Enseñanzas de Volkswagen para la planeación financiera

Los recientes hechos ocurridos con Volkswagen dejan muchas enseñanzas para las personas naturales que establecen procesos de planeación financiera y, principalmente, su componente de planeación de inversiones. El más evidente es la necesidad de tener una diversificación en los portafolios que permita mitigar los impactos negativos que ocurren con hechos como los de la automotri.

Pongámosla fácil: muchos inversionistas tienen la estrategia de buscar el activo que pueda ser más rentable en determinado periodo de tiempo y salirse, generalmente, anticipando las noticias. Esto tiene un problema, como lo demostró Volkswagen, y es que las noticias llegan de un momento a otro sin la posibilidad de anticiparlas. A menos que alguien tenga información confidencial o información privilegiada y la utilice en compra y venta de activos (de hecho, ambas son malas prácticas de los mercados financieros y en muchas ocasiones tiene consecuencias penales el usar información no pública para obtener beneficios económicos), las noticias van más rápido que la reacción que puede tener un inversionista, especialmente el pequeño, que depende, en no pocas veces, de terceros para poder ejecutar compras o ventas de activos.

En el momento en el cual Volkswagen anunció el problema de sus carros en Estados Unidos, los mercados reaccionaron de manera negativa. Es claro que un inversionista de compra y venta de activos, con la estrategia de anticipación de noticias, no tuvo tiempo para recomponer su estrategia antes de la caída de la acción de la compañía.

La descripción anterior, para ilustrar varios puntos que se conocen desde hace tiempo, pero que se vuelven relevantes cada vez que ocurren: el primero, la concentración trae consecuencias no deseadas, en el caso al que nos referimos, claramente consecuencias negativas; el segundo, las metas financieras no se logran con localizar recursos en el activo más rentable, de hecho se logran cuando se machan objetivos con inversiones -vuelvo al ejemplo de que si tiene algún objetivo en dólares, es necesario tener las inversiones en dólares-, y el tercero, que no existe algo “libre de riesgo”… Esto último es importante de resaltar, debido a que el riesgo es inherente a toda actividad.

Pensar en qué hubiera pasado si hubiera tenido acciones de Volkswagen dentro de mi portafolio y cómo me hubiera gustado que mis inversiones generales hubieran respondido ante un evento como el registrado es un ejercicio que nos puede ayudar a planear de mucha mejor manera la forma en que queremos manejar el componente de inversiones de nuestro proceso de planeación financiera.

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