Amores imposibles: ¡déjelos ir!

Puede parecer una emocionante aventura, pero en cuestión de sentimientos es mejor tener los pies de plomo. Ese amor imposible tal vez lo es por una razón y es mejor tomar distancia antes que salir perdiendo. Después de todo, la juventud es para gozarla y no para sufrir.

¿A quién no le ha pasado? Tuviste la “mala suerte” de encontrarte con el o la  profesor (a) sexy de la universidad y caíste rendido con la primera mirada. La mamá o el papá de tu mejor amigo está divorciado (a) y esos años le hacen ver muy interesante. El chico o la chica mayor que coquetea  por la web y que no sabemos muy bien quién es. Sí, a muchos nos han tocado esos amores que muchos llaman imposibles y que en realidad, por los obstáculos, parece que lo son.

¿Qué se puede hacer? ¿Nos enfrentamos al mundo por ellos? ¿Decidimos que solo vamos a pasar el rato a pesar de las consecuencias? Tal vez lo mejor sea pensar por qué son imposibles y dejar vivir esos sentimientos, pero sin actuar sobre ellos. Después de todo, ¡aún estamos muy jóvenes para tanto melodrama!


Consejos para padres:
> Recordemos que la familia es una institución que se forma día a día. Como madre debes poner en práctica los valores aprendidos y uno de ellos es la honestidad, hazle ver las ventajas de ser una persona honesta, y que el hijo pueda entender y valorar el concepto de una amistad.

> Instruye a que en cada acción hay una reacción y esta puede ser positiva o negativa.


> Motívala a que hable del asunto, no la juzgues, escúchala primero para que al final juntas puedan buscar una mejor solución.


Recomendación para padres: Otorga el voto de confianza en los hijos, establece límites dentro de casa y en la institución. Si la situación persiste, aborda el tema con el maestro guía del aula, y por último comunícalo a las autoridades inmediatas de la institución en caso de gravedad o que la situación se salga de nuestras manos.


Me enamoré de mi profesor
 “Cuando crees que estás enamorado de tu profesor, muy seguramente estás deslumbrado con la figura de autoridad, ya sea cercana o distante, que ves con tanta frecuencia. Lo más seguro es que te sientas en parte identificado con lo que quieres ser y no con la persona en sí”, explica la psicóloga Carolina Dulcey.

Pablo fue uno de los estudiantes que se sintió enamorado de su profesora cuando ingresó a la universidad, hace dos años. La profesora parecía muy seria al principio, pero Pablo se propuso conquistarla porque “era, bueno, todavía es muy bonita, me gustaba mucho su forma de ser también”. Pablo vio ese romance como un verdadero reto.


“Esa es otra de las razones por las cuales se presenta atracción: además de que existe algo físico que gusta y la personalidad puede ser agradable, también está ese componente de doblegar la autoridad de esa persona a nuestros deseos y eso es algo que está muy presente en la psicología del adolescente. Hacer lo que se quiere es una consigna”, continúa Dulcey.


Pablo siguió con el acecho a pesar de enterarse de que su docente estaba comprometida en matrimonio. Al principio la profesora rechazó las intenciones de Pablo, pero luego de mucho insistir, aceptó finalmente una salida. Sin embargo, nada fue tan idílico como él lo pensó. “Estaba muy nerviosa de que la sorprendiera su novio. Llevaban un noviazgo de mucho tiempo y aunque era linda y conversábamos bien, me sentí incómodo con ella”, explica Pablo. Tristemente para ambos, los avances de Pablo con su profesora no habían pasado desapercibidos y fueron sorprendidos por sus compañeros, que comentaron la situación ante los directivos de la universidad. En conclusión, la docente estuvo a punto de perder su empleo y a su novio, y para Pablo todo quedó en un mal sabor de boca.


Esto no significa que todos los romances de este tipo tengan un final triste, algunos incluso culminan en matrimonio. La clave es que este profesor este soltero y tú estés preparado para asumir de forma madura un romance de este tipo, que tiene tantas implicaciones para ambas partes.


LA VOZ DEL EXPERTO
Me enamoré de la mamá / papá de mi mejor amigo /a
Camilo Cifuentes
Psicólogo
“Estas son palabras mayores. Por muy interesante que el papá o la mamá de tu mejor amiga o amigo te pueda parecer, involucrar a un adulto, que además es un familiar de sangre de la persona que confía en ti, pone demasiado en juego”. Aquí lo que los chicos deben recordar es que en la adolescencia los sentimientos están a flor de piel y la admiración se puede confundir fácilmente con el amor. De hecho, en la adolescencia eso pasa mucho, sobre todo con las figuras mayores o de autoridad. Sobre todo si el adolescente es el típico chico o chica muy avezado, inteligente, que cree que no encaja con su grupo de amigos. O si el chico o la chica están jugando a ser el seductor. El amor puro se da muy pocas o casi en ninguna ocasión a esta edad, con frecuencia hay otro sentimiento de parte y parte: la necesidad de explorar, el gusto físico, la sensación de soledad o de vivir una experiencia nueva. En mis investigaciones he conocido de casos en los cuales también ese padre o mamá o hace avances para seducir al joven y en este caso la recomendación para los chicos es salir huyendo, aunque sea grande la tentación por ser orientado en el ámbito sexual por una persona mayor.

Este tipo de relaciones, que además deben ser secretas en muchas ocasiones ya que nuestra sociedad no es tan liberal como la holandesa, por ejemplo, solo producen desazón a la larga y la pérdida de una amistad muy valorada. Es mejor ser sincero si esto ha llegado a pasar, si la atracción ya comenzó, para poder tomar una decisión al respecto. Yo recomendaría hablar claramente y poner tierra de por medio. En la adolescencia estos caprichos pasan. Es por eso que el padre debe ser el que tome las riendas aquí y le diga al joven: “sí, tú eres un encanto y me siento halagado o halagada, pero hasta ahí. No va a pasar nada y eso es lo mejor. Y también es mejor poner distancia y alejarse”. Con el tiempo eso pasará, así que no hay que desesperarse.  


Credito
BELKYS P. ESTEBAN

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