BELKYS P. ESTEBAN

Si la idea es mostrar a tus amigos de la universidad lo que estuviste haciendo estas vacaciones, entonces Instagram es una excelente forma de hacerlo. Las fotos de paisajes hermosos, reencuentro con la familia y reuniones con los amigos no causan daño alguno ni tienen mayor repercusión, siempre y cuando tengas muy claro que el número de likes que recibes de tus fotos no te hacen más o menos valioso como persona, sino tu comportamiento y tus valores.

Al poner una foto tuya mostrando tus abdominales o en una pose sexy, te expones a críticas que pueden ser crueles y dañar tu autoestima. Criticar de forma cruel y grosera a las personas es una actitud que debe ser erradicada de las redes sociales y, a la vez, es bueno que fortalezcas tu personalidad y comprendas que las redes no son toda tu vida, sino que son solo una forma divertida de compartir algunos aspectos de tu vida con tus amigos.

En algunas ocasiones, la presión social para tener el mejor cuerpo, para aparentar ser rico o tener una vida feliz es demasiada y sin necesidad: nadie es perfecto ni lo tiene todo en la vida. Y no es realista pretender ser feliz a cada minuto. La vida tiene altos y bajos y, por supuesto, realidades que no vale la pena falsear en Instagram para parecer algo que en realidad no somos.

Instagram no es tu vida. Solo una forma de compartir buenos momentos.

Cómo usar Instagram

1. Comparte responsablemente: tu puedes controlar lo que compartes en Instagram y debes hacerlo. Fíjate bien en cuáles son tus seguidores de Instagram. Asegúrate de descargar la actualización, ya que es automáticamente privada, lo que te permitirá tener más conciencia de lo que has compartido. Sin embargo, nada es completamente perfecto en cuanto a la privacidad de las redes sociales, por lo que será mejor que tengas en cuenta si la foto que compartes da demasiados detalles sobre ti.

Qué hacer si te sientes acosado

2. Respeta la privacidad de los demás: si otra persona aparece en la foto que quieres compartir, asegúrate que está de acuerdo en que tu compartas la foto.

Para los padres

Carolina Dulcey Psicólogo

Las redes sociales están dando un nuevo sentido a lo que puede llamarse “la vida publicada”. Los jóvenes tienen que compartirlo todo con el mundo y si no obtienen la admiración esperada, reflejada en la cantidad de “me gusta” o corazones rojos, en el caso de Instagram, entonces se sienten frustrados. La autoestima depende del apoyo recibido en las redes sociales y esto es lo que define su vida. Prohibir las redes sociales no va a funcionar. Los adultos se resistían a Facebook y ahora no pueden esperar para ver qué han publicado en su perfil. Entonces es claro que la salida está en reforzar la autoestima de los jóvenes y sacarla de las redes sociales. Contarles que las redes son para divertirse y compartir con los amigos, no para buscar aprobación. Esta generación es narcisista, necesita sentirse adorada, entonces hay que abordar el tema con los jóvenes desde este punto de vista.

Otra cosa importante y relacionada es el manejo del tipo de crítica que se hace a la personalidad o el físico de los usuarios más jóvenes de las redes sociales. Hay que corregir a los chicos en el colegio y en el hogar para aprender a respetar a la persona y a controvertir las ideas, que es lo que hay que controvertir. Desde casa enseñamos a los jóvenes que el diario vivir es la crítica hacia su persona. En vez de corregir sus comportamientos, los criticamos en lo que son y estamos formando personas inseguras que creen que necesitan devaluar a los demás para subir su autoestima. Hay que cambiar esa forma de ver el mundo en la era de las redes sociales porque, de lo contrario, veremos cada día una sociedad menos empática”.