Adolescentes mucha curiosidad

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El sexo no es todo en la vida, pero, no vamos a mentir, en la adolescencia eso parece ser lo único que rodea tu cabeza y la curiosidad te mata: viste pornografía. Lo primero es que no pienses que es un gran pecado o que has hecho algo terrible. Es normal sentir curiosidad. Eso sí, ten cuidado de que no se vaya a convertir en una obsesión.

BELKYS PAOLA ESTEBAN

Lo primero que debes saber es que la pornografía no muestra un panorama real del sexo. Hay actores que aprenden un libreto y que fingen un acto sexual. Como consecuencia, a esos actores les pagan para pretender que sienten placer. Por eso, lo que la pornografía ofrece no es lo que sucede en realidad.

La verdad de las relaciones sexuales es muy distinta, y aunque es natural que sientas curiosidad por ver pornografía, la adicción a ésta puede significar un gran riesgo para tu vida.

No, no te rías, no te vas a morir por ver una que otra vez, pero sí puedes sentirte cada vez más necesitado de ver este tipo de videos o revistas y eso sí puede afectar tu rendimiento académico y la forma como percibes la realidad de la sexualidad.

Por otro lado, la pornografía no va a resolver tus preguntas con respecto al sexo, eso tenlo presente. No te va a decir cómo debes comportarte en el acto sexual -porque en la pornografía esto es actuado, depende de las intenciones del director-, ni te va a mostrar los sentimientos, ni cómo cuidarte de manera responsable, ni cuándo empezar a llevar una vida sexual, ni cómo las mujeres se van a comportar, ni cómo lo harán los hombres. Por eso, si tienes dudas, consulta con alguien responsable.

Las telenovelas, las películas románticas y la pornografía -si se te convierte en una adicción, ésta es más peligrosa que las anteriores- son solo eso, ficción. Así que si ya la viste, pues no pasa nada, siempre que tengas claro que eso no se convertirá en el centro de tu vida y que vale la pena que te des la oportunidad de aprender sobre cómo pasa el sexo en la vida real, que, además, te brindes tu tiempo para empezar una vida sexual cuando sea el momento adecuado y que, por lo demás, te goces de la vida y de tu tiempo con diversos tipos de actividades.

Si ves que tu curiosidad por ver pornografía se te sale de control, piensas en eso todo el tiempo, te escondes para verla y no quieres hacer otra cosa… entonces busca ayuda. No tienes por qué sentirte incómodo, incómoda o tener vergüenza. Todo se puede superar y a muchos chicos y chicas les puede pasar.

Lo que los padres deben saber

Preguntas que las páginas porno

no van a responderte:

Diego Roballo

Ginecólogo

Camilo Cifuentes

Psicólogo. cifuentes.camilo.al@gmail.com

“Puede sonar controversial, pero lo primero que los padres deben hacer es quitar el secretismo a la pornografía porque esto contribuye a la curiosidad. Que los chicos tengan curiosidad por el sexo es normal, así como es muy común que en algún momento se topen con ella por cualquier medio.

Sin embargo, los chicos son vulnerables para llevar esto a términos de la adicción, y es por esto que bloquear un computador no servirá de nada. Si un chico -usualmente son los varones quienes ven más pornografía, pero las chicas también pueden verse expuestas- quiere ver pornografía, va a buscar cualquier forma de hacerlo. Así que lo que realmente hay que hacer es hablar con ellos y no castigarlos o asumir el tema como si fuera un delito o castigándolo, quitándole el teléfono por una semana. Hay que dejar de presionarlos, para empezar a empoderarlos. Empoderarlos sobre diferentes temas que implican la sexualidad, incluida la pornografía.

Hay que distinguir dos tipos de jóvenes: los que no se sienten mal viendo pornografía y cada vez son más adictivos, a aquellos que la ven una vez o dos y no ponen mayor entusiasmo al tema. Los primeros necesitan un psicólogo y comprensión; los segundos, hacerles ver que el sexo mostrado allí no es real y denigra a las mujeres, por lo que no será lo que realmente encuentren en su vida. Las recomendaciones para los padres son las siguientes:

1. Empodere a sus hijos para que no sean presa fácil de la pornografía: dígales de qué se trata y por qué es peligrosa.

2. Esté preparado: si ve que su hijo o hija se acerca a una edad en que se verá expuesto o expuesta a temas sexuales, piense en todo eso y cómo hablará con él o ella. Acuda a una charla psicológica si también tiene temores sobre el tema.

3. Sea paciente: los adolescentes son curiosos y si sorprende a su hijo o hija una vez, esté preparado para sorprenderlo otra vez. En todas las ocasiones indague qué le llama la atención de la pornografía y explíquele por qué no es sano.

4. Sea perseverante: no deje el tema a un lado ni trate de ignorarlo, es lo peor que puede hacer.

Juan Camilo Díaz Bohorquez

Profesor investigador en Instituto de la Familia - Universidad de La Sabana

¿Es normal ver pornografía?

“No, no es normal. La pornografía es una actividad que recurre a materiales, imágenes y reproducciones de actos sexuales con el propósito de estimular a quien la recibe. Se manifiesta de diversas formas: revistas, películas, fotografías, historietas, pinturas y hasta bailes. De esta industria no escapa nadie, ni siquiera niños y adolescentes, quienes viven envueltos en una cultura mediática (series, comedias, novelas, videos musicales) que les invita a llevar una vida sexualmente irresponsable y en la que se les motiva al primitivismo sexual: todo el placer de la persona humana se centra en el sexo. No puede ser normal que una persona vea pornografía. Y menos los niños y adolescentes, cuya personalidad pasa por un proceso de formación, porque se llevarán una percepción irreal y equivocada de lo que es la sexualidad”.

¿A quién debo hacer las preguntas que me surjan sobre sexo?

“En primer lugar a los padres de familia. La familia, el hábitat natural de la persona humana, es la principal responsable de la educación de los hijos. La escuela, un apoyo, mas no un sustituto, es otro espacio en donde se puede encontrar las respuestas acertadas, siempre y cuando la clase de sexualidad sea respetuosa de la dignidad humana, entienda lo que significa la naturaleza humana y no intente, por presiones o ideologías, modificar el concepto de persona, sexo, sexualidad y género. Comunicación, confianza, respeto y términos claros, son claves. Si padres de familia y maestros no hacen la tarea, los niños y adolescentes encontrarán respuestas en la TV, en la radio, en revistas y de repente no son las respuestas indicadas”.

¿Qué hago si mis papás me sorprenden? ¿Es diferente hablar con el papá que con la mamá?

“Este es un tema que genera inquietudes, pero que debe ser abordado directamente, sin rodeos. Ambos padres deben estar en la capacidad de tratar ésta y otras temáticas que afectan la vida de niños y adolescentes”.

Credito
EL NUEVO DÍA

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