El aviso generó apoyo de algunos sectores, mientras que otros, incluido el Gobierno, aseguran que por el contrario, la economía nacional pasa por uno de los mejores momentos de los últimos años.

Sobrecalentada
unque para Anif el recalentamiento de la economía colombiana no es un hecho inmediato, sí asegura que las señales dejan pensar que podría suceder.

Según Sergio Clavijo, de la Asociación de Entidades Financieras, “la economía colombiana no luce recalentada a nivel general, a pesar de que ella está creciendo cerca de su potencial de crecimiento de largo plazo (4.5 a cinco por ciento) y donde todo parece indicar que su brecha de producto se estará cerrando al finalizar el 2011. Al añadir las presiones que provienen de los mercados financieros (más allá del crediticio), lo que hemos visto es que, hasta la fecha, la caída de la renta variable (ocasionada por la crisis del mundo desarrollado) se está viendo compensada por el auge relativo de los precios de la vivienda en Colombia”.

Agregan que lo anterior no significa que las autoridades puedan descansar tranquilas, pues de hecho existen razones para estar algo preocupados por el rebrote inflacionario (3.7 por ciento anual al corte de septiembre) y bastante preocupados por la pronunciada expansión crediticia (al 20 por ciento real anual). La Junta del Banco de la República parece haber desestimado ambos riesgos en su pasada reunión del 28 de octubre, pues optó por dejar inalterada su tasa repo en 4.5 por ciento y no tomó acción alguna en materia macroprudencial, dejándole ese pesado fardo de la Inflación Objetivo - Comprensiva a la Superfinanciera.

Para Anif, “con el recrudecimiento invernal, la amenaza inflacionaria empieza a mezclar elementos de costos con señales de recalentamiento y algunas señales de sobreexpansión crediticia (a ritmos persistentes cercanos al 20 por ciento real”.

Aunque la Institución señala que el incremento de las tasas de interés del Banco de la República ayudará a “contener las expectativas de inflación”, también apunta a que hay otras presiones que influirán en el comportamiento de los precios, como el recrudecimiento del invierno.

“Se está repitiendo en 2011 el “drama” de 2010, sin que el país hubiera ganado mayores defensas para su precaria infraestructura”, asegura el comentario económico.

Pero para el gobierno las aguas no están ni tibias. El ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, aseguró que no hay siquiera riesgo de un calentamiento económico.

“Crecimiento económico oscilará entre un 5.5 y seis por ciento al cierre del 2011 como resultado del auge exportador, que ya factura 50 mil millones de dólares en los últimos 12 meses, frente a 17 mil millones del año pasado.

Para el tercer trimestre se prevé un crecimiento económico del 6.7 por ciento y para el cuarto oscilará entre cinco y 5.5. Para el 2012, el estimativo es de 4.5 en el peor escenario y del seis por ciento en el mejor, aseguró el jefe de la cartera de las finanzas públicas. Y en materia de consumo, los cálculos oficiales apuntan a un 5.9 por ciento, que no es una cifra escandalosa, aunque muy positiva.

“Colombia, y así lo han asegurado muchos organismos internacionales, registra un crecimiento tibio, pero de buenas perspectivas y fortalezas de su sostenibilidad fiscal que garantizan su expansión, un panorama muy diferente al de Brasil o Chile”, precisó.

Para Bancolombia, efectivamente la inflación creció debido a la ola invernal, pero no lanzan alerta sobre una situación incierta para el país.

“La inflación básica anual pasó de 2.98 por ciento en septiembre a 3.03 en octubre, el nivel más alto desde enero de 2010, pues la variación mensual de este indicador fue de 0.09, inferior a la observada en septiembre (0.24 por ciento). A pesar de que la inflación total se ubica ligeramente por encima de cuatro por ciento, en lo que resta del año es probable que se observe un efecto base (a la baja) que la llevaría a niveles cercanos a 3.4 por ciento, efecto que será factible en la medida en que las presiones al alza en los precios, relacionadas en su mayoría con factores de oferta, como el invierno se moderen”, explicaron.

Para Asobancaria, los riesgos están latentes; de acuerdo con la entidad, si las autoridades europeas y americanas, junto con los organismos multilaterales, evitan la crisis financiera y la recesión mundial, entonces es probable que la economía colombiana deba enfrentarse a riesgos de sobrecalentamiento, porque continuaría creciendo por encima de su tasa potencial. “En este caso, parecería prudente que el Banco de la República considerara acelerar el tránsito a una postura monetaria neutral y que el Gobierno pensara en retirar el estímulo fiscal”, se indica.

Según el gremio bancario, “las perspectivas para 2012 son inciertas, por el riesgo de sufrir otra crisis financiera internacional y una segunda recesión mundial. Por fortuna, la economía luce preparada para asimilar un choque externo.

“Está, macroeconómicamente, mejor balanceada que en anteriores episodios de crisis internacionales, su solvencia externa mejoró y su liquidez en moneda extranjera es holgada. Por otro lado, su sistema financiero es solvente, tiene suficiente liquidez, la calidad de la cartera es excelente y su cobertura, amplia. Además, el mecanismo de transmisión de la política monetaria funciona muy bien.

“En estas circunstancias, si se materializan las amenazas de crisis financiera y recesión mundial, el crecimiento del PIB colombiano se desaceleraría de todas maneras, pero posiblemente menos que en ocasiones anteriores. Quizá la principal duda, en este sentido, sea el poco espacio con el que cuentan las autoridades para implementar estrategias contra-cíclicas, debido a que se demoraron mucho en retirar los estímulos implementados para sostener la demanda interna en la recesión de 2008-2009”.