Redacción Jóvenes
“Mami te traigo la medicina/la que te saca de la rutina/ la que inyecta por donde orinas/ ¿cómo se llama? Pipicilina”. (Pipicilina, Palomino y Daniel Prod).

Este reggaetón, bastante explícito, no logra despeinar a ninguna adolescente que lo escucha, lo disfruta y lo baila de manera desenfrenada en las fiestas con los amigos.

Sentados en el parque San Pío, Paola, una joven de 17 años que estudia primer semestre de ingeniería industrial, describe lo que piensa de la letra.

“Cuando estoy en las fiestas o escuchando la música en la casa de mis amigas no pienso mucho en la letra, solo me gusta bailar. Ya si uno se pone a mirar bien lo que dice la canción, pues puede sonar un poco fuerte, pero de todas maneras no creo que sea ofensivo, es algo normal”.

“Es que a ti te gusta /Que te den por detrás/ Tengo el taladro /Que te va a penetrar / Tranquila que suavecito/El te va a entrar/ Como dice mi combo/Va a sonar: Tra tra”. (El Celele, John el legendario).

“Pues obviamente que uno no va a tratar así a un niña”, dice Julián, un adolescente de 15 años, que está terminando su secundaria. “Si ella se da a respetar, pues uno las trata bien. Esas son solo letras de canciones para bailar chévere y ya”.

Sin embargo, Camilo, de 18 años, señala que en las rumbas las letras hacen que el baile sea más intenso. “No es que uno le ponga mucha atención, pero pues si la música es suave y pues el coro sobretodo, pone la rumba más intensa, uno se acerca a la niña y baila pegadito”.

“En mi casa hay una fuga de gas y de agua /que tu quiere ver chica mala / Quiere ver gas o ver gotas/ Quiere ver gas o ver gotas”. (La fuga, Diggy Drama).

“Lo que queda claro es que estamos en una generación donde el sexo carece de total misterio. Me acuerdo mucho del baile ‘La Lambada’ y cómo causó un gran revuelo en la época, a principio de los noventa. La letra, de todos modos, era romántica y no decía nada explícito. Sin duda refleja la forma como los jóvenes ven ahora la sexualidad. Habría que promover más expresiones culturales y la protección a la hora de las relaciones sexuales. La censura solo trae más curiosidad”, explica Camilo Cifuentes, psicólogo especialista en Jóvenes.

“Cuídate de los cachorros y su puntería/ Porque esta noche vas a ser mía/ Y si te pillo y te pongo la cocolía/ Loba, aúlla en la mía”. (Loba, Don Omar ft. Héctor).

“Yo no me sé muy bien las letras de las canciones, si acaso algunos coros, pero de todas maneras no me gustan las que hablan de tener relaciones sexuales. Yo solamente las bailo, pero pues no voy a tener relaciones con ningún muchacho por escuchar esta música”, comenta Fernanda, de 15 años.

“Más que una influencia en los jóvenes, es un reflejo. Es un fenómeno cíclico y cambiará cuando llegue otro estilo de música. Puede que éste, al igual que el pop, haya dominado, pero cambiará y habrá otras expresiones”, puntualiza Cifuentes.

“A mí no me gusta esta música, me gustan más las baladas, pero para bailar está bien. Mis amigos hablan de sexo, a veces, y otras veces del baile y de cantar y de otras muchas cosas”, señala Juliana, de 16 años y quien afirma que “va en cada quien dejar que la música marque su vida de forma tan intensa. Se puede solo escuchar y disfrutar”.

“Vive la vida  minuto a minuto /y encontraras en cada uno de ellos un motivo / por el cual conducirte en la forma correcta/ Te lo aseguro”. (Angelito, Don Omar).

¿Qué deben hacer los padres?  paso a paso...
Carolina Dulcey
Psicóloga
1
Si los padres van con el joven en el carro y él busca una emisora donde estén pasando una canción de reggaetón con letras fuertes: “Lo mejor es que antes de hacer cualquier comentario, el padre escuche primero la letra. Una vez que haya    pasado la canción, preguntarle al chico qué piensa de la letra, expresar respetuosamente su opinión sobre el tema y pedirle que cambie de emisora”.
2
Si los padres ven a su hija bailando reggaetón: “Es conveniente que se le pregunte si tiene idea de que algunas letras y movimientos del reggaetón pueden ser denigrantes para ella. Y explicarle. Dejar pendiente una charla con ella acerca de las relaciones sexuales”.
3
Escucha a su hijo cantar una canción de reggaetón: “Si es un muchacho, preguntarle si sabe lo que significa el respeto a la mujer. Si es una chica, el respeto a sí misma y explicarle que no debe tomar en serio las letras del reggaetón”.

LA VOZ DEL EXPERTO
Carolina Gutiérrez-Rivas
Phd. Lingüística Hispánica
Autora del Estudio exploratorio sobre la construcción de la violencia de género en las letras del reggaetón interpretado por mujeres.
1. Semiológicamente, ¿cómo asumen los jóvenes las letras del reggaetón?
“Cada generación tiene sus particularidades y en todas podemos notar características resaltantes (tanto positivas como negativas) que se ven reflejadas a través de su habla y sus acciones. La generación más joven, la que desde hace 10 años (o un poco más)  escucha reggaetón constantemente y de forma voluntaria, (en la radio, la televisión, las discotecas, etc.), llegará a identificarse y hasta a asumir como propia la narrativa de las canciones, lo que cuentan las canciones. Sin darse cuenta,  como todas las demás generaciones, absorberán estos mensajes y, si los jóvenes no tienen suficiente capacidad de discernimiento, podrían llegar a pensar que “vivir” como los personajes de las letras es lo natural y lo debido. Esto sucede, simplemente, porque es imposible escapar (o no contribuir) a las convenciones sociales y culturales de nuestro entorno ni tampoco a los estímulos que en base a estas se forman”.
2. ¿Influyen estas letras en su forma de comportarse? ¿Define su entorno de alguna manera?
“En el sentido de que si en nuestra cultura popular actual los mensajes con que se nos estimula constantemente refuerzan la imagen de la mujer como:  
1) Un animal salvaje que debe ser domesticado a toda costa, con azotes si es preciso.
2) La libertina que hay que contener y poner en su lugar
3) La sumisa a la que le gusta dejarse someter, encontraremos que estas ideas permearán la consciencia social, aunque no me atrevo a afirmar, sin estudios de por medio, que dominarán (del todo) el comportamiento de los ciudadanos. Lo mismo sucede con los mensajes de las canciones de reggaetón: si son pegajosas y sus intérpretes gustan a las multitudes, estas empezarán a crear patrones de pensamiento en algunos individuos.  En definitiva, existe una conexión profunda entre el lenguaje y nuestra manera de vivir la vida. Si el lenguaje que nos rodea, y que se emplea en nuestro entorno, es mayormente violento, tendremos una sociedad violenta”.
3. ¿Este es un fenómeno cíclico? ¿Aparecerán y desaparecerán estos estilos de música? ¿Se debe promover un cambio?
“Ciertamente aún no se han hecho suficientes estudios (ni siquiera sobre un solo género musical determinado) como para saber si se trata o no de un fenómeno cíclico. Sin embargo, basada en mi observación personal, y sin ser experta en musicología, me atrevo a poner como ejemplo el caso de la moda: si las tendencias de moda se repiten  cada cierto tiempo, no es descartable que fenómenos de esta naturaleza también puedan comportarse de forma similar”.