¡Quiero aprender a estar solo!

Estar solo es un buen ejercicio para tomar decisiones y reflexionar. En algún momento de nuestra vida tendremos que estar solos y no significa tener que aislarnos, solo aprender a disfrutar también de las cosas que parecían no tener sentido si no se estaba en compañía.

Paulina Castro alcanzó el año pasado su sueño dorado: ¡viajar a Argentina para especializarse en sus estudios de Psicología! Sin embargo, a la par de sus estudios recibió otra gran lección: aprendió a estar sola.

“En su ciudad tenía muchos amigos. Todo el tiempo estaba con ellos en la universidad, en casa. Nunca había salido sola. Siempre había alguien que me acompañaba y en Argentina tuve que aprender a hacerlo”, explica.

Paulina, de 22 años, se encontró de repente con situaciones que jamás pensó que le serían tan difíciles: salir al cine sola, cenar sin compañía en un restaurante, estar sin ninguna persona alrededor en su apartamento. Es algo para lo que, reconoce, no estaba preparada.

Julián, de 20 años, admite que para él tampoco fue fácil cuando llegó por primera vez a Francia para realizar una maestría en Ciencias Políticas. “Tenía a mis compañeros, claro, e incluso tengo familia aquí e hice amigos rápido, pero no son como en Colombia que la gente es calurosa y unida. Muchas veces tuve que viajar solo desde Paris hasta Lyon o incluso a Roma”. Cuenta que al principio fue duro, pero poco a poco se fue acostumbrando.

¡Y aprendió a disfrutarlo!

El tiempo en soledad no se debe únicamente a los viajes. A veces es bueno simplemente estar solo, aprovechar para pensar y realizar algunas actividades sin compañía. “Podría ser un ejercicio interesante para aprender a manejar esos espacios en los que parece que la soledad no sirve para nada porque no hay nada qué hacer”, explica Camilo Cifuentes, psicólogo especialista en jóvenes.

Luciana, de 17 años, reconoce que no pasa mucho tiempo sola. “La verdad no, porque siempre hay alguien que está para hacerte compañía. Ahora con el chat en el teléfono celular pues incluso aunque físicamente no esté con nadie, siempre estoy ocupada hablando con alguien”.

Con Luciana está de acuerdo Iván, de 21 años, quien asegura que la soledad se acabó. “Ya no estamos solos nunca, porque así estemos en otro lugar sin los amigos nos podremos comunicar con ellos casi en tiempo real”.

Camilo Cifuentes está de acuerdo. “El concepto de soledad es algo que no es muy claro hoy día porque ya no hay argumentos para estar solo, a menos que se busque esa soledad”. Sin embargo, el psicólogo reconoce que aunque el aparato se use de manera prolongada, existirán momentos de soledad física que serán cada vez más difíciles de manejar.

“La gente y sobre todo los jóvenes están cada vez menos acostumbrados a estar solos. Parece que no lo pueden soportar. No saben en qué ocupar su tiempo”, comenta Cifuentes.

Entonces, ¿para qué aprender a estar solo?

“Habrá momentos en los que incluso esa soledad se haga necesaria para poner en claro los pensamientos. Pensar acompañado es muy difícil y estando solo es más fácil tomar decisiones”, puntualiza el psicólogo.

Credito
BELKYS P. ESTEBAN

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