Querer es poder y la Fundación Musicalia es sinónimo de ello

JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
Paula María Delgado, una joven que quiso ayudar a los demás, tiene en sus manos la Fundación Musicalia. Sin olvidar nunca lo que su padre, Luis Carlos Delgado Peñón, le decía: “Lo único que quiero es que ustedes sean un producto que le aporte algo a la sociedad, algo bueno, evidentemente”. Hoy está convencida que su labor en este mundo es generar cambios.

Detrás de una pantalla, con el corazón en la mano y a 10 horas de su país, estaba ella, Paula María Delgado, sentada en su sofá y observando cada una de las noticias que registraba la televisión. 

Mientras ella gozaba de los placeres de Europa, decenas de familias en Colombia se ahogaban en vida. 

Sin embargo, su amor por esta parte del mundo, la hizo regresar, serían veinte días en su país, veinte días que dejarían huella en su vida y en la de personas que aún sin conocer, ella quería ayudar. 

Paula, una joven de 23 años, con ganas de superarse al igual que muchos de su edad, volvió a Colombia con la idea de regalar alegría a las familias que habían sido afectadas por la fuerte ola invernal de 2011 y que, por su parte, había tenido que presenciar a lo lejos, mientras estudiaba Relaciones Públicas en Barcelona. 

Entonces la distancia no fue impedimento; ese año, por medio de una campaña a la que le dio por nombre 'Somos uno' ayudó a tres sectores de su ciudad, Ibagué, y a dos más del Líbano, los cuales habían sufrido fuertes daños en medio del caos invernal. 

Pero su vuelo de regreso a Europa estaba listo, debía devolverse y seguir forjando su futuro. 
Un año después Paula María termina su carrera y siente de nuevo la necesidad de regresar a Colombia, según ella, su vida estaba aquí, ayudando a los suyos y buscando la manera de crear cambios a  su alrededor. 

Fue así como su llegada dio inicio, tal vez,  a la mejor experiencia de su vida hasta el momento: La fundación Musicalia. 

¿Cómo se creó la fundación?

“Vine de Europa y me volví a encontrar con los que se habían manifestado la vez anterior y les dije: 'Hagamos algo para reunir fondos y mirar qué hacemos con esa plata'. No sabemos qué, pero la orientamos de nuevo, la idea es tener los recursos”.

Entonces nació la noche B.I.P. Tolima, noche benéfica por la infancia y el progreso del Tolima,  en la cual personas importantes del Departamento y la ciudad se hicieron presentes en un concierto que buscaba recoger fondos para la causa, con la presentación de cuatro artistas muy reconocidos en el campo de la música lírica y colombiana: El dueto de Los inolvidables, El Viejo Tolima, Juan Carlos Villarraga y Sidney Jiménez.

Una noche lo hizo todo, ya con los fondos sólo faltaba saber para dónde iban estos mismos y fue así como de repente surgió la idea “yo he tenido una influencia familiar muy importante en cuanto a la música colombiana, porque a mi familia le gusta bastante, siempre la he escuchado y me he sentido muy conmovida e identificada, pienso que no hay que perder eso, entonces dije apostemos todo por ahí”.

Entonces en ese apostarlo todo, surge el proyecto de ayudarle a niños con talento para cantar o tocar algún instrumento, fue así como por medio de unas pruebas en mayo de 2013, demostraron su canto y su puesta en escena.

En ese sentido, jurados que conocían el tema seleccionaron  a los mejores con base en su talento, pero también en su situación socio económica, finalmente la idea era tener  'pequeños' que realmente necesitaran la ayuda. 

“Los niños hoy están acá, nosotros le hemos garantizado la beca, donde va incluido el curso, el material que significa instrumentos y demás, el transporte, los refrigerios y una serie de componentes que hemos contemplado y que esperamos a lo largo del tiempo, ir llevando a cabo”, afirma Paula, convencida de que parte de su sueño se ha hecho realidad. 

Son cuatro niños, con sueños, talento y actitud desbordante, convencidos de que Paula ha sido su ángel, y el mejor camino para cumplir lo que algún día veían como imposible.

Zharick Peña, Steven Eduardo Romero Villa, Fernanda Narváez y Estefanía Correa Cabezas, son los niños que hoy están inscritos en el Conservatorio del Tolima, cada uno con guitarra en mano asiste todos los sábados sin falta, detrás de un objetivo. 

Paula con su grupo de trabajo conformado por Juan Fernando Espinosa, Elkin Hernández y Nicolás Martínez se convencen cada vez más de que aún, a pesar de las dificultades, la Fundación Musicalia ha sido su mejor logro. 

Las barreras

A pesar de los fondos que en la noche BIP se recolectaron, los recursos que hasta el momento han tenido como fundación no han sido suficientes, por lo cual ha sido imposible darle la posibilidad a más niños de que ingresen a integrar el grupo. 

Refrigerios y transporte han sido puestos por los cuatro jóvenes que lideran la fundación y que con ganas de ayudar a más niños, todos los sábados sin importar que sea su día de descanso, se levantan a recoger a cada uno de los integrantes de la fundación y así los acompañan a las clases.

Sin embargo, su objetivo es llegar a más población, pero aún no cuentan con ningún patrocinio que se solidarice con la causa, por lo cual, el 21 de septiembre decidieron grabar un CD para recolectar dinero que les dé un sustento. 

Paula asegura que, “nuestra idea central es que no sólo se formen en un campo artístico, sino que se forme el ser humano integralmente”. 

“Lo que yo quiero es que la gente conozca el proyecto y que los jóvenes hoy nos conmovamos con eso. No necesariamente tenemos que tener una posición laboral o económica específica, ni tampoco esperar a tener 50 años para ofrecer una ayuda, uno puede hacer las dos cosas y compensarlo”.

Afirma también que ser la hija del gobernador del Tolima no ha sido el punto de partida para realizar su objetivo, simplemente cuenta con que su familia le brindó las herramientas necesarias para llevar a cabo la enseñanza de su padre, servir a la sociedad.

Credito
LUZ MARINA DÍAZ - ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

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