Así puede equilibrar su líbido y la de su pareja

Buscar en otra parte satisfacer su alta líbido o no hacer nada ante sus bajos niveles de deseo sexual, no son la solución. Si su líbido y la de su pareja son distintas, siempre existen estrategias que pueden dejarlos satisfechos a ambos.

Una de las personas tiene ganas de tener relaciones sexuales y la otra no: hasta allí nada hay de complicado, no siempre hay ganas y las razones puede abarcar desde unos niveles de estrés demasiado altos, hasta temores de la infancia.

Pero si lo que sucede es que uno de los dos quiere más sexo que el otro con mucha frecuencia, la situación debe abordarse: los rencores y frustraciones que provoca este desequilibrio de la líbido en las parejas puede fracturar la relación hasta niveles insospechados.

El caso de Francisco y Angie es un buen ejemplo: ella quería más sexo que él, y al verse rechazada le hacía ironías siempre que podía. Francisco se sentía frustrado y su forma de demostrarlo era ejerciendo control sobre su relación. Tuvieron que separase.

A Daniela y a Jorge les sucedió lo contrario: él quería más sexo y ella no, pero jamás le preguntó la razón. Jorge era muy directo en la cama y a ella no le gustaba, pero su crianza tradicional no le permitía hablar del tema. Sin embargo, un amigo en común los convenció de ir a terapia y allí pudieron tratar sus problemas.

¿Siente que su líbido y la de su pareja son diferentes? Expertos le explican qué hacer.

 

Cómo subir la líbido

 La sexóloga Elvira Suárez ofrece algunos consejos que pueden ayudarle a subir la líbido si es lo que realmente desea:

* Ayúdese con la dieta: algunos alimentos como las ostras, las semillas de calabaza, el chocolate negro, el cacao, el plátano y la patilla lo ayudan a subir su líbido.

* Relájese: las personas hoy cada día tienen menos sexo, según un estudio de la Atlantics University publicado el año pasado, y una de las razones son los altos niveles de estrés que se manejan. Estar siempre corriendo hará que quiera tener menos sexo, y por eso la recomendación es que pruebe a hacer menos cosas y relajarse más. Una escapada con su pareja prueba ser excelente para aumentar la líbido.

* Haga ejercicio: el ejercicio aumenta los niveles de serotonina, con lo que se sentirá más dispuesto para tener sexo. Salga a caminar con su mascota, corra o vaya al gimnasio. En fin, haga algo que lo distraiga de la rutina.

* Vaya a terapia: no siempre es fácil discernir por qué la líbido cae. En ocasiones son miedos asentados desde la infancia y no tenemos la capacidad de reconocerlos. Acudir a terapia puede darle la posibilidad, al menos, de comprender qué puede estar pasando e iniciar así el camino de la sanación.

 

Consejos para lograr el equilibrio

 La sexóloga María José Gómez ofrece algunos consejos para que la líbido en la pareja se equilibre y ambos se sientan complacidos:

1 Separe el interés en la relación y el amor, del sexo: no siempre están relacionados. Si su pareja no desea tener relaciones sexuales en ese momento, no se sienta ofendido puesto que no es obligación. Pregúntele con respeto cuál es la razón y permita que piense en el asunto. De paso usted también puede hacerlo. Entre los dos pueden encontrar estrategias para animarse más en la cama.

2 No diga que no tan rápido: puede que en un momento sea usted quien no tenga ganas de tener sexo, pero permítase intentarlo, decir lo que le gustaría y aventurarse a hacer algo nuevo antes de rechazar por completo la situación. Si aunque haya avanzado un poco se da cuenta de que realmente no lo desea, siéntase libre de detenerse en cualquier momento. Su pareja debe entender.

3 Evite hacer comentarios desagradables: tanto si usted es quien desea el sexo como si es quien no lo quiere, evite hacer comentarios desafortunados que puedan herir su dignidad. Nada hay de malo en tener una líbido alta o una baja. Así que lo mejor es que evite ser irónico y ofender. No le sugiera tampoco de forma grosera a la otra persona que busque sus métodos -para subir o bajar su líbido- nadie necesita que le digan qué hacer.

