¡A vivir porque la vida es una sola!

No debes sentir que a tus 20 años has fracasado si no has conseguido lo que querías.

Tampoco pien­ses que el alcohol y los excesos te darán la felicidad. Vive cada momento de tu vida con alegría y consigue tus metas con esfuerzo. No quieras parecer muy mayor para tu edad y no te quedes estancado en la infancia: ¡disfruta tu vida!

Fernanda confiesa que uno de sus principales miedos es el fracaso. A sus 21 años de edad considera que no haber alcanzado el puntaje necesario para acceder a una universidad en el extranjero es un verdadero declive en su vida. Sus amigos e incluso sus padres le dicen que ¡está muy joven para pensar así! Puede intentarlo todas las veces que quiera y cuenta con el apoyo económico de su familia para hacerlo. Entonces, ¿por qué piensa que todo se ha acabado?


“Es que siento que lo que tenía planeado se truncará si no consigo lo que quiero en este momento. Ya después no tendré la misma oportunidad”, explica Fernanda. Es posible que las circunstancias no sean las mismas de ahora, en el momento en que decida intentar nuevamente conseguir su sueño de estudiar en el extranjero, pero si persevera lo puede lograr.

En su misma situación está Juan Carlos, un joven de 17 años que no tiene los medios económicos para estudiar en una universidad y tampoco alcanzó el puntaje requerido en las pruebas Icfes para acceder a la universidad pública.

“Tengo miedo de nunca lograrlo. Tengo un amigo que dejó de estudiar un año para trabajar y pagarse la carrera, pero luego ya no quiso hacerlo porque se acostumbró al dinero y temo que me pase lo mismo”, concluye Juan Carlos.


El problema de Julián es distinto. A sus 23 años, aún no decide qué hacer con su vida, que se ha convertido en una montaña rusa. Julián pasa sus días de rumba con sus amigos, mientras se acomoda en la empresa de su papá. Pero, luego de beber todos los fines de semana, se siente deprimido porque considera que está desperdiciando su vida.


¿Por qué lo hace? ¿Cuál es la razón de esta prevención?


“Lo que sucede es que ellos mismos -los jóvenes- se llenan de unas expectativas poco flexibles y este es un mal con el que pueden cargar aún cuando pasen a la adultez”, explica la psicóloga Lilian Mora.


La experta señala que este sentimiento es una especie de sabotaje hacia sí mismos, porque no son capaces de lidiar con sus propios temores.


“En el caso de Fernanda y Juan Carlos, el problema es que se han fijado una meta a determinado plazo sin tener un plan b. Y si las cosas no salen como lo han pensado, sienten que la vida es un fracaso y prefieren dejarlo todo así. De alguna manera se ponen en la situación del todo o nada”, explica Mora.


Lo realmente preocupante es que pueden arrastrar esta actitud hasta la adultez y de esta forma, ahora sí de verdad, fracasar en la vida.


“En el caso de Julián, es el miedo a la responsabilidad aquello que lo está consumiendo”. Mora señala que este es uno de los miedos más comunes y puede llegar a producir depresión en los jóvenes.


“Parece que realmente están viviendo la vida y disfrutando el presente, pero ese sentimiento de fracaso está ahí y en su interior, saben que están perdiendo el tiempo.

Estas dos actitudes extremas hacen que la vida de los jóvenes se convierta en un pasar de imágenes que dan la sensación de libertad y de vivir al máximo, sin tener en cuenta que lo importante es aprovechar las oportunidades de conseguir lo que se quiere.

Credito
BELKYS P. ESTEBAN

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