Matoneo en el colegio

El componente educativo es la principal herramienta para combatir el matoneo escolar. Pearson Colombia diseñó un curso virtual para que padres, maestros y estudiantes conozcan las implicaciones del bullying, sus consecuencias, las maneras de afrontarlo y las estrategias para evitarlo.

La Intendente Jefe de la Policía de Infancia y Adolescencia, Consuelo Rueda, señala que la línea amiga de la institución está lista para recibir la llamada de cualquier persona que conozca la situación de un niño víctima de matoneo.

Y aunque no tienen estadísticas sobre las quejas porque aún el matoneo no está tipificado como delito, sí tienen un plan de acción a seguir cuando esto sucede: La Policía de Infancia y Adolescencia va hasta el colegio –hasta ahora la mayoría de quejas las han recibido desde las instituciones educativas- hablan con la víctima, con el victimario y con la ayuda del departamento de Trabajo Social de cada colegio establecen un compromiso para garantizar a la víctima que no será molestada.

Pero, según señalan algunos chicos, es difícil hablar.

“A veces uno aguanta que lo molesten, que le tomen el pelo, pero yo creo que si esto se prolonga uno debe ponerse firme y decir, ya no más”, comenta Diego, de 15 años. Eso sí, no duda en afirmar que entiende que es difícil enfrentarse a los acosadores.

Liliana, de 16 años, reconoce que a los 12 fue víctima de bullying por un defecto en su rostro, pero que luego de un tiempo sin prestarles atención, eso pasó. “Yo creo que lo importante es ser consciente de que uno es una persona valiosa y que no debe prestar atención a lo que los demás digan”.

Sin embargo, a veces es mucho más difícil que eso: el acoso no se limita solo a la escuela, también en las redes sociales los chicos son expuestos a la humillación frecuente, lo que hace mella en el concepto que el joven tiene de sí mismo y su vida se convierte en un infierno, incluso, tomando la decisión de suicidarse.


En septiembre 16, por ejemplo, una joven en esta ciudad trató de quitarse la vida al ver unas fotos suyas en las redes sociales.      


El matoneo también es físico. Fuera de la institución o dentro, los acosadores atentan contra la integridad física de los adolescentes víctimas.


“Conozco un caso de un amigo que todos los días lo empujan los mismos niños de un grupito que se la pasa molestando a los que son más débiles”, comenta Joan, de 13 años. “Yo le digo que hay que contarle a alguien, pero él cree que si dice algo, ahí sí le van a pegar. El quiere que lo cambien de colegio, pero cree que sus papás no lo hacen por el qué dirán”, puntualiza Joan.

“Existe una serie de razones en la mente de los chicos que les impide hablar sobre si están siendo acosados y molestados. Eso los adultos no lo entienden. Hay que establecer confianza con ellos, pero además, un sistema que permita identificar a los victimarios en cualquier circunstancia y normas claras para tratar a unos y otros”, señala Camilo Cifuentes, psicólogo de jóvenes.

La actualización del Código de Policía que radicó el gobierno para aprobación del Congreso de la República, señala en uno de sus apartes que los casos de bullying o matoneo deben ser penalizados con una multa de hasta ocho   millones de pesos. Al respecto el psicólogo clínico y especialista en el tema, Juan Carlos Mahecha, señala que la solución  no es económica sino social.


“Los padres de los menores que son víctimas del bullying, seguramente se sentirán satisfechos al conocer la medida, sin embargo esto no soluciona de raíz el problema, por el contrario puede llegar a agudizarlo, ya que los implicados van a recurrir al silencio para evitar mayores inconvenientes y cada vez va a ser más difícil detectarlo por parte de los padres y los maestros”.

Credito
BELKYS P. ESTEBAN

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