¡Deja de insistir!

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También, del otro lado, es importante que entiendas que si no eres clara o claro con tus sentimientos, entonces confundirás a aquella persona que está insistiendo por tu amor. Si realmente no estás segura o seguro de lo que sientes, tómate tu tiempo y respétalo.

Si eres de los que se la pasan sentados en la puerta de su amor esperando que le den un minuto de su tiempo para enumerarle las razones por las que no debe terminar la relación, en este caso, contigo, entonces es posible que encajes en el perfil de ¡intenso! Vamos… si la chica o el chico ya te dijo que no, levántate de donde estás, deja de hacer el papel de ingenuo y busca algo qué hacer.

Es importante que si esa persona te dijo que no quiere estar contigo, entonces respetes su decisión. Puede parecer difícil, sobre todo si esa persona no parece estar convencida, pero por algo te lo dijo. De cualquier manera, si lo que él o ella quieren es ponerte a prueba, entonces a lo mejor se lleva una sorpresa y te extraña. Pero si siempre te tiene a la mano, entonces no te valorará.

Por otro lado, hay que saber cuándo dejar de insistir. Una vez, está perfecto, porque así demuestras a alguien que te interesa, pero más de dos veces puede ser incluso perjudicial. ¡Hasta podrías ir a prisión! Así le ocurrió a Linda Murphy, que terminó en la cárcel porque llamó a su novio ¡77 mil veces! Por supuesto, eso se llama acoso. Y no querrás pasar por un acosador ¿o sí? Pero, ¿cómo saber cuándo te estás pasando de la raya?

“Es difícil para todos, incluso para los adultos, saber cuándo dejar de insistir y cuando se puede denominar acoso buscar a una persona constantemente después de haber terminado una relación de pareja o incluso teniéndola, pero hay una base muy clara: que esa persona nos diga que quiere que estemos lejos de su vida”, señala Roberto Guerra, psicólogo de jóvenes.

Así que, si te dicen que no quieren nada más contigo, pues te vas con la cabeza en alto, llamas a tus amigos para hacer algo divertido y listo.

No me acostumbro

Por muy romántico que parezca en un determinado momento, sufrir por amor a tan temprana edad es empezar con el pie izquierdo el tema de las relaciones. La idea es pasarla bien y encontrar una compañía mientras se estudia y se alcanzan los sueños.

“En la adolescencia se siente más intensamente todo y eso incluye el tema de las relaciones, pero también tiene mucho que ver con lo que han visto en casa y en cómo los padres ven el amor”, explica el experto Camilo Cifuentes.

Mario, de 16 años, por ejemplo, está pasando una fuerte ‘tusa’ porque la chica con la que salía, de su mismo grado, decidió terminar su relación con él. Él seguía ofreciéndose para acompañarla a su casa después del colegio y para ayudarle a hacer las tareas. Ella lo aceptaba, pero, cuando empezó una relación con un nuevo compañero de clases, Mario fue rechazado. Él se sintió usado por su exnovia y la confrontó para reclamarle. Aunque las cosas no pasaron a mayores, por fortuna, los incidentes con el nuevo novio de la chica no se hicieron esperar.

“En este caso, ambos obraron mal. La chica no debió seguir aceptando a Mario, aunque es comprensible que aún después de un tiempo de haber terminado las parejas sigan haciendo algunas cosas juntos. Sin embargo, esta dinámica debe cambiar y pronto, para no alentar a la persona que sigue interesada en la relación para que siga insistiendo”, explica Cifuentes.

Sin embargo, Mario también tiene responsabilidad en el asunto, ya que, asegura el experto, debió alejarse. “Mario debió alejarse una vez que su ex le dijo que ya todo había terminado. Un tiempo lejos de aquella persona que nos duele porque no quiere seguir con nosotros puede parecer difícil y es doloroso, pero es lo mejor”, puntualiza Cifuentes.

Para los padres

Lilian Mora

Psicóloga

Si uno de sus hijos o hijas está en un plan demasiado insistente con su pareja o expareja, no se haga el de la vista gorda. Este tipo de comportamientos le dicen algo de su hijo o hija que es mejor ver a tiempo: no acepta muy bien el rechazo amoroso. Tenga en cuenta que a lo largo de la vida, algunas veces le dirán que sí y otras que no en cuanto a relaciones de pareja se refiere, pero si no sabe manejarlo, puede terminar en una obsesión que destruya su vida y la de otra persona.

A continuación le entregamos algunas recomendaciones:

1. Aborde a su hijo o hija y pregúntele qué pasó en su relación y cómo se siente.

2. No empiece la recomendación regañando o juzgando. No es la mejor manera. Terminar una relación amorosa en cualquier época de la vida es difícil, así que trate de ponerse en su lugar.

3. Propóngale planes e ideas para que se aleje por un tiempo de esa persona, pero no se lo haga ver de esa manera. Planee unas buenas vacaciones, si es posible.

4. Si la situación no mejora, consulte con un psicólogo. No envíe a su hijo o hija a la cita sin compañía. Involúcrese y vaya usted también con su pareja, para que reciba consejos sobre cómo manejar la situación.

5. Busque conversar con su hijo o hija y sobre cómo se siente por lo menos una vez a la semana o cada dos semanas. No lo acose, pero tampoco lo deje solo con sus sentimientos. Algunos jóvenes pueden caer en la depresión y sentirse demasiado solos por lo que pueden tomar medidas drásticas contra sí mismos. Otros, enojados y llenos de ira, pueden tomar acciones contra la otra persona.

Carolina Dulcey

Psicóloga

Hay diversas formas de acosar y es posible que creamos que no lo estamos haciendo, que simplemente estamos tratando de ganar el amor de una persona. Es importante que sepas que el amor de una persona no es un reto ni un concurso, la química nace y el romance va creciendo sin presiones. A continuación, la psicóloga Carolina Dulcey enumera algunas situaciones que, si caes en ellas, pueden hacerte ver como un acosador o acosadora.

1 Mandar flores, cartas y muñecos en todo momento. Enviar flores una vez está perfecto, pero regalar cosas a una persona demasiadas veces y peor aún, si esa persona te ha dicho que solo quiere una amistad, es una forma de presionar a esa persona para que te acepte.

2 Esperar a esa persona al momento de salir del colegio, ir a su casa sin que te hayan invitado, ofrecerte para hacerle las tareas. Todas esas acciones lo que hacen es imponer tu presencia donde no eres bienvenido.

3 Las llamadas constantes proponiendo una relación. Incluso aunque lo hagas con toda la mejor intención del mundo, esto es un acoso horrible. No es agradable estar recibiendo llamadas e insinuaciones para querer a alguien.

4 Amenazas. Existen todo tipo de amenazas, incluso esas que parecen tan tontas como “nadie te va a querer como yo”. Esa es una forma de decir a la persona que solo contigo será feliz y eso es mentira. La felicidad se comparte con una persona, pero no depende de ella.

Credito
BELKYS P. ESTEBAN

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