Retos y amenazas que enfrenta el periodista de provincia

Colombia celebró ayer el Día a los Periodistas, un homenaje para quienes a pesar de las dificultades y otras veces se ven enfrentados al poder del Estado, ejecutan una labor invaluable para informar a los ciudadanos y ser la voz para quienes desean denunciar las injusticias de la sociedad.

El periodista en los municipios apartados del Tolima debe sortear diferentes obstáculos para poder cumplir con sus funciones. Muchos son amenazados de muerte, otros tienen que permanecer con escoltas y algunos deben luchar contra las administraciones e ingeniarse cómo obtener dinero para no cerrar o sobrevivir.

El Tolima, que en la década de los años noventa e inicios del nuevo milenio vivió cruentas tomas guerrilleras, vio cómo amenazaron a los comunicadores de pueblos e incluso las balas silenciaron a una colaboradora del periódico EL NUEVO DÍA en Roncesvalles.

No obstante, y tras estos inconvenientes, ellos continúan ejerciendo la labor de informar y denunciar los grupos armados, la delincuencia común y las administraciones corruptas.

Cuatro periodistas del Departamento nos cuentan los retos que han tenido que sortear para poder ejecutar su misión, la que en muchas ocasiones los llevó a ser desterrados de su propia población y gracias al amor que tienen con su función, vuelven más fuertes que nunca.

 

Roque Arcángel Rodríguez Prada “Mantener la

independencia frente al poder”.

 Inició hace 15 años en el periodismo y hoy es el director de la emisora de Natagaima, Haca yu macú, que en dialecto Pijao quiere decir, ‘Bienvenidos espíritus buenos’.

Cuenta Roque Arcángel, que en la actualidad las dificultades enfrenta para hacer radio es que muchas veces los gobernantes de turno creen que porque les ofrecen una pauta, deben convertirse en ‘parlantes’ de información de las administraciones y solo dar noticias positivas al alcalde de turno.

La otra es que debido a que en Natagaima son pocas las empresas que existen, a veces es complicado el tema económico y por ello se ha visto en la necesidad de vender tamales y lechona, organizar rifas, bazares y ofrecer bonos de solidaridad.

“Hemos logrado consolidar un medio sin tener que ‘vender’ la emisora y perder la independencia, algunas administraciones quieren constreñir con pauta, y lo que queremos y es lo más importante, que la noticia no se le disfrace a la comunidad”, cuenta Roque Rodríguez.

Al estar ubicado en una población por la que estuvieron presentes grupos armados al margen de la ley, este hombre de 50 años sufrió la violencia, pues en los años 90 la guerrilla de las Farc obligó a la gente a guardar silencio, lo mismo que hicieron los grupos paramilitares entre 2000 y 2006.

Ya en 2009 nació la emisora comunitaria y al contar la historia de lo que sucedió en la violencia, reductos de los grupos intentaron silenciar al equipo periodístico. Actualmente existen tres amenazas contra Roque, las cuales son conocidas por la Fiscalía.

 

Jesús Antonio Pareja Molina “Sufrí atropellos

de las Farc, los paras y las Fuerzas Armadas”

 La idea de crear una emisora en Roncesvalles se dio por medio del profesor Luis Carmona, en esa ocasión funcionaba en la escuela municipal, luego hubo esfuerzos para adquirir equipos, los cuales llegaron el 5 de mayo de 1999, pero dos meses después y mientras transmitían llegó la Policía y les decomisó todo, pues existía una denuncia de que en una emisora de Amazonas habían sido robados unos equipos y constataron que eran los mismos que ellos de manera ingenua habían adquirido.

Sufrieron tomas guerrilleras, el 9 de abril de 2012 tuvo que huir de la población debido a que lo llamó un integrante de las Farc y le dio un plazo para irse de ‘Ronces’, pues había sido declarado objetivo militar.

Luego de irse del municipio tuvo que deambular por varias ciudades, pues por donde iba recibía amenazas, las Águilas Negras fueron algunas. “Esos momentos de riesgo también me motivaron para regresar y reactivar el proyecto, ahora somos una emisora de interés público”.

Una de las dificultades que tiene ahora es la manera de recibir información y aunque se firmó el proceso de paz, otros actores ilegales subsisten y no dejan de ser un peligro. Todavía tiene que estar pendiente de su vida, porque ahora los grupos delincuenciales son los que intentan callar su voz. Vale recordar que en Roncesvalles fue asesinada el 13 de julio de 2002, Elizabeth Obando, quien distribuía el diario de los tolimenses y fue declarada objetivo militar.

 

José Joaquín Chaves Fernández “Me

desterraron de mi pueblo, tuve que alejarme

de lo mío”.

 “Uno tiene que aprender a trabajar con la mordaza en la boca”, cuenta José Joaquín Chaves, quien en 2008, cuando manejaba la emisora en Anzoátegui, la guerrilla lo obligó a cerrar, debido a que se difundió una publicidad del Ejército.

“A veces tenemos que enfrentar asedios de políticos y administraciones que quieren coartar la libertad de información y hacernos perder los objetivos; hemos tenido dificultades en el proceso de información”.

Después de pasar una larga temporada con la emisora en Alvarado, volvió a su ciudad natal, la misma donde aprendió a leer con una cartilla que encontró y donde estudió la primaria, en una escuela que quedaba a ocho kilómetros de su casa, tenía que andar todos los días 16 mil metros para recibir formación académica.

Ahora que todo está más cerca gracias a la tecnología, dice que es importante que las redes sociales sean usadas con responsabilidad, “muchos dicen que son periodistas, pero hostigan a la gente por medio de páginas web creadas para manipular a partir de mentiras”.

 

Óscar Alberto Noreña Gómez “El periodismo

no lo hago por necesidad, sino por

convicción”.

 Por denunciar invasores de tierras y delincuencia común, Óscar Noreña, reconocido periodista del oriente del Tolima, debe andar con un esquema de seguridad y aunque tiene escoltas, sigue recibiendo amenazas en las que le indican que “en algún momento se quedará solo”.

“Llegué en 2007 a Melgar y desde ese año dimos a conocer casos judiciales, por lo que muchos vecinos se dieron cuenta de que vivían al lado de grandes delincuentes. Debido a que las tierras de Melgar son de alto valor, llegaron invasores de Girardot y Soacha, y me gané esos enemigos, estos además eran ayudados por funcionarios que tenían acceso a importantes documentos.

El tema de contratación también es delicado, pues alguna anomalía en la administración “uno tiene que contarla, por eso es difícil contratar y el presupuesto es más cerrado, contando que solo hay tres o cuatro jefes políticos que a veces tratan de manosear o insultar el trabajo periodístico”. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para que deje de informar y ya lleva 13 años informando lo que sucede en Melgar, Villarrica, Cunday, Carmen de Apicalá e Icononzo.

Credito
ANTONIO GUZMÁN OLIVEROS

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