Serán 80 jóvenes de cuatro colegios los que estarán en 'la jugada'. Desde  las instituciones educativas Alberto Santofimio, Liceo San Isidro Labrador, Niño de Jesús de Praga y Darío Echandía, se buscará que todos los jóvenes conozcan sobre la violencia sexual y su prevención.

Para ello tendrán que ponerse la camiseta y jugar Baloncolí, el deporte por la paz.

El juego por la paz
El Balancolí es un juego lúdico que surgió en 1993 por el profesor caldense, Tiberio Amaya, que en medio de la agresión cotidiana de un grupo de mujeres adictas a la droga, buscó la forma de integrarlas a la sana convivencia, al respeto y a la solidaridad.

Esta práctica logró instalarse en las instituciones educativas del municipio de Caldas y hoy es un juego común en todo el Eje cafetero y ahora  llega con fuerza a las canchas tolimenses.

Además, este juego motiva a los niños y jóvenes a comprometerse con el deporte y con la paz sin distinción de religión, política, raza o cultura.

Su eslogan, “La tolerancia respeta la diferencia y ama la sana convivencia”, hace parte de todo un trabajo de formación integral para niños y jóvenes, hombres y mujeres que participan en él. Es la muestra física de la práctica de los valores en un campo de juego.

Está compuesto por acciones de ocho deportes diferentes: Fútbol Americano, Microfútbol, Baloncesto, Voleibol, Fútbol, Futbolito, Balonmano y Rugby.

El juego
Previo al juego, los dos equipos en contienda se saludan a cuatro manos en el centro del campo y con las frases “El Baloncolí te ama” (dice uno), “Ama el Baloncolí” (responde el otro), inicia el juego.

En el Baloncolí se cree en la palabra, a través de ella los jugadores hacen compromiso de paz y respeto mutuo. Los capitanes que desfilan de últimos  se saludan intercambiando banderas, blanca y negra, y se abrazan con la firme pretensión de cambiar la violencia por la paz.

En el campo de juego siempre hay tres hombres y tres mujeres por equipo.
Se premia y se sanciona; corazones verdes para premiar y tarjetas blanca y negra para sancionar.

Hay que anotar que los goles femeninos valen el doble, para buscar la igualdad en la diferencia. Es decir el juego es mixto.
Pueden participar también personas con discapacidad; estas últimas pueden aportar el 'jugador satélite'.
El mejor jugador del partido o del torneo se define por el mayor número de corazones verdes ganados y se denomina jugador juego limpio.

Ocho deportes en uno
Ejemplo tomado de una experiencia en Antioquia
cuando el reloj marcaba dos escasos minutos de la etapa inicial, se produjo el primer tanto. Muy cerca de su portería, “Juan” le pegó al balón con el pie derecho, lo tocó con uno de sus compañeros, atravesó raudo la cancha, recibió un pase certero y de frente al arco, al mejor estilo de los jugadores de fútbol, pateó al ángulo superior derecho de la portería. El guardameta, impotente, sólo alcanzó a ver cómo la bola sacudía su red. Tan bonito fue el gol que le valió a “Juanito” una tarjeta verde. De esa forma el juez lo premió y aplaudió su acción. También, como es tradición en el baloncolí, el juez lo llamó para estrechar su mano.

El baloncolista tiene cinco segundos para pasar a terreno contrario. No existe portero ?jo, cualquier jugador puede cumplir esa función dependiendo de las circunstancias del partido. Como el baloncolí es mixto, al campo entran tres hombres y dos mujeres por equipo.

Para el segundo tiempo esa relación se invierte. Cada equipo tiene un sexto jugador satélite, quien se ubica en la línea ?nal, al lado derecho de su portería, y se encarga de ingresar el balón para remplazar el que salió por la raya de fondo. La tarjeta verde que se usa en el baloncolí no es para castigar, sino para premiar la jugada vistosa, el espíritu solidario y el juego limpio. La tarjeta blanca es una invitación a la paz y la negra es señal de violencia.

FRASE
Son ocho deportes en uno. Los equipos están conformados por niños y niñas, como una apuesta por la
equidad. El juez felicita a quien hace gol, y al ?nal los dos equipos dan la vuelta olímpica. Así se juega en
Caldas, Antioquia, el baloncolí, un deporte que educa para la paz.

El proyecto
Milena especifica que la campaña trabajará con jóvenes de 14 a 25 años, entre los que se incluirá desplazados, afrodescendientes colombianos, estudiantes, jóvenes desempleados, ex combatientes y jóvenes indígenas".

El plan de trabajo busca realizar talleres de formación sexual y como estrategia de prevención se tiene la realización de varios deportes entre ellos el Baloncolí, denominado también el deporte por la paz.

Los objetivos del proyecto son contribuir a la reducción de la violencia sexual y aumentar la capacidad de los líderes de la juventud en el trabajo de derechos humanos, la paz y la buena ciudadanía.

EVENTO
Del 27 al 29 de enero se realizará el Encuentro Nacional de la Red CAP en Ibagué, con el apoyo de la Alcaldía de Ibagué a través de la Oficina de Juventud, en el que cada uno de los nodos participantes presentará los resultados de la implementación del proyecto, logros y aprendizajes, y darán a conocer las estrategias culturales, artísticas y deportivas empleadas en desarrollo del mismo.

Entre las actividades que se llevarán a cabo durante el encuentro está la Feria de Experiencias el sábado desde las 9:00 de la mañana hasta el mediodía.

En horas de la tarde, en la Plaza del Jardín, se hará la presentación de la estrategia de prevención de la violencia sexual y de género empleada en el Tolima, a través de un ejercicio vivencial en el que participarán los 80 jóvenes miembros del encuentro nacional y los jóvenes que lideran el proceso local.

El evento central de la actividad será la socialización de la campaña nacional de los jóvenes contra la violencia sexual y de género, que se llevará a cabo el viernes 27 desde las 6:30 p.m. y a la que todos los ibaguereños están cordialmente invitados.

Pruebas pilotos
Milena Bautista, coordinadora de formación de la Red y de la Asociación Cristiana de Jóvenes del Tolima, Acj-Ymca, organización que además lidera el proyecto en el Departamento, expresa que con esta campaña se busca crear conciencia de que la violencia transgrede los derechos humanos más elementales, vulnera la libertad y quebranta la dignidad de toda persona afectada.

"Es un problema que atenta contra la integridad física, psíquica y social de miles de colombianos, y aunque en el marco jurídico nacional es condenado, muchos casos quedan en total impunidad.

“Es una problemática social que conjuga un factor de riesgo en salud pública y justicia social", manifiesta Milena.
La vulnerabilidad de los niños, niñas y jóvenes es mayor que la de cualquier otro grupo poblacional.

Este factor, y la complicidad o miedo a denunciar por parte de los adultos, son las causas más comunes que impide una disminución en el número de casos que se presentan.

"En tal medida, la Red Mundial de Niños, Niñas y Jóvenes constructores de paz, CAP, pretende aumentar la conciencia pública de la violencia sexual como una violación a los derechos humanos y del compromiso de hombres y mujeres para reducirla", concluyó Milena Bautista.

CIFRA
80 jóvenes hacen parte del proyecto.