Escuchar niños que se creen en el derecho de decirle a su hermana lo que debe hacer, obligarla a lavarle los platos, la ropa o hacerle el desayuno por el simple hecho de que es mujer, se vuelve algo muy común en este país.
Asimismo, muchas niñas han crecido con el imaginario de que es el hombre quien lleva la razón en diferentes situaciones de la vida cotidiana y son ellas quienes deben obedecer.
Por eso, a diario es posible encontrar casos muy comunes y nada escandalosos pero que corresponden a esos rasgos que ha dejado la propia cultura machista en quienes están creciendo.
Sin embargo, las jóvenes de hoy en día dicen luchar por una liberación femenina y mostrar que no son dependientes de ningún hombre, una forma muy usual de mostrar su rechazo frente al continuo machismo en las actuaciones de un aparente ‘caballero’.
Por eso es posible que en la calle usted se encuentre con personas que posiblemente le dirán que no son, ni están de acuerdo con el machismo, que es algo retrogado para ellos y que jamás serían capaces de tener actitudes que los identifique como tal.
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