Oye, ¡tú no eres de la realeza!

title
Adolescente: cuando dices que ya vas de camino, de verdad debes estar en camino. No eres ni príncipe ni princesa para hacerte esperar.

Las personas bien educadas son aquellas que dan muestra de que aunque su vida sea privilegiada, no tratan de hacer sentir menos dignos a los demás. No importa si a tu alrededor no hacen lo mismo. No importa si otros adolescentes esperan que los mensajeros, las señoras que realizan los oficios diarios, las secretarias, los celadores, choferes y demás personal los atiendan como si fueran de la realeza, sin recibir un “gracias” o sin que les pidan un favor. Si crees que ser como ellos te hará ver más alto en el escalón social, lo mejor es que sepas una triste realidad: solo te ves como un tonto.

Si pides el favor y das las gracias, ya has dado un gran paso. Pero aunque hagas esto como muestra de urbanidad, es importante que sepas también que hay cosas que tú puedes hacer por ti mismo, sin necesidad de que otras personas lo hagan por ti. Tender tu cama, organizar tu ropa para lavar, recoger tu desorden y comprar tu media tarde son actividades que te permiten ser autónomo y que te harán sentir mucho mejor.

Los profesores

Es verdad que a veces sentimos que no estamos de acuerdo con los profesores o que algunos de ellos son “tiranos” en su clase. Sin embargo, aún así, son quienes dirigen la clase y hay que dirigirse a ellos con respeto. Los docentes no están a tu servicio, están para darte conocimientos y guiarte en tu aprendizaje. Si tienes algo que decir con respecto a la manera como lo hacen, dirígete a ellos con respeto. Es un buen primer paso.

Tus padres

El rol de tus papás en tu vida tampoco es atenderte ni cumplir todos tus caprichos. Es educarte, pasar tiempo contigo y darte amor. Hacerte todo para que estés contento no hace parte de sus obligaciones contigo. Pídeles hacer cosas que realmente no puedes hacer por ti mismo.

En algunas ocasiones nos podemos encontrar con que aunque seamos respetuosos, no recibimos lo mismo de vuelta. No hay que desfallecer ni tratar de ser “rudos”. Lo que importa es que tú estás demostrando la persona que eres. Recuerda: la realeza está en Europa.

Agresividad vs. asertividad

Carolina Dulcey

Psicóloga

“Algunas veces las personas que están a nuestro servicio pueden reaccionar de una manera desafiante por diferentes razones. Antes de contestar de manera arrogante, ten presente que estas personas son contratadas por nuestros padres y no por nosotros, y por tanto, son ellos quienes deben realizarles un llamado de atención si nos parece que hemos sido agredidos por sus palabras o comportamientos. Aquí algunas cosas que se pueden hacer:

1. Dejar la situación tal como está, sin tomar partido. Cuando tengas la oportunidad, habla con tus padres y coméntales lo sucedido.

2. Haz una reflexión rápida de la situación y piensa si de alguna manera tu petición no fue del todo racional o si la forma como la hiciste pudo haber herido sus sentimientos.

3. Ofrece una disculpa si es el caso. Eso no te hace menos persona ni alguien débil.

4. Trata de entender las razones por las cuales pudiste recibir este tipo de respuesta o ese tipo de reacción.

5. Evita hacer comentarios sobre la forma de ser de esa persona o sobre su vida. Limítate a los hechos y sé justo y diplomático.

Algunas cosas que un

adolescente arrogante debe saber

Lilian mora

Psicóloga

1. Papá y mamá: no irrespeten a sus hijos en público, pero tampoco dejen que ellos lo hagan.

2. Adolescente: cuando dices que ya vas de camino, de verdad debes ponerte de camino. No eres ni príncipe ni princesa para hacerte esperar.

3. Si no te gusta la comida que te sirven en la casa: entonces hazla tú mismo o compra algo de tu propio bolsillo.

4. Escuchar es importante.

5. Agradece a tus padres por tratar de buscar maneras de ayudarte: si te piden que vayas a psicología, debes intentarlo sin chistar.

6. Los padres muchas veces preguntan para iniciar una conversación y no para interrogarte. Aunque te sientas así, contesta lo que te preguntan. Si no quieres hablar, dilo respetuosamente.

7. Si no te gusta que te regañen, entonces no “des papaya”.

Credito
BELKYS P. ESTEBAN

Comentarios