desconocimiento sobre el Cuadrante de seguridad del sector. Por eso, los vecinos deben comunicarse al CAI del Jardín.

Credito
EL NUEVO DÍA

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