Si a Carlos Varela, Gabriel Batistuta, Sebastián Abreu, Iván René Valenciano y Javi Poves no les gusta el fútbol, deporte del que viven, entonces no hay si quiera que explicar por qué no te gusta el fútbol. Simplemente no te gusta.

Lo que tendrás que afrontar es que con razones de peso o sin ellas, te encontrarás con los apasionados de este deporte que disfrutan del mundial en Brasil en cada punto donde logres poner los ojos. ¿Qué harás entonces? ¿Te amargarás? Es una opción, pero un mes es demasiado.

Así que lo mejor tal vez sea buscar alternativas que te permitan compartir con otros integrantes de tu familia que tampoco se sientan tan inclinados por este deporte o incluso hacer planes con tus padres luego de que terminen los partidos.

Atrévete a proponer ideas

La psicóloga Carolina Dulcey señala tres alternativas a las cuales los jóvenes a los que no les gusta el fútbol pueden acceder:

A) Oponerte con gentileza: ¡Y con paciencia! Si tu familia o amigos insisten mucho sobre el tema de fútbol, vale la pena que digas que no y te mantengas en tu posición si te vas a sentir mal al acceder a ver un partido. Si te sientes vulnerado en tu identidad no veas el fútbol. Lo importante es que lo hagas sin responder agresivamente.

Las reacciones agresivas recibirán respuestas semejantes. Si te presionan agresivamente, hazle saber esto a tu interlocutor y aléjate.

B) 50 - 50: Una buena alternativa para hacerte la vida más agradable podría ser ceder mitad y mitad. Puedes ver algún partido, tal vez el de Colombia o el de algún país que te agrade y en el caso de los demás, hacer otra cosa mientras tu familia y amigos ven el resto.

Puede que te sientas un poco alejado, pero evalúa qué te hará sentir peor.

Ceder en algunos aspectos que no te comprometan como persona puede ayudarte a encontrar un equilibrio.

C) Darle una oportunidad al fútbol: si la razón por la que no te gusta el fútbol o el campeonato mundial de este deporte no tienen una base social y es solo cuestión de gustos o de que crees que te aburrirás, entonces tal vez puedes darle una oportunidad a este deporte. Puedes empezar viendo solo los partidos de Colombia, proponer una reunión en un lugar agradable y aprender un poco.

¡Tienes un mes para ensayar!

No pasa nada si no le gusta el fútbol

Lilian Mora
Psicóloga

“Es importante que los padres comprendan que no pasa nada si a su hijo no le gusta el fútbol. No deben asumir esta actitud como una manifestación de la sexualidad ni de debilidad de carácter. Cada ser humano tiene diferentes gustos y si uno de ellos no es el fútbol o los deportes en general no hay que alarmarse. Este es un nuevo siglo que se espera recibir con la mente abierta. Que a un hijo varón no le gusten los deportes, ni practicarlos ni verlos, es importante respetar su elección. Tratar de que nuestros hijos se comporten a nuestra imagen y semejanza solo creará frustraciones tanto en ellos como en los padres, porque nadie puede responder a cabalidad a las expectativas de otros sin sacrificar gran parte de si mismos. La recomendación es que sean tolerantes con los gustos y disgustos de los jóvenes y les den la oportunidad de que se desarrollen como son”.

Llegar a acuerdos respetando tu identidad

Camilo Cifuentes
Psicólogo

Si no te gusta el fútbol, no te gusta y listo. No hay mucho más que agregar sobre ese punto específicamente. Dentro de la sociedad en la que vives, en esta ciudad particularmente, el fútbol tiene muchos adeptos, tanto en hombres como en mujeres, y es posible que recibas una fuerte presión social. Este puede ser un buen ejercicio para no dejarte llevar por los gustos de los demás, así como una forma práctica de aprender a dejar ver tus puntos de vista sin ser agresivo o irónico.

Hay que recordar que científicamente los deportes generan unas sensaciones físicas que pueden resultar placenteras para algunos, además de que el fútbol, particularmente, hace parte de una tradición sociocultural en Colombia.

Pueden existir muchos motivos por los cuales no quieras ver el campeonato mundial: la crítica social, por ejemplo. Pero esta crítica social se verá incoherente si tu forma de reaccionar ante quienes les gusta el deporte es agresiva. Puedes plantear tu punto de vista y tomar decisiones con respecto a él o también puedes llegar a acuerdos, escuchar otros puntos de vista sin que sientas que estás perdiendo tu objetividad o tu identidad.