Estrecha los lazos con tu familia

Si de cualquier manera es un requisito para ti estar en estas fechas especiales con tíos y primos que quizá no ves hace un buen tiempo porque estuviste fuera o muy ocupado estudiando, entonces lo mejor es tener una buena actitud.

La tarea de recuperar los lazos familiares es de parte y parte: tanto tu familia como tú deben poner de su parte. Sin embargo, no esperes a que los mayores den el primer paso. A veces, cuando se es adulto, se toman más cosas en cuenta. Tú que eres joven puedes echar a volar el resentimiento y la mala vibra y poner tu granito de arena para hacerte y hacerle a tus parientes la vida más feliz.

Los expertos dicen que hay unas claves para que las relaciones que a veces parecen tan difíciles con nuestra familia puedan marchar bien, sobretodo en estas fechas. Entre esas claves, tanto para los adolescentes como para los padres, las principales son saber escuchar, tener empatía por nuestros familiares, tener buena disposición para aprender, hablar de si existen momentos incómodos e incluirnos unos a otros en los planes para estas fechas.

No hay nada más feo que estar amargado cuando todos los demás están felices. Poner una buena cara y tratar de pasarla bien es la mejor opción.

Cuando te sientas estresado (a)

1 Respira profundo. Si los tíos, los primos o los invitados comienzan a criticarte, respira profundo, sonríe y pide permiso para retirarte.

2 Si te sientes agobiado por las actividades de las fiestas, pide permiso a tus papás para dar una vuelta y regresar a determinada hora.

3 No pases toda la cena hablando por teléfono, pero si sientes que la ira se apodera de ti, llama a un amigo o amiga desahógate en vez de gritar y hacer un escándalo.

Estrechar lazos con los adolescentes 

1. Saber escuchar: lo principal es dejar la prevención a un lado y tomar en cuenta si en realidad se puede hacer lo que el adolescente propone o cuál es la razón por la cual no se pueda hacer. Hay decisiones que no se pueden negociar, es verdad, pero hay otras que sí. Lo importante es escuchar primero.

2. Empatía: No es necesario decirlo, pero en nuestra mente podemos escoger un lugar para que chicos y chicas, antes de prohibirles, se reúnan con sus amigos durante estas fiestas navideñas. ¿Recuerdan cuando eran jóvenes y querían bailar aunque no los dejaran? Hacer este ejercicio ayuda no solo a analizar mejor una decisión, también ayuda a bajar el nivel de estrés ante las solicitudes de nuestros hijos.

3. Conocer más a los adolescentes: estas fechas son de las más interesantes para conocer a los adolescentes y actualizar con ellos “el cuaderno”: saber qué está pasando por sus mentes no es tarea fácil, pero bastará con prestar atención a sus opiniones y comportamiento durante las reuniones familiares. Aquellos que son apáticos no siempre lo son por la misma razón.

4. Hablar de los sentimientos y emociones: si uno de nuestros hijos está siendo grosero con los invitados y con la familia, es bueno hacérselo saber con un comentario diplomático en público y con una reprimenda corta en privado. No hay que extenderse en grandes discusiones, basta una frase para hacer ver a un adolescente que se está comportando muy fuera de lugar.

5. Sé coherente: si aceptaste pasar las fiestas con tu familia, entonces no te la pases poniendo mala cara o asegurando que todos los planes son malas ideas. Quédate tranquilo (a) y trata de buscar el lado bueno.

Credito
BELKYS P. ESTEBAN

Comentarios