Berrinches, desobediencia, agresión y posturas desafiantes son actitudes cada vez más comunes en niños en edad escolar. 

Estos problemas de conducta dificultan su inserción en la vida escolar, familiar y social en general; además de derivar en un desempeño escolar bajo. 

De acuerdo con un estudio realizado por Silvia Morales Chainé, académica de la Facultad de Psicología de la Unam, el 20 % de los menores en el rango de edad antes mencionado, están en riesgo de padecer problemas severos de conducta. 

Además, subraya, que la falta de límites o condiciones disciplinarias son los que promueven estos problemas, pues los niños son altamente reactivos a las condiciones sociales o ambientales. 

Pero los padres tienen su parte de culpa: si les gritan o los obligan sólo incrementarán el “trastorno oposicionista desafiante”, fácil de identificar desde los dos años, cuando los infantes comienzan a insertarse en ambientes sociales como la escuela. Y es aquí donde aparecen los métodos de crianza más positivos: la paternidad efectiva. 

La paternidad efectiva consiste en las acciones que los padres realizan que realmente tienen un impacto positivo en el comportamiento de los niños y niñas. 

Conocer y saber aplicar esta metodología brinda la oportunidad de lograr que los menores tengan una respuesta efectiva, sin necesidad de amenazas, manipulaciones o cualquier otro tipo de violencia. 

Otro de los beneficios que otorga el método de Paternidad Efectiva es aprender el significado de cada una de las malas conductas de los pequeños; así como trabajar las emociones de los mismos, para encaminarlas de manera efectiva. 

Expertos le cuentan sobre este método y cuáles son los estilos de crianza más comunes.

Método de paternidad efectiva: ¿Qué es?

Los psicoterapeutas Gabriela González y Luis Carlos Flores, expertos en el método de paternidad efectiva, señalan que el uso de métodos de crianza positiva demostró tener un efecto en la conducta de los padres entrenados; misma que se refleja en mejoras en la conducta de los menores. 

De este modo los principales agentes de cambio de conducta en los niños son los padres, maestros y figuras de autoridad que los rodean. El Método Paternidad Efectiva busca comprender lo que pasan los niños en cada etapa de desarrollo y cuáles son sus necesidades más importantes en cada una. 

Así, puede nutrir esas necesidades de la forma más adecuada. 

No se trata de ser un padre despreocupado. De hecho, cuando es un padre que aplica este método presta mucha más atención a cosas que antes no notaba, como su tono de voz, las palabras que usa, la forma en que marca límites y la intención con la que lo hace, la manera en la que estimulas que desarrolle su independencia, entre otras. 

Los expertos señalan que cuando se da cuenta de qué es lo que usted y su hijo realmente necesitan, su quehacer como padre es distinto rompe con formas de ser obsoletas y puede ser más empático con sus hijos y más compasivo, sin dejar de ser claro y firme cuando es lo que toca. A continuación, un ABC de las claves de la paternidad efectiva: 

A. Los papás y los tutores deben aprender la importancia de que sus hijo/as escuchen con atención y reconozcan la autoridad, pero actuando desde el amor, la empatía y el respeto mutuo. 

B. Es importante que comprendan qué es lo que significa cada mala conducta en los niños y niñas, y a su vez trabajar las emociones de los pequeños para encaminarlas efectivamente, sin importar la edad. Para esto deben apoyarse en herramientas para sanar la infancia y así comprender a los niños. 

C. Es importante que los niños y niñas se eduquen de manera distinta, con vínculo y conexión, con autoridad amorosa y respeto, por lo que es clave alcanzar una conexión más profunda con sus hijos/as. De esta manera, se logrará renovar y reparar la relación entre los padres e hijos, lo que tendrá como resultado una relación más sólida y cercana.

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