¡La embarré! Ponga la cara

Si se comete un error hay que aprender a mirar las consecuencias, saber que no somos perfectos, que las personas que nos juzgan tampoco lo son y que darnos cuenta de ellos y enmendarlos es parte del proceso de crecer como seres humanos.

La realidad es que en la vida es ­ineludible fracasar y cometer errores. La única forma de impedirlo sería no correr ningún tipo de riesgo y estar en una especie de burbuja ¡y eso no es vivir!

Ahora, si bien en los errores pueden haber unas consecuencias negativas, la ‘fórmula’ para sortearlos y prevenirlos no es esconderse o esconderlos precisamente y, contrario a esto, la capacidad de asumirlos sí tiene que ver con el hecho de convertirlos en un aprendizaje.

Sin embargo, muchos se enfrentarán al dilema: “Si digo la verdad, si enfrento mi error… me dirán que es malo lo que hice, y si digo mentiras también me reprenderán”.

Y es cierto, ambas opciones pueden suceder. Pero lo importante es que considerar la primera (aceptar y enfrentar mi error) abrirá un camino para ver las dificultades como desafíos, siempre y cuando al error cometido le siga un proceso reflexivo de autocrítica que examine su conducta, para luego ofrecer un reconocimiento y reparación.

LISTA
Si duda de si está o no cometiendo un error:
Nunca se quede solo o sola, pida siempre una segunda, tercera o cuarta opinión, sabiendo siempre que su reflexión es la definitiva, no la de ellos.

2 Confronte las consecuencias del mismo en su vida personal, social o familiar, sabiendo que nadie más que usted tiene la oportunidad de construir una vida de experiencias que lo enriquezcan.

3 Tenga en cuenta que las mentalidades perfeccionistas y que quieren controlar todo, muchas veces son enfermizas y poco tranquilas emocionalmente.

4 Piense que si no puede controlar todo lo que le sucede, sí puede aprender de ello.

LOS VALORES QUE DESARROLLO AL ENFRENTAR MIS ERRORES
La honestidad, la verdad, la credibilidad. Al enfrentar los errores, el joven se convertirá en una persona creíble, confiable y reflejará su capacidad de autoevaluación y autocontrol si llega a cometer una equivocación.

Así mismo, profesional, laboral y socialmente estos valores se reconocen mucho.

Preguntas y respuestas
Sandra Liliana Luna Delgado
Sicóloga

¿Qué cosas debo analizar si deseo ‘ponerle la cara’ a un error o equivocación?
Primero debo preguntarme ¿qué fue lo que pasó para llegar a esa situación? ¿Cómo puedo prevenir para que no vuelva a cometer dicho error? Y mirar… ¿qué aprendizaje me deja?

Ahora, hay que mirar todo en justa medida. Algunos jóvenes se dan mucho ‘látigo’, caen en el auto reproche. Culturalmente nos han enseñado a no cometer errores, pero hay que tener en cuenta que el error tiene un elemento constructivo. Por lo tanto, debo mirar en qué medida mi equivocación puedo transformarla en una oportunidad.

Cuando hay otras personas involucradas, entonces la idea es que, antes de tomar decisiones o de realizar una acción importante, evaluemos cuáles son los costos y beneficios para mí u otros a corto o largo plazo.
No sólo es decir “lo siento” si cometemos un error o pasármela de disculpas en disculpas. Ese no es el hecho.

¿Cuál sería una buena forma de prevenir o de analizar mis acciones para no cometer un error?

Los jóvenes deben hacer el ejercicio de evaluar las cosas antes de tomar sus decisiones. Si aprendemos a tomar decisiones, no es que no vaya a pasar nada o que no vayan a presentarse errores, pero sí es una habilidad que los jóvenes deben desarrollar para que, si bien los cometen, éstos sean más asumibles. Si debo tomar una decisión difícil tengo que contemplar los pros y los contras, pero también aprovechar y acudir a otras personas: mis padres, un amigo de confianza, un hermano, un tío. Alguien que me ayude a mirar varios puntos antes de tomar una decisión. Porque lo que pasa frecuentemente es que los jóvenes toman decisiones sin información o mal informados. Entonces, el hecho no es buscar a alguien que decida por mí sino alguien que me brinde más información para que tome una mejor decisión.

¿Por qué poner la cara es mejor en vez de decir mentiras?

Poner la cara genera una descarga a nivel emocional, hay un ‘alivio’ porque usted sabe que está haciendo lo correcto.
Además, no olvide que en la medida en que se va convirtiendo en un adulto, usted va a tener que poner la cara en muchos aspectos de su vida. Con los amigos, la pareja, en el trabajo, etc.

Tenga en cuenta que una mentira lleva a otra. No le sume a su error otro tapando lo que ya hizo, así lo único que logrará es que se dé una cadena de errores.


Preguntas y respuestas
Eduard  F. Arraut Camargo
Psiquiatra – Psicoterapeuta. Universidad del Rosario

¿Por qué es importante ser capaz de enfrentar una situación, una irresponsabilidad, una mentira o un incumplimiento? 
Debemos entender que ante el incumplimiento de una responsabilidad y el uso de la mentira siempre aparecen factores como el miedo a ser juzgado, que normalmente viene de las posturas rígidas y exigentes de quienes creemos tienen derecho a juzgar nuestros actos: Padres, profesores y parejas.

Es importante asumir las fallas que se nos presentan en la vida cotidiana, porque ellas nos aseguran que en la vida lo último que llega es la “perfección”, y que si queremos crecer dentro de una personalidad verdaderamente abierta, no egocéntrica (centrada sólo en mí) y de la cual fluyan verdaderos vínculos, debemos luchar por nuestra identidad, la cual contrario a lo que las otras personas pueden ver, me permite reflexionar sobre los errores y reparar mi punto de vista y mi comportamiento hacia las otras personas que considero tienen poder para juzgar mis actos. El asumir mis equivocaciones e irresponsabilidades, aceptarlas y corregirlas, me permite ser el verdadero dueño de mi vida y el maestro que construye mi identidad.


Si he cometido un error seguramente habrá una consecuencia que lo hará evidente… pero ¿Cómo podría identificarlo o saber que estoy ‘a puertas’ de cometer uno?

Poder crecer y avanzar en cualquier condición de la vida implica poder aprender de nuestras decisiones y de la manera como las ejecutamos. Lo primero para identificar un “error” es tener una adecuada autocrítica sobre nuestros actos, esto no es una condición fácil, por ello debemos perder el miedo a confrontar nuestras acciones con personas que consideremos tienen la facultad y la calidez para darnos su opinión y confrontar nuestros actos.

El poder perder el miedo a comunicarlo es el primer paso. También es importante estar abierto a lo que los otros opinen siempre y cuando sean personas que consideremos han cometido errores y han logrado salir de ellos (un amigo honesto, un familiar directo o indirecto comprensivo, un maestro tranquilo y asertivo, un consejero). Lo anterior puede ser una alternativa para confrontar nuestros actos y tomar decisiones sobre ellos. Hay que entender que nadie nace terminado, los jóvenes se construyen día a día con las experiencias.


Verdes se toman el mercado

Credito
ANGÉLICA MARÍA MORENO MEDINA

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