“Desde aquel Doce de octubre, reina la paz”

FOTOS
Con mucho esfuerzo y sentido de pertenencia, la comunidad de este sector se ha destacado por loable trabajo en equipo.

No más de cuatro manzanas componen este barrio ubicado en la comuna Once de Ibagué. Sin embargo, el tesón de sus habitantes ha hecho de estas calles se conviertan en un punto de encuentro ameno donde jóvenes y adultos adelantan actividades lúdicas y comunales.

Así lo aseguró Ana Dilia Torres, una líder comunal del sector recordó su llegada hace más de 30 años cuando unas pocas familias habitaban el barrio, la cuales se dedicaban al comercio en torno al mundo equino, toda vez de su cercanía al Coliseo de Ferias. En la actualidad existen aproximadamente 700 familias donde los buenos valores y el emprendimiento están presentes.

“No se conoce a ciencia cierta cuál es el origen del nombre, no obstante desde aquel Doce de octubre, fecha en la que dicen fue inaugurado este barrio, reina la paz (...) este barrio siempre ha sido tranquilo, un buen vividero; nos hacen falta muchas cosas, pero disfrutamos lo que tenemos”, dijo Torres.

 

“Debajo del palo de mango”

Aunque el Doce de octubre existe hace más de 50 años, legalmente no aparecía en los registros de la ciudad; esto, debido a que el proceso de legalización tenía un alto costo y para sus habitantes era complicado pagar lo solicitado.

Esta situación lo hizo parecer “fuera del mapa” por mucho tiempo, por lo que consideraban que pertenecían al barrio Rodríguez Andrade que está conjunto a sus calles. Además, otras situaciones curiosas se dieron como la asignación de su caseta comunal que aunque está construida en una de sus manzanas, hace unos años fue adjudicada al barrio Rodríguez Andrade.

De esta manera, durante varios años solicitaron el salón pero luego pasaron a la calle porque la instalación de un Punto Vive Digital y su protocolo de seguridad no permitió continuar adelantando reuniones allí. “Entendimos la situación, pero sí hemos pedido a la Administración local la construcción de un segundo piso que nos dé garantías... Ya no tenemos caseta, ni la posibilidad de préstamo, estamos literalmente debajo del palo de mango”, confesó Torres.

No obstante, fue hasta 2015 que el proceso comenzó a dar resultado y la Alcaldía de Ibagué otorgó la validación que culminó con la legalización de su existencia, incluido su nombre que ya es identidad para su gente. “Hemos sido muy unidos y gracias a la gestión y lucha logramos conseguir esto y otras acciones más”.

 

De gente pujante

Esta comunidad además de su labor social, se ha caracterizado por su emprendimiento y unión. Por eso fechas como la Navidad y el Día de los Niños, se reúnen y celebran en conjunto con actividades donde se encuentran adultos mayores y una gran cantidad de menores a departir y pasar un buen momento.

Asimismo en el satélite del colegio Leonidas Rubio donde actividades pedagógicas invitan a las familias para aprender en conjunto. “Todas estas cosas nos hacen luchar cada día por mejorar, sin embargo tenemos todavía muchas falencias”, manifestó la líder comunal.

 

Sus necesidades

Aunque el barrio tiene un acueducto renovado en su mayoría, la pavimentación de sus calles está en mora; por eso es una de las solicitudes más urgentes a los mandatarios de turno, que hasta el momento y luego de varias gestiones no han dado soluciones.

Sumado a ello, el cambio de unos juegos públicos que se ubican a un lado del colegio debido a su mal estado. “Aunque fue una buena intención de instalarlos hace un mes, están oxidados”. Asimismo, la seguridad del sector que se ha visto afectada, lo que crece rápidamente.

Credito
ALEJANDRA CAVIEDES

Comentarios