Desde los primeros años de vida las personas necesitan establecer relaciones con miembros ajenos a su familia, lo que les permitirá crecer, madurar y conocer el mundo desde una perspectiva diferente.

Sin embargo, a lo largo de las etapas que atraviesa el ser humano surgen personajes que se convierten en modelos a seguir. Durante la primera etapa son los padres, luego los familiares, después los amigos y en ocasiones celebridades ajenas a su realidad.

Aunque es una situación muy común, es fundamental que en esas relaciones los jóvenes aprendan a reconocer a personas que les aportarán de manera positiva y no todo lo contrario.

El coach Fernando García Martínez, explica el porqué de esta situación.

“Es importante que seleccionemos muy bien a quienes admiramos, pues son una fuerte base en el desarrollo de nuestra vida, son quienes nos motivan en el progreso y superación personal”.

Lo anterior se debe a la necesidad que tiene el hombre de imitar ciertos comportamientos o acciones de las personas que hacen parte del círculo social.

“Los seres humanos tenemos la capacidad de imitar a las personas que nos rodean o que constantemente observamos y escuchamos, es nuestra estrategia para aprender y la usamos desde nuestra infancia, por algo es bueno rodearnos de personas que nos motiven a crecer, a mejorar nuestras habilidades, que nos enseñen hábitos o creencias y que nos lleven a progresar y lograr metas en nuestra vida. Por algo se dice ‘dime con quién andas y te diré quién eres’”, concretó el coach.

Cuidado con las malas compañías

 Luz Edith Orduz Cuadros, psicóloga experta en el manejo de niños y jóvenes, aseguró que es importante que se reconozcan las señales de las personas que los rodean para que determinen si son compañías tóxicas.

“En la etapa de las adolescencia los amigos entran a jugar un papel muy importante porque son las personas con las cuales los jóvenes comparten experiencias y se sienten apoyados los unos con los otros. Entonces, es importante que los padres recuerden que de los cero a los cinco años, son el ejemplo de los niños y ellos van a creer en todo lo que le digan sus papás. Pero en el momento en el que ellos empiezan a escolarizarse, ya los padres no son su ‘sol’ sino un ‘planeta’ más y entran a cobrar importancia los amigos”, explicó la experta.

Es por ello que resaltó la importancia de que los jóvenes hagan parte de un grupo social, pero sin dejar que las malas compañías influencien de manera negativa o perjudicial para ellos.

“La primera señal para descubrir que son amigos tóxicos es que son personas que ‘consumen’ la amistad, pero no son capaces de dar nada a cambio. Entonces, tienen como objetivo ‘exprimir’ a sus amigos, no apoyan a los demás ante los problemas o situaciones, pueden ser personas que critican y señalan las cosas negativas que tiene uno y ponen etiquetas”, indicó Orduz Cuadros.

Además, hizo énfasis en la necesidad de que los jóvenes tengan claro que todo tipo de relación que “se decidan a entablar con alguien más, debe dejarles algo positivo para sí mismo a la vez que hace salir lo mejor de cada quien”.

“Podríamos decir que las malas compañías son esas personas en las que el joven no puede confiar y que siempre lo hacen sentir inferior”, concluyó la psicóloga.

Positivo con positivo

 Si bien son los jóvenes los que deciden a qué círculo social pertenecer, la formación de los padres juega un papel importante al momento en el cual ellos elijan a sus amigos.

Es así como los expertos recomiendan que se le inculquen valores desde los primeros años de vida para que tengan la capacidad de elegir a personas que aporten aspectos positivos y lo motiven a ser una mejor persona cada día.

Para ello, también es primordial que el joven sea cercano a sus familiares y que confíe en ellos, a la vez que el diálogo sea constante.

El primer ejemplo de los muchachos serán sus padres y la forma en la cual interactúan con otras personas. En consecuencia, si los padres eligen bien a sus amigos, lo más probable es que los jóvenes también lo hagan.

Además, los familiares de ese joven deben estar atentos a las señales y comportamientos que tiene para determinar si algo ocurre respecto a las relaciones con sus amigos.

Lo más importante es que el joven sea un influencia positiva para otros y que esos otros lo motiven de igual manera.

Consejos para modelar la excelencia

 El coach Fernando García Martínez, da algunas recomendaciones para que los jóvenes empiecen, desde ya, a modelar su excelencia no solo desde la inspiración de otros, sino por sí mismos.

1 Saber lo que realmente quiere o lo que le hace falta por lograr, así como los planes que se debe trazar para alcanzar su meta.

2 Conocer qué es lo que lo motiva, sus valores, pues son una guía que los llevará a tomar decisiones con coherencia.

3 Identificar a las personas que han logrado o han alcanzado una meta similar a la que usted quiere y hasta ahora no lo ha logrado.

4 Responder a la siguientes preguntas: ¿cuáles son los valores que guían a esa persona?, ¿qué creencias tiene al respecto?, ¿cómo se comporta?, ¿qué habilidades o capacidades ha usado para lograr eso?, ¿cómo es su lenguaje corporal? y ¿qué lo motiva?.

5 Adoptar creencias positivas, emociones y capacidades para generar una estrategia con base en información que los lleve a lograr lo que quieren.

6 Retroalimentar continuamente la estrategia, revisando los resultados obtenidos hasta el momento.

7 Leer acerca de personas que han logrado sus metas y aprender de los errores que ellos cometieron, así como conocer historias de vida de las personas cercanas para motivarse.