4 Haga cosas distintas que despierten su líbido: nada que pueda herir a otros, eso sí. Pero nada de malo tiene ver una película erótica o buscar juguetes sexuales o aceites que contribuyan a sentir deseo y placer sexual. Pruebe los juegos de roles, el encontrarse en sitios distintos y tener citas. Todo eso aviva de nuevo el deseo que decayó para uno de los dos.

5 Deje atrás mitos y tabúes: no debe hacer lo que no quiere, eso está claro. Sin embargo, en algunas ocasiones el rechazo a ciertas posiciones sexuales o a explorar diferentes partes de su anatomía y la de su pareja son producto más de los temores que de la falta de gusto. Es por eso que puede arriesgarse a probar, al menos.

 

¿Qué bloquea el deseo sexual?

 La culpa casi siempre la tiene la rutina, pero existen otros factores que hacen que cada día se sienta menos deseo de estar en la intimidad con la otra persona.

La sexóloga Carolina Guzmán explica cuáles pueden ser esos factores que disminuyen radicalmente la líbido de la pareja:

* Las pastillas anticonceptivas: en el caso de las mujeres, este método de planificación puede provocar cambios en el deseo sexual. No es que deje de tomarla o de planificar, pero sí puede buscar estrategias que aumenten su deseo si está tomando pastillas. Por otro lado, prefiera las que son de última generación, ya que tienen mucho menos efectos secundarios que las que se fabricaban en décadas anteriores.

* Problemas de pareja... y en la cama: un amante demasiado brusco, demasiado rápido o demasiado frío, tanto para hombres como para mujeres, puede alejar a la otra persona y así, el deseo de tener relaciones sexuales va disminuyendo. Trabaje en estos temas, consulte con un experto y esté más abierto a afrontar sus problemas sexuales. Lo mismo sucede con los emocionales. Si los calla, inevitablemente afectará su vida sexual. Es mejor que hablen.

* Alcohol, drogas y algunos medicamentos: cada vez que le receten una medicina debe consultar como afecta su vida cotidiana, pero también su vida sexual. Por otro lado, las personas que beben mucho alcohol o consumen drogas también ven afectado su deseo sexual, entonces no es de sorprender que si una de las personas toma más de un par de tragos con frecuencia, tendrá menos ganas de tener sexo.

 

La voz del experto

 Conocerse y conocer a la pareja es fundamental

La sexóloga Elvira Suárez señala que una parte importante de la sexualidad va más allá del cuerpo: se trata de las emociones.

“Y esto aplica no solo para las mujeres. Los hombres endurecidos deben revisar su machismo y nosotras debemos buscar parejas más sensibles, que nos entiendan un poco mejor. Por su parte, quienes buscan solo sexo, tanto hombres como mujeres, no necesariamente tienen que ser fríos y crueles. Nada mejor que una cita sexual que también incluya un buen vino y baile, que incentive a pasarla bien”, recomienda Suárez.

Para quienes ya tienen una pareja estable es importante que conozcan bien a su pareja y cambien el egoísmo por el compartir: “el trabajo y la vida de hoy exige mucho de nosotros y es por eso que más exigencias tanto en el plano emocional como en el sexual aburren y desmotivan las relaciones íntimas”, señala la experta.

Y es por esto que la sexóloga recomienda volver a la seducción.

“La seducción no es obligación, es una persuasión que la otra persona acepta voluntariamente. Así como si usted no quiere ser hipnotizado no podrá hacerlo nadie, si usted no quiere ser seducido, nada logrará motivarlo. Pruebe con su pareja a seducirse, teniendo en cuenta el contexto: si la otra persona tiene dolor de estómago o está triste no querrá tener sexo. Pero si se trata solo de la rutina, puede probar a seducir”, concluye Suárez.

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REDACCIÓN GALERÍA

